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NUEVATRIBUNA.ES 15.07.2010

El Gobierno y el PSOE están satisfechos del resultado del debate de política general que concluyó este jueves en la Cámara baja tras quince horas de discusión dialéctica entre el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y los portavoces de los distintos grupos parlamentarios. La impresión generalizada en las filas socialistas es que “se ha salvado un debate muy difícil” en el que estaba en juego el propio liderazgo del jefe del Ejecutivo por su gestión de la crisis económica, y ello gracias a “solventar” el enfrentamiento con Mariano Rajoy.

Fuentes de La Moncloa señalaron que el debate “sirvió para clarificar muchas cosas”. Por un lado, la ausencia de propuestas del líder de la oposición, que retrató un PP instalado “en el no y la nada”, como destacó el portavoz socialista José Antonio Alonso; y por otro, la “firmeza” para acometer reformas manifestada por el presidente con la célebre frase “cueste lo que cueste o me cueste lo que me cueste”. No obstante, el Gobierno no echa las campanas al vuelo: “la situación sigue siendo muy difícil”, aseguran estas mismas fuentes que no se atreven a aventurar cuando se empezarán a ver los primeros signos de recuperación económica. “Es momento de abordar las reformas necesarias y cumplir la hoja de ruta marcada por el presidente”, insisten.

Pero las dificultades para superar la crisis que ya nadie niega en el PSOE quedaron sin duda atenuadas por una intervención de Rajoy muy criticada por su insistencia en pedir elecciones anticipadas a año y medio para que se disuelva el Parlamento cara a la próxima cita electoral de 2012. Para la secretaria de Organización socialista, Leire Pajín, el jefe de la oposición demostró tener “la peor de las actitudes” al lanzar “soflamas” y no aportar “ni una sola propuesta” salvo el “váyase señor Zapatero”. Alonso también insistió en el mensaje de que a Rajoy “no le importa nada su país” porque “sólo trata de pillar el poder”.

Sin embargo, Rajoy no escuchó en directo las críticas de los dirigentes socialistas porque decidió no acudir a la segunda jornada del debate del estado de la nación. La única explicación dada por el PP fue que su jefe de filas había hecho lo mismo que el año pasado cuando también se perdió las intervenciones del Grupo Mixto y el cierre con la última intervención de Zapatero y que además había estado “hasta el final” del pleno del miércoles, que acabó cerca de las once de la noche. Eso no fue suficiente para que algunos ministros criticaran su ausencia mientras en pasillos se comentaba que Rajoy, no una, sino “dos o tres veces” había faltado al segundo día del debate desde que Zapatero es presidente del Gobierno, e incluso, hay quien también aseguró que en alguna ocasión faltó a la votación de las resoluciones.

La mayoría de los portavoces de las distintas fuerzas políticas mostraron su convencimiento en que Zapatero “agotará” la legislatura. De ello también dependerá la aprobación o no de los Presupuestos Generales del Estado que empezarán a tramitarse a la vuelta de las vacaciones. El PSOE dice tener prácticamente asegurado el apoyo del PNV pero no descarta ganarse el favor de CiU siempre y cuando se celebren cuanto antes las elecciones en Cataluña. De la fecha de esos comicios hablarán Zapatero y el presidente de la Generalitat José Montilla en la reunión “privada” y sin rueda de prensa que mantendrán la próxima semana en La Moncloa. “La fecha aún no está cerrada, posiblemente será el lunes o martes próximo”, apuntan fuentes monclovitas.

El Estatut será el asunto central de ese encuentro pero antes, los socialistas intentarán acordar una resolución conjunta con los partidos catalanes pero impulsada por el PSOE y los 25 diputados del PSC. El plazo para la presentación de las resoluciones del debate que se votarán el día 20 acaba este viernes al mediodía y la dirección del Grupo Socialista negocia a contrarreloj el contenido de la misma. Las posiciones parten muy enfrentadas sobre todo del lado de ERC “muy radicalizado y continuamente enredando” en este asunto, dicen en el Congreso. En todo caso, el PSOE sólo aceptará una resolución “genérica” prácticamente calcada de lo dicho por Zapatero en su intervención parlamentaria.

Quince es el cupo de resoluciones que pueden presentar cada uno de los grupos. Los socialistas preparan las suyas que irán desde energía, industria, cajas de ahorro y sobre el aborto para garantizar que se cumpla la ley en todas las comunidades autónomas. El martes también se votará el techo de gasto y el miércoles se celebrará la sesión de control y el debate de totalidad de las reformas laboral y de las cajas de ahorro.

"Objetivo cumplido" para el Gobierno