Acusan a la cúpula del PCE de “deslealtad política” al utilizar la actual situación de crisis en la que se encuentra IU, para “cuestionar el proyecto político unitario y, de paso, desnaturalizar al propio PCE"
Más de 80 miembros del PC de Madrid, entre los que se cuentan cargos públicos locales, dirigentes sindicales, miembros del Comité federal del PCE, así como delegados del XX Congreso que celebrará el Partido a partir del 9 de abril han suscrito un manifiesto contra la “liquidación de IU” que, a su juicio, están promoviendo el actual secretario general del PCE, José Luis Centella y el diputado de IU-Unidad Popular Alberto Garzón.
No es la primera vez que los comunistas madrileños levantan la voz ante la deriva de la organización de izquierdas y de la dirección del PCE a la que acusan de querer “liquidar” las señas de identidad del partido. El asunto será de nuevo motivo de debate en la conferencia que el Partido Comunista de Madrid celebrará este sábado cara al Congreso del PCE que arrancará el próximo 9 de abril.
Entre los firmantes se encuentran referentes históricos como Víctor Díaz-Cardiel o Francisco Frutos, exsecretario general del PCE y exdirigente de IU que se ha sumado con su apoyo al llamamiento.
En el escrito, al que ha tenido acceso Nuevatribuna, los críticos abundan en la necesidad de “rescatar al PCE de su profunda crisis” –“la peor de su historia”, dicen-, recuperando los valores que han alumbrado a este partido a lo largo de su historia como principal valedor de la “unidad de los trabajadores y de la izquierda política social y alternativa”. Asimismo, subrayan la necesidad de revitalizar el proyecto de IU con parámetros estratégicos diferentes a los que se están imponiendo desde la dirección federal.
En este sentido, critican la estrategia política basada en el “marketing, el espectáculo mediático, la imagen de un liderazgo unipersonal, el protagonismo de promovidas sobreactuaciones o los platós de TV”, que parece ser –dicen- “el camino que nos ofrece el actual núcleo de dirección del PCE y su secretario general “avalando un esquema de negociación para un posible nuevo gobierno que nos limita a actuar a rebufo de otras fuerzas políticas, alguna de ellas interesada en ocupar determinadas carteras ministeriales, mientras que nosotros deberíamos limitarnos a la Sesión de Investidura, tal y como se ha aprobado colectivamente”.
Los promotores del texto acusan a la cúpula del PCE de “deslealtad política” al utilizar la actual situación de crisis en la que se encuentra IU –y de la que “en buena medida es máxima responsable”, señalan-, para “cuestionar el proyecto político unitario y, de paso, desnaturalizar al propio PCE, transformándolo, en el mejor de los casos, de un partido político marxista y revolucionario a una mera estructura coordinadora de activistas sociales”. Es más –continúan-, “parece que toca culminar ahora o nunca el proceso de liquidación de IU, adherirse a vaporosos espacios de confluencia y abocar al PCE a ser comparsa dócil y amorfo en una especie de nueva casa común de la izquierda.”, lo que evidencia, en su opinión, “además de un notable fracaso político, la renuncia por parte de la cúpula del Partido a la función ideológica, política y social propia de un Partido Comunista en este complejo y convulso siglo XXI”.
Por todo ello, rechazan la “recomposición de la izquierda tendente a borrar las ideas del Comunismo”, y reclaman a la dirección del PCE que promueva “el inmediato restablecimiento de los derechos de toda la militancia de IU en la Comunidad de Madrid”, federación que fue disuelta el pasado año. Asimismo, instan a todos los delegados que participen en el Congreso del PCE a oponerse a las tesis congresuales que propone la dirección del partido “que sentencian el agotamiento de IU, apelando a su superación en un espacio de confluencia que alumbre un nuevo sujeto político”.
