jueves. 28.03.2024

Los andaluces/as, conmemoramos  el 33 aniversario de la aprobación de nuestro primer Estatuto de Autonomía de Andalucía, y lo conmemoramos en el centro de un contexto político y social bastante desolador. Millones de andaluces/as, tenían la seguridad y el orgullo de haber alcanzado, y consolidado, a través de su Estatuto de Autonomía, una mayor cuota de bienestar social, cultural y libertad democrática, en estos últimos 30 años.

Después de 6 años de ajustes y recortes, la gran mayoría de la ciudadanía está desconcertada e indignada, al mismo tiempo que atemorizada. El miedo al presente y futuro se ha incrementado en una gran parte de la sociedad andaluza, que  tiene que  reaccionar ante la magnitud, insoportable, del 36% de andaluces/as en paro. Cunde el desánimo, entre las capas de la sociedad más vulnerables, al ver como la pérdida de derechos fundamentales que se tenían ya como inamovibles, se están yendo al traste por la aplicación de decisiones políticas, conscientemente, equivocadas y reaccionarias, del gobierno central, y la presión continua de la troika. 

La mayoría de los andaluces/as, ante este nuevo panorama social y político que se vive en la actualidad, que empobrece la vida de la sociedad andaluza y el porvenir incierto, de las nuevas generaciones, no queda otro camino que despertar, reflexionar, salir del letargo en el que se ha instalado pensando que todo lo conseguido en derechos era para toda la vida. Los derechos conquistados no son un regalo de nadie, la historia nos dice cuántos miles de andaluces/as, han sacrificado sus vidas para arrancar e implantar lo que llamamos el Estado de Bienestar. Hay que volver al espíritu luchador que nos legaron nuestras generaciones anteriores. Tenemos que recuperar nuestra autoestima y dignidad (los bancos de alimentos tienen que ser pasajeros), luchar y reivindicar otra política y la puesta en funcionamiento del contenido del nuevo Estatuto de Autonomía, aprobado por los andaluces/as, en Referéndum el 18 de Febrero de 2007.

Estatuto de Autonomía, que en su contenido es un verdadero programa de acción política, que la mayoría de los andaluces/as junto a las fuerzas políticas y sociales aprobó en el Referéndum, y que antes el peligro de todo intento de los enemigos del Estado de las Autonomías, de recentralizar recortando sus competencias, hay que movilizarse (siempre), y fundamentalmente el 28 F, para que no se convierta en papel mojado como están haciendo con la Constitución española.

Los andaluces/as, debemos tomar conciencia del valor y la importancia que tiene el Estatuto de Autonomía, para la articulación de una Andalucía libre, democrática y prospera. La libertad, la democracia y la prosperidad son fundamentos en él que se asientan nuestro Estatuto de Autonomía, no sólo, en el terreno teórico compuesto por su articulado, (que se deben leer y estudiar), sino en su puesta en práctica, que es y debe ser, una de las grandes tareas y preocupación continua de la ciudadanía andaluza, para que nuestros representantes en el Parlamento, y el Gobierno Andaluz lo lleven a la práctica.

Si las generaciones de andaluces/as hace 36 años, fueron capaces de unirse, llegar acuerdos, a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que existían, para terminar con el principal obstáculo (la dictadura), y articular un movimiento de voluntades manifestado el 4 de diciembre 1977, y ganar el Referéndum del 28 F, para imponer por la vía del artículo 151 de la Constitución una autonomía plena, en igualdad de condiciones con las Nacionalidades Históricas. ¿Cómo las nuevas generaciones, no hacen el mismo esfuerzo de unidad y articulan, de nuevo, un movimiento de similar características?

Cambiar el curso de la política que se ha instalado en la UE y en nuestro país, de ajustes y austeridad salvaje, que hace peligrar la Libertad, la Democracia y la puesta en práctica del Estatuto de Autonomía, requiere de un gran esfuerzo y voluntad de las nuevas generaciones, ellas, están llamadas a impedir desde el lugar que ocupen en la sociedad, bien en las Instituciones Democráticas donde muchos gobiernan, y en la calle, que terminen con todos los derechos políticos, sociales, culturales y civiles conquistados por sus padres y abuelos. En Andalucía, hay cerca de un millón y medio de desempleados, seis millones en España, producto de reformas laborales impuestas contra los trabajadores, para liquidar sus derechos y rebajar los salarios al mínimo, que es definitiva y rotundamente, el verdadero cariz (en esta falsa crisis), beneficiar al 20% de los españoles más ricos y a los especuladores extranjeros.

El Gobierno de Andalucía de PSOE-IU, lleva gobernando cerca de dos años y lo está haciendo sobre el acuerdo pactado para gobernar hasta el 2016 en la Comunidad Andaluza. Por primera vez desde el año 82, los dos partidos de izquierdas, más importantes, gobiernan conjuntamente y lo están haciendo con una oposición  muy dura y un gobierno central del mismo partido (el PP), lo que hace más difícil llevar a cabo la labor del gobierno.

En la Comunidad Andaluza, existe una gran contradicción que llama la atención a los ciudadanos, el Estatuto, fue fruto del consenso de todos los partidos políticos y organizaciones sociales, y refrendado por una gran mayoría de andaluces que fueron a votar. Sin embargo, a la hora de aplicar el Estatuto de Autonomía, el consenso se rompe. El gobierno andaluz gobierna poniendo en funcionamiento un programa progresista, desde el acuerdo pactado basado en la aplicación del Estatuto de Autonomía, sin embargo, la oposición que lo consensuó, combate con toda su fuerza la política del gobierno, en lugar de apoyar aquellas políticas que mejoren la vida de los andaluces/as.  

La situación política actual con sus secuelas desde hace 6 años, está poniendo a prueba la capacidad política de las dos fuerzas PSOE e IU, para resistir las trabas y zancadillas que reciben, no solo, del gobierno central sino, también, de otras fuerzas ocultas y más poderosas en España y la UE, que no les interesa que este proyecto siga adelante. Tanto el PSOE e IU, saben muy bien, o deben saber que los andaluces/as tienen una gran esperanza en su labor de gobierno, que gobernar, en momentos difíciles y complicados, hay que oponer a los intereses de partido, los intereses de los ciudadanos y demostrar en estos dos años que les queda que, el acuerdo de gobierno pactado fue un acierto, y que se puede hacer otra política basada en los intereses de la inmensa mayoría de los andaluces/as.

El 2014 es un año decisivo, para empezar hacer realidad dicha esperanza de los andaluces/as, de que la salida de esta calamitosa situación puede mejorar, que es posible hacer otra política, crear empleo estable, y mientras se lleva a cabo la puesta en funcionamientos de una renta básica, parar los desahucios para evitar que millones de andaluces /as, sigan entrando en el infierno de la exclusión social. El gobierno andaluz, debe resistir la presión del gobierno central, y garantizar que los derechos básicos para la sociedad no serán privatizados, y trabajar para mejorarlos. La Sanidad, Educación, Ley de Dependencia son derechos vitales, e intocables, para los andaluces/as.

La creación de una Banca Pública y un Banco de Tierra, son dos herramientas necesarias para crear empleo y avanzar en un desarrollo equilibrado de la Autonomía Andaluza. La lucha contra la corrupción, la transparencia en la administración, y una mayor participación de la ciudadanía en las Instituciones, junto a la igualdad de mujeres y hombres, darán una mayor fortaleza a la Libertad y la Democracia reflejada en el Estatuto de Autonomía andaluza.

En el 33 aniversario de la autonomía andaluza