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23 de agosto de 2009, 16:55
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.8.2009
Los "populares" siguen empeñados en evitar que se extinga el "incendio" político provocado por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, que fue la primera en denunciar que varios miembros de su partido estaban siendo espiados por los órganos del Estado. Desde entonces, nadie ha aportado una sola prueba que apuntale tales acusaciones y la propia Cospedal se ha remitido a lo que han publicado o difundido los medios de comunicación.
A pesar de todo, los dirigentes del PP no se dan por vencidos. Ahora, es su presidente, Mariano Rajoy, quien afirma la existencia de una campaña contra su partido. En una entrevista concedida a el Faro de Vigo, considera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "cuando menos, deja hacer a los Torquemadas de turno, y quien deja hacer, se convierte en cómplice".
Rajoy asegura que lo que le preocupa es la "salud democrática de España" y, preguntado por si tiene pruebas de la campaña contra el PP, responde que sí las tiene de "detenciones televisadas, filtraciones del sumario, publicaciones de actuaciones policiales que no están en el sumario..". Es decir que, como su segunda de a bordo, se remite a lo que los medios de comunicación han venido informando sobre los casos de corrupción que salpican al principal partido de la oposición.
En la entrevista, que recoge fotografías de un paseo con su esposa por la playa de A Lanzada, Mariano Rajoy también expone sus criterios sobre la fusión de las Cajas de Ahorros y defiende que deben primar los económicos. "Soy partidario de que las cajas tomen las decisiones que sean mejores desde el punto de vista económico para ellas y, sobre todo, para los impositores y los depositantes", e insiste en que si priman los intereses políticos, "el sistema será peor".
Finalmente, el presidente popular reafirma que el PP se opondrá "rotundamente" a subidas de impuestos porque, en su opinión, sólo serviría para "retrasar la salida de la crisis".
Los "populares" siguen empeñados en evitar que se extinga el "incendio" político provocado por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, que fue la primera en denunciar que varios miembros de su partido estaban siendo espiados por los órganos del Estado. Desde entonces, nadie ha aportado una sola prueba que apuntale tales acusaciones y la propia Cospedal se ha remitido a lo que han publicado o difundido los medios de comunicación.
A pesar de todo, los dirigentes del PP no se dan por vencidos. Ahora, es su presidente, Mariano Rajoy, quien afirma la existencia de una campaña contra su partido. En una entrevista concedida a el Faro de Vigo, considera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "cuando menos, deja hacer a los Torquemadas de turno, y quien deja hacer, se convierte en cómplice".
Rajoy asegura que lo que le preocupa es la "salud democrática de España" y, preguntado por si tiene pruebas de la campaña contra el PP, responde que sí las tiene de "detenciones televisadas, filtraciones del sumario, publicaciones de actuaciones policiales que no están en el sumario..". Es decir que, como su segunda de a bordo, se remite a lo que los medios de comunicación han venido informando sobre los casos de corrupción que salpican al principal partido de la oposición.
En la entrevista, que recoge fotografías de un paseo con su esposa por la playa de A Lanzada, Mariano Rajoy también expone sus criterios sobre la fusión de las Cajas de Ahorros y defiende que deben primar los económicos. "Soy partidario de que las cajas tomen las decisiones que sean mejores desde el punto de vista económico para ellas y, sobre todo, para los impositores y los depositantes", e insiste en que si priman los intereses políticos, "el sistema será peor".
Finalmente, el presidente popular reafirma que el PP se opondrá "rotundamente" a subidas de impuestos porque, en su opinión, sólo serviría para "retrasar la salida de la crisis".