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NUEVATRIBUNA.ES - 23.10.2009

Entre esos "no amigos" del actual presidente valenciano se encuentran los presidentes provinciales del PP, Alfonso Rus, Carlos Fabra y Joaquín Ripoll. Según cuenta el diario Levante, este jueves, tras la esperpéntica comparecencia del president en la sesión de control de Les Corts, mantuvieron un encuentro privado en Castellón para diseñar una estrategia frente a la crisis. En contra de la doctrina Camps, los tres 'conspiradores', sí creen que hay una crisis en el PP de la Comunitat, desencadenada por las revelaciones del caso Gürtel y por la destitución del número dos regional, Ricardo Costa. Esa opinión es compartida, según se desprende la información del diario, por la dirección nacional del partido que alentó el encuentro.

De los tres, Ripoll es quien actualmente lidera a los zaplanistas a quienes se suponía que Camps había conseguido tener bajo control y que, a medida que ha ido complicándose el caso Gürtel, han empezado a recuperar posiciones. El presidente del PP de Alicante fue de los primeros en pedir que rodaran cabezas y tras el cese del ex número dos de Camps, dijo que "las responsabilidades no se acaban en Costa".

Levante asegura que "los barones provinciales acordaron hacer frente común para tomar las riendas del partido e incluso controlar al presidente en un momento tan complicado como el actual. (...) El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, es quien se ha erigido como referente para una maniobra que tendría el respaldo de Génova. (...) En las últimas semanas, Génova ha mantenido contactos directos con los presidentes provinciales. Hasta ahora el único que tenía hilo directo con el presidente del PP nacional era Camps".

La Generalitat, entretando, sigue esforzándose por aparentar que "aquí no pasa nada". Incluso el gabinete de Presidencia ha llegado a afirmar que "si la reunión se ha producido es bajo la supervisión de Camps y lo que se haya acordado será siguiendo instrucciones del presidente".

Veremos si sigue reaccionando de la misma manera cuando los barones planteen a Camps las peticiones que, según Levante, han acordado trasladarle en una próxima reunión: cambios en el partido, en las Corts e incluso en el Consell. Y, lo que es más importante, un nuevo secretario general que cierre la la situación de provisionalidad generada tras la marcha de Costa.

¿Quién no teme a Eduardo Zaplana?