nuevatribuna.es
2 de junio de 2009, 14:59
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C. 02.06.2009
En algunos sectores del PSOE no ha sentado nada bien que José Bono haya accedido a participar en el curso de verano de la Universidad San Pablo CEU. Aunque el presidente del Congreso procura no salirse de su papel institucional y evita opinar sobre los temas de la actualidad política a nadie se le escapa cuál es su posición en asuntos como el aborto desde la óptima de un creyente como él.
Preguntado sobre las palabras de Antonio Cañizares �del que dice sentir un “gran afecto” y “cariño”- comparando el aborto y la pederastia, Bono calificó de "absolutamente inaceptable" tal comparación y aseguró que si el prefecto “tuviese hoy que hacer” las declaraciones sobre estas cuestiones “las matizaría”.
Cauto se mostró sobre lo manifestado por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, acerca de que un feto de trece semanas no es un ser humano, aunque recordó que incluso la Iglesia pensaba hasta el siglo XIX que un ser humano no tenía alma hasta las cuarenta semanas.
Tampoco quiso entrar a juzgar la condición de cristiano del candidato del PP a las europeas, el democristiano Jaime Mayor Oreja, pues sostiene que “a nadie se le debe faltar el respeto por ser católico, musulmán o ateo”.
RESALTA SU CONDICIÓN DE CRISTIANO
Tanto en su conferencia como en el coloquio posterior, Bono resaltó su condición de cristiano, pero haciendo hincapié en que "la fe no es ni un tributo ni un certificado de posesión de ninguna verdad terrenal". En este contexto, señaló que "se puede ser socialista y cristiano". "Y no hay que confesarse, aunque comprendo que hay alguien que no me daría la absolución, pero no estoy por pedirla", bromeó Bono, quien dijo ser consciente de que "para algunos" él es "muy molesto" porque "creen que un buen socialista debería ser ateo". "Siento defraudarles", concluyó el presidente del Congreso.
A la conferencia de Bono en la Universidad católica seguirán este miércoles la del ex presidente del Gobierno José María Aznar; la del embajador de España ante la Santa Sede, el socialista Francisco Vázquez; y la del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que clausurará el curso.
En algunos sectores del PSOE no ha sentado nada bien que José Bono haya accedido a participar en el curso de verano de la Universidad San Pablo CEU. Aunque el presidente del Congreso procura no salirse de su papel institucional y evita opinar sobre los temas de la actualidad política a nadie se le escapa cuál es su posición en asuntos como el aborto desde la óptima de un creyente como él.
Preguntado sobre las palabras de Antonio Cañizares �del que dice sentir un “gran afecto” y “cariño”- comparando el aborto y la pederastia, Bono calificó de "absolutamente inaceptable" tal comparación y aseguró que si el prefecto “tuviese hoy que hacer” las declaraciones sobre estas cuestiones “las matizaría”.
Cauto se mostró sobre lo manifestado por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, acerca de que un feto de trece semanas no es un ser humano, aunque recordó que incluso la Iglesia pensaba hasta el siglo XIX que un ser humano no tenía alma hasta las cuarenta semanas.
Tampoco quiso entrar a juzgar la condición de cristiano del candidato del PP a las europeas, el democristiano Jaime Mayor Oreja, pues sostiene que “a nadie se le debe faltar el respeto por ser católico, musulmán o ateo”.
RESALTA SU CONDICIÓN DE CRISTIANO
Tanto en su conferencia como en el coloquio posterior, Bono resaltó su condición de cristiano, pero haciendo hincapié en que "la fe no es ni un tributo ni un certificado de posesión de ninguna verdad terrenal". En este contexto, señaló que "se puede ser socialista y cristiano". "Y no hay que confesarse, aunque comprendo que hay alguien que no me daría la absolución, pero no estoy por pedirla", bromeó Bono, quien dijo ser consciente de que "para algunos" él es "muy molesto" porque "creen que un buen socialista debería ser ateo". "Siento defraudarles", concluyó el presidente del Congreso.
A la conferencia de Bono en la Universidad católica seguirán este miércoles la del ex presidente del Gobierno José María Aznar; la del embajador de España ante la Santa Sede, el socialista Francisco Vázquez; y la del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que clausurará el curso.
