nuevatribuna.es
22 de octubre de 2009, 13:47
NUEVATRIBUNA.ES - 22.10.2009
Francisco Camps no sólo sigue mirando hacia otro lado sino que, además, pretende que el Partido Socialista Valenciano le pida perdón. La reaparición del presidente de la Generalitat en Les Corts para someterse a la sesión de control -no lo hacía desde el pasado mes de junio- ha sido como subirse en una noria. Frente a la intervención del portavoz Ángel Luna, del PSPV, que ha demandado respuestas de Camps sobre las contrataciones de la Generalitat con la trama corrupta Gürtel y que ha recordado la gravedad de los hechos que se recogen en el sumario hecho público, el máximo responsable del PP valenciano se ha movido con soltura entre los aplausos de los diputados de su grupo y las acusaciones contra sus acusadores.
Camps ha asegurado ante el pleno que es Moncloa quien ha contratado con empresas de la trama y que hay dos 'ges' que acabarán con el Gobierno de Zapatero: los GAL y la Gürtel. No contento con eso, ha pedido a los socialistas que sean ellos quienes le pidan perdón por las "infamias" que le han lanzado antes de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana archivara la causa abierta contra él. Concretamente, y en referencia a su amistad con los cabecillas de la trama, ha señalado: "esos pretendidos amigos parece que son amigos de la Moncloa, que hablan directamente con gente de la Moncloa y que se sientan con ellos. Y que la Moncloa, además, les adjudica obras a lo largo de este año". Camps se refería, con esta afirmación, a la conversación entre Francisco Correa y un empresario, quien se comprometía a "echarle una mano" en la Moncloa. "Y la mano fueron de 45 millones de euros en adjudicaciones a partir de ese momento".
Ante el escaño vacío del cesado Ricardo Costa, que tampoco este miércoles ha asistido al pleno, ha defendido su actuación afirmando que el ex secretario general del PP valenciano y ex portavoz de su grupo parlamentario "sólo cumplía órdenes" dentro de la legalidad establecida. Camps nunca ha dejado de respaldar a su antiguo número dos a pesar de las acusaciones que pesan sobre él por su implicación en la red de corrupción y de que el propio Mariano Rajoy haya pedido su cabeza, hasta el punto de que se comenta que le habría ofrecido una consejería para el futuro, una vez que haya concluido la investigación a la que actualmente está sometido y el via crucis judicial que prsumiblemente tendrá que recorrer. Hoy ha vuelto a poner la mano en el fuego por Costa: "Efectivamente ha actuado bajo las directrices del PP de España y de la Comunitat Valenciana. Es decir, con responsabilidad, con legalidad, con eficiencia y con seriedad, como se está demostrando y como se va a demostrar".
Frente a este Camps, sonriente y pretendidamente seguro de si mismo, un serio y contundente Ángel Luna, el portavoz socialista, le ha reprochado que haya cometido un "asesinato político en primer grado" en la persona de Costa para sacudirse su propia responsabilidad en las contrataciones irregulares con Gürtel: "Ha hecho que todos sus compañeros fueran testigos mudos, y por tanto, responsables involuntarios, de un asesinato político en primer grado; testigos mudos y responsables involuntarios de la mentira y la deslealtad" (...) "sólo se puede calificar como deslealtad lo que usted ha hecho con Ricardo Costa".
Luna ha acusado a Camps de ser "un mal ejemplo para todos", porque ha puesto de manifiesto "las bajezas morales más impresionantes", hasta el punto de que ahora mismo sólo puede liderar "su marcha de la política, para no seguir haciendo daño a su Comunidad". También la portavoz de Compromís, Mònica Oltra, ha acusado a Camps de hacer dos cosas que un político "no se puede permitir: mentir y hacer el ridículo", y le ha preguntado a quién apuntaba Costa al decir que seguía directrices y si es "el míster X de Gürtel en la Comunitat".
El president ha reivindicado que él "ha dicho la verdad" en cada instante y, para colmo, ha lamentado que haya portavoces "tan maleducados". Ha afirmado que el PPCV está financiado "legal y además regularmente" y que así se verá en las cuentas que traerán a la comisión de investigación de Les Corts, y ha argumentado que "a día de hoy hay sólo una sentencia, que es exculpatoria y archiva las infamias y las mentiras".
Hay que reseñar que todos los diputados 'populares' se levantaron y aplaudieron a Francisco Camps, a su llegada al hemiciclo, excepto la parlamentaria alicantina y presidenta del PP de Benidorm, Gema Amor. Amor se ha alineado junto al presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, quien en la crisis del PPCV se ha mostrado crítico por como se ha gestionado y por no haber sido consultado en las decisiones.
Francisco Camps no sólo sigue mirando hacia otro lado sino que, además, pretende que el Partido Socialista Valenciano le pida perdón. La reaparición del presidente de la Generalitat en Les Corts para someterse a la sesión de control -no lo hacía desde el pasado mes de junio- ha sido como subirse en una noria. Frente a la intervención del portavoz Ángel Luna, del PSPV, que ha demandado respuestas de Camps sobre las contrataciones de la Generalitat con la trama corrupta Gürtel y que ha recordado la gravedad de los hechos que se recogen en el sumario hecho público, el máximo responsable del PP valenciano se ha movido con soltura entre los aplausos de los diputados de su grupo y las acusaciones contra sus acusadores.
Camps ha asegurado ante el pleno que es Moncloa quien ha contratado con empresas de la trama y que hay dos 'ges' que acabarán con el Gobierno de Zapatero: los GAL y la Gürtel. No contento con eso, ha pedido a los socialistas que sean ellos quienes le pidan perdón por las "infamias" que le han lanzado antes de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana archivara la causa abierta contra él. Concretamente, y en referencia a su amistad con los cabecillas de la trama, ha señalado: "esos pretendidos amigos parece que son amigos de la Moncloa, que hablan directamente con gente de la Moncloa y que se sientan con ellos. Y que la Moncloa, además, les adjudica obras a lo largo de este año". Camps se refería, con esta afirmación, a la conversación entre Francisco Correa y un empresario, quien se comprometía a "echarle una mano" en la Moncloa. "Y la mano fueron de 45 millones de euros en adjudicaciones a partir de ese momento".
Ante el escaño vacío del cesado Ricardo Costa, que tampoco este miércoles ha asistido al pleno, ha defendido su actuación afirmando que el ex secretario general del PP valenciano y ex portavoz de su grupo parlamentario "sólo cumplía órdenes" dentro de la legalidad establecida. Camps nunca ha dejado de respaldar a su antiguo número dos a pesar de las acusaciones que pesan sobre él por su implicación en la red de corrupción y de que el propio Mariano Rajoy haya pedido su cabeza, hasta el punto de que se comenta que le habría ofrecido una consejería para el futuro, una vez que haya concluido la investigación a la que actualmente está sometido y el via crucis judicial que prsumiblemente tendrá que recorrer. Hoy ha vuelto a poner la mano en el fuego por Costa: "Efectivamente ha actuado bajo las directrices del PP de España y de la Comunitat Valenciana. Es decir, con responsabilidad, con legalidad, con eficiencia y con seriedad, como se está demostrando y como se va a demostrar".
Frente a este Camps, sonriente y pretendidamente seguro de si mismo, un serio y contundente Ángel Luna, el portavoz socialista, le ha reprochado que haya cometido un "asesinato político en primer grado" en la persona de Costa para sacudirse su propia responsabilidad en las contrataciones irregulares con Gürtel: "Ha hecho que todos sus compañeros fueran testigos mudos, y por tanto, responsables involuntarios, de un asesinato político en primer grado; testigos mudos y responsables involuntarios de la mentira y la deslealtad" (...) "sólo se puede calificar como deslealtad lo que usted ha hecho con Ricardo Costa".
Luna ha acusado a Camps de ser "un mal ejemplo para todos", porque ha puesto de manifiesto "las bajezas morales más impresionantes", hasta el punto de que ahora mismo sólo puede liderar "su marcha de la política, para no seguir haciendo daño a su Comunidad". También la portavoz de Compromís, Mònica Oltra, ha acusado a Camps de hacer dos cosas que un político "no se puede permitir: mentir y hacer el ridículo", y le ha preguntado a quién apuntaba Costa al decir que seguía directrices y si es "el míster X de Gürtel en la Comunitat".
El president ha reivindicado que él "ha dicho la verdad" en cada instante y, para colmo, ha lamentado que haya portavoces "tan maleducados". Ha afirmado que el PPCV está financiado "legal y además regularmente" y que así se verá en las cuentas que traerán a la comisión de investigación de Les Corts, y ha argumentado que "a día de hoy hay sólo una sentencia, que es exculpatoria y archiva las infamias y las mentiras".
Hay que reseñar que todos los diputados 'populares' se levantaron y aplaudieron a Francisco Camps, a su llegada al hemiciclo, excepto la parlamentaria alicantina y presidenta del PP de Benidorm, Gema Amor. Amor se ha alineado junto al presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, quien en la crisis del PPCV se ha mostrado crítico por como se ha gestionado y por no haber sido consultado en las decisiones.
