jueves. 25.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 15.11.2019

Javier Sopeña y Silvia García han ofrecido este lunes una multitudinaria rueda de prensa tras regresar de El Aaiún y, según han relatado, las fuerzas de seguridad marroquíes "reventaban" a los jóvenes saharauis que participaron en el campamento antes de llevárselos inconscientes a un cuartel. Durante el desalojo, han contado que sólo se veía “humo y sangre". Pero, sobre todo, ambos se han mostrado muy críticos con la postura del Gobierno español y de la clase política. "Falta contundencia", ha subrayado Silvia García, reclamando al Ejecutivo que "condene de una vez el crimen de Marruecos".

Ambos se han quejado de que el Ejecutivo español "se vaya por los cerros de Úbeda". Poco importa lo que opine el Gobierno sobre lo acontecido estos días en el Sahara "si no es capaz de sostener con hechos lo que dice, en caso de que diga algo coherente", según Sopeña. Y también han arremetido contra la actitud del PP, recordando que la causa saharaui "siempre ha sido moneda de cambio", un recurso que han utilizado los partidos políticos "para ganar votos" y del que se han olvidado cuando han llegado al Gobierno. Tanto Sopeña como García han asegurado que durante las semanas que permanecieron allí fueron testigos de palizas a saharauis y tuvieron conocimiento por testimonios de familiares de "detenciones masivas", si bien no han visto en primera persona asesinatos ni desapariciones.

Los dos activistas pudieron grabar algunos vídeos del desalojo del campamento, aunque tuvieron dificultades para poder guardar las tarjetas de memoria de sus cámaras y distribuir las imágenes desde los sitios donde permanecían escondidos. Prueba del acoso al que están sometidos los periodistas que se encuentran allí es la "paliza" que recibió un informador norteamericano a quien, según su versión, los policías marroquíes confundieron con un español.

También han sugerido que Marruecos podría estar detrás de la divulgación de una fotografía de niños heridos colgada en la página web saharathawara.com y que, en vez de menores saharauis, correspondía a dos niños de Gaza heridos en 2006, imagen que publicaron algunos medios, entre ellos Efe. Han señalado que "no sería la primera vez" que Marruecos manipula o bloquea las webs de asociaciones saharauis.

Una vez que fueron conscientes de que no podía seguir informando de la situación, Sopeña y García decidieron aceptar la ayuda ofrecida por el Ministerio de Asuntos Exteriores para regresar a España. Respecto a esta ayuda, han señalado que tras el desalojo del campamento el ministerio contactó con ellos para indicarles que podían recurrir a Mariano Collado, depositario de los bienes de España en El Aaiún -que ejerce labores de cónsul- para abandonar el territorio con seguridad, si bien no podían ofrecerles protección hasta que se encontraran con él.

Ahora, ha explicado García, lo que quieren es "contar lo que está ocurriendo allí" ya que los propios saharauis no pueden hacerlo y, pese a la experiencia vivida, ha dejado claro que si puede "intentaré volver".

UN ESPAÑOL TORTURADO POR MARRUECOS

A propósito de las barbaridades que relatan los activistas que consiguen contar su experiencia, un ciudadano español de origen saharaui, Ahmed Yeddou Salem Lecuara, ha denunciado a la Fundación Sáhara Occidental haber sido "salvajemente torturado" entre el 8 y el 12 de noviembre en el cuartel de la Gendarmería marroquí de El Aaiún.

Ahmed Yeddou Salem Lecuara, nacido el 27 de julio de 1976 en El Aaiún, casado y padre de un hijo, fue detenido el pasado 8 de noviembre por las fuerzas marroquíes, el mismo día del asalto al campamento de protesta levantado en las afueras de la ciudad. Según su propio testimonio, remitido por carta a la Fundación, había llegado el día anterior para visitar a varios familiares en el campamento. "A las seis de la mañana me detuvieron, me ataron y me torturaron fuertemente", afirma, citado en un comunicado de la propia Fundación Sáhara Occidental.

Posteriormente y en conversación telefónica con la Fundación, Ahmed Yeddou Salem Lecuara, explicó que fue trasladado al cuartel de la Gendarmería, donde fue "salvajemente torturado junto con otras 72 personas", todas ellas saharauis. Las fuerzas marroquíes, siempre según su testimonio, "le golpearon con porras y todo tipo de objetos, tanto a él como al resto de los detenidos, por todo el cuerpo, y le colgaron cabeza abajo con las manos atadas a la espalda", prosigue el comunicado. "Otra tortura que sufrió, junto con el resto de los detenidos, fue no dejarles dormir", añade el texto.

"Allí estuvo durante cinco días, hasta que fue puesto en libertad el viernes, 12 de noviembre de 2010, cuando fue conducido al Tribunal de El Aaiun y, a pesar de solicitar ante ese Tribunal poder denunciar lo que le había sucedido, no se lo permitieron, dejándolo en libertad junto con seis más de los 72 que fueron conducidos a este Tribunal. El resto fueron juzgados y se encuentran en prisiones del Sáhara Occidental y de Marruecos".

El presidente de la Fundación, José Manuel de la Fuente, ha explicado este lunes a Europa Press que Ahmed Yeddou Salem Lecuara prefiere no hacer declaraciones de momento a la prensa porque "teme por su vida" y que su prioridad en estos momentos es salir del Sáhara Occidental, tras lo cual no se descarta un encuentro con los medios. "Tiene informaciones tremendas", según sus palabras.

La Fundación ha iniciado gestiones ante el Consulado español en Rabat para facilitar su traslado a España y ha enviado por correo electrónico varias fotografías de Lecuara con señales de torturas --remitidas por él mismo-- y una copia de su pasaporte (BC986689), en el que se confirma su nacionalidad "española" y su número de Documento Nacional de Identidad (78.599.430-N). "Supimos que era español casi por intuición", afirma José Manuel de la Fuente, que relata: "Conocíamos a una familia con el apellido Lecuara y les llamamos para comprobarlo". Al parecer, los propios familiares de Salem Lecuara enviaron el pasado 9 de noviembre un fax al Consulado de España en Agadir "pidiendo la protección para él y explicando lo sucedido. "Nadie hizo nada ni enviaron a personal del Consulado para protegerle".

La Fundación reclama que “es urgente que el Gobierno de España, por vía de sus servicios diplomáticos, se pongan urgentemente en contacto con el ciudadano español Ahmed Yeddou Salem Lecuara para proporcionarle la vía segura para salir del Sáhara Occidental y recibir asistencia médica".

Activistas españoles: el PP "quiere ganar votos" con la causa saharaui