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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 15.4.2009

Bülent Sam y �mer Müslümanoglu aterrizaron anoche en Madrid atendiendo a la demanda de la asociación que agrupa a la mayoría de las víctimas del siniestro. Llegan con el propósito de poder ofrecer su versión de los hechos, si la Audiencia Nacional cambia de criterio y les deja declarar. El magistrado Javier Pérez Bermúdez, que preside el tribunal, desestimó su declaración, como solicitaban la fiscalía y las acusaciones, el pasado 31 de marzo.

Nada más llegar a Madrid, han asegurado que el objetivo de su visita es "solidarizarnos con los militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en Turquía y prestar declaración si el juez nos invita a hacerlo". En declaraciones realizadas a varios medios, estos forenses han desmentido algunas de las acusaciones que se han vertido contra ellos durante el juicio que comenzó el pasado 24 de marzo. Entre otras cosas, han revelado que se comunicaban con el general Vicente Navarro en inglés, y que éste era plenamente consciente de que se llevaba 30 cadáveres sin identificar y que les confesó que tenía prisa porque se preparaba una ceremonia militar en Madrid.

El tribunal rechazó estos testimonios por considerarlos innecesarios y sólo admitió los de Fátima Mukaddes, que cotejó muestras de ADN en el laboratorio de Estambul; y de dos de los forenses de Trabzon, Mustafa Günduz y Bület Savran, quienes según sus colegas turcos tuvieron un papel menos relevante. Está previsto que los tres declaren hoy por videoconferencia.

LOS ESPAÑOLES ASUMIERON TODA LA RESPONSABILIDAD

Han insistido en que ellos no cometieron ningún error en la identificación de los cadáveres y que recopilaron muestras de ADN de todos los militares fallecidos en el lugar del accidente, muestras que, según han afirmado, aún guardan. También han explicado que los españoles firmaron un informe en el que se comprometían a identificar los cadáveres y en el que asumían las responsabilidades de esa identificación. "Nosotros les advertimos de que no se llevasen los cadáveres sin realizar antes las pruebas de ADN, pero a pesar de todo se los quisieron llevar", han relatado.

Algunos familiares de las víctimas del Yak-42 han recibido a estos dos forenses en el aeropuerto de Barajas, entre ellas Granada Ripollés, hermana del comandante Ripollés que falleció en el accidente. Ripollés ha asegurado que "es importante que en la Audiencia Nacional se oiga la verdad porque hasta ahora se han estado escuchando muchas mentiras".

En este sentido, ha afirmado que los forenses turcos son los únicos que pueden decir la verdad de lo que ocurrió porque ellos estuvieron allí". "Es nuestra última esperanza, que el juez Bermúdez se digne a llamarles a declarar y que oiga la otra versión. Sólo se ha oído la versión española y falta la turca", ha manifestado.

"Nosotros les advertimos de que no se llevasen los cadáveres sin realizar antes...