sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 15.10.2009

La declaración de Mariano Rajoy respaldando a Francisco Camps, responde, según fuentes 'populares', a la única estrategia posible en estos momentos ya que el presidente nacional "no podía hacer otra cosa". Pero todos se preguntan cuánto durará esta situación y si Rajoy seguirá aguantando la pasividad del presidente valenciano, que no parece decidirse a "coger el toro por los cuernos".

Camps ha demostrado una falta de liderazgo digna de tener en cuenta. Cuando Rajoy asegura que no piensa que el dirigente regional le mintiera, probablemente sea cierto que lo piensa. La impresión general es que cuando Camps llegó el martes al Comité Ejecutivo Regional para tratar el futuro de Ricardo Costa, lo hizo con un pacto debajo del brazo supuestamente del agrado de todas las partes. Pero nada más lejos de la realidad, tal y como se demostró más tarde. Dos días después del martes 'negro', el análisis que se hace en los distintos despachos es que Camps dijo a cada uno lo que quería escuchar. A Génova que tendría la cabeza de Costa pasadas las siete de la tarde, mientras que a su todavía mano derecha le brindó la oportunidad de ser él quien propusiera en el partido cómo y en qué condiciones se iría. Se acordó una renuncia voluntaria ligada a la apertura de una comisión de investigación y Génova, que había exigido medidas y que no estaba dispuesta a aceptar condiciones, desbarató la jugada.

Una vez resuelto el problema de Ricardo Costa, que ya está fuera de la secretaría general del PPCV y de la portavocía en les Corts, todas las miradas se dirigen a Camps a la espera de que de algún tipo de explicación. El principal temor de algunos dirigentes 'populares' es que se abra una guerra interna en el seno del propio PP valenciano y se le reproche a Camps haber relevado a Costa cuando él mismo mantuvo conversaciones con Álvaro Pérez, el Bigotes, en las que le llegaba a decir 'te quiero un huevo'.

El presidente del PP en la provincia de Alicante, José Joaquín Ripoll, ya ha opinado que las responsabilidades por el caso Gürtel "no" se acaban con el cese del secretario general del PPCV, Ricardo Costa. Ripoll es zaplanista, el sector enfrentado a Camps. Pero es que la propia alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, número uno del municipalismo en la Comunitat y uno de los más firmes apoyos de Camps durante todo el amargo trago de Gürtel, ha hecho autocrítica para decir que no está convencida de que el PP haya dado "la mejor imagen". Y, además, tras el penoso espectáculo de estos días, se ha mostrado preocupada por cómo transmitir ahora a los ciudadanos, militantes, votantes y simpatizantes "que hacemos lo que debemos hacer".

Algunos dirigentes del PP creen que Camps está "quemado" y llegan a poner en duda que pueda ser cabeza de cartel en 2011. Para empezar, habrá que ver si salda cuentas con la Justicia ya que aún están por resolver los recursos contra el archivo de su causa y además sólo conocemos una parte del sumario sobre el caso Gürtel. Pero, además, su actuación en todo este asunto le descalifica, a ojos de muchos de estos dirigentes, para seguir encabezando el partido en la Comunidad valenciana. Y citan la sucesión de comunicados contradictorios que Madrid tuvo que enmendar finalmente. Incluso han empezado a sonar nombres de posibles relevos, entre los que destaca el de Rita Barberá.

Camps, en el ojo del huracán pese al espaldarazo de Rajoy