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NUEVATRIBUNA.ES - 06.09.2009

Lejos de dar un paso atrás, Esperanza Aguirre sigue dispuesta a mantener el pulso con el presidente de su partido en el proceso que se sigue para la renovación de los órganos en Caja Madrid. Atrás quedaron las consignas –lanzadas desde Génova- sobre la potestad de Mariano Rajoy para nombrar al sustituto de Miguel Blesa, porque la presidenta madrileña mantiene el pulso e impone (y puede hacerlo) a su vicepresidente Ignacio González como único candidato a presidir la cuarta entidad financiera del país.

En cierta manera, Aguirre ha trasladado su batalla personal con Rajoy al proceso electoral de la Caja una vez que ha quedado desactivado Alberto Ruiz-Gallardón, principal valedor de Blesa. Tal es así que la lideresa está actuando al margen de Génova e intentando ganarse el favor del PSM al que ha tentado con una mayor presencia -hasta ahora es meramente institucional- de los socialistas en los órganos de dirección de la Caja, empezando con la vicepresidencia, que recaería en el socialista Jorge Gómez, según han confirmado fuentes consultadas a nuevatribuna.es.

Las conversaciones no han dejado de sucederse en las últimas semanas y cuatro son los actores que están participando en ellas. Por un lado, Aguirre y uno de sus principales interlocutores, el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta (sin olvidar al propio González que se autopromociona entre bambalinas). Por otro lado, Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños; además de las direcciones nacionales de Génova y Ferraz que también pretenden llevar la voz cantante. Pese al hermetismo de Rajoy con este asunto, miembros de su equipo no ocultan en manifestar el rotundo rechazo del presidente a que el número dos de Aguirre se ponga al frente de la entidad. Y no sólo él, Gallardón no le quiere ver ni en pintura; algunas fuentes apuntan al miedo del alcalde por que González estrangule los créditos al ayuntamiento cuya deuda asciende a los 7.000 mil millones de euros.

Pero es que, resulta, que en Ferraz, tampoco están muy por la labor de aceptar ese candidato y eso pese a que José Blanco dijo públicamente que no se opondría. ¿Las razones? Hay quien las encuentra en el interés del vicesecretario general del PSOE por adecuar a sus intereses la nueva composición de los órganos de dirección de la entidad, motivo por el cual la Federal mantiene también su particular pulso con el PSM.

El pacto entre Aguirre y Gómez aún no se ha oficializado e incluso algunos socialistas se han adelantado a afirmar que no existe tal acuerdo y que no apoyarían la candidatura de González. Pero lo cierto es que la presidenta madrileña sigue presionando al PSM (que por su parte se deja querer) para obtener su apoyo y darle un nuevo revés a Rajoy que quedaría así totalmente desautorizado.

Sin embargo, el guirigay montado en torno al proceso electoral de la Caja, puede al menos posponer el relevo de Blesa. El recurso presentado por el Ayuntamiento de Madrid por el reparto de los 64 consejeros cedidos por la Casa Real, consiguió paralizar las elecciones sobre las que pesa una suspensión cautelar ordenada por la jueza el viernes pasado. El auto no fue notificado a la Comisión de Control –convertida ahora en Comisión Electoral- que es la que en teoría debe realizar las oportunas alegaciones a la impugnación hecha por Gallardón.

La tensión es más que evidente en el seno de esta Comisión –que se reúne este mismo miércoles-, donde, a pesar de ser mayoría los aguirristas (9 de 13), tanto el presidente, el gallardonista Fernando Serrano, como un socialista y dos representantes de Comisiones Obreras de Madrid defienden las tesis del alcalde y mantienen que Aguirre ha vuelto a vulnerar la Ley de Cajas que ella misma aprobó.

Aguirre impone a Rajoy la persona que sustituirá a Miguel Blesa