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2 de octubre de 2009, 7:02
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 2.10.2009
Sirera respondió así a las declaraciones de la portavoz parlamentaria popular, Dolors Montserrat, que este viernes pidió la dimisión de Sirera, tras destacar que, si le hubiese pasado lo mismo, sería consecuente y dimitiría. "No pienso dimitir. No he hecho ni dicho nada en contra de mi partido. Lo que tenemos que hacer entre todos, desde dentro del partido, es trabajar conjuntamente para que deje de ser residual en Catalunya y se convierta en partido de gobierno", dijo.
Tras haber hablado con el secretario general del PP catalán, Jordi Cornet, Sirera sostuvo que la dirección ha entendido las explicaciones que dio porque "todo el mundo" conoce su opinión y su estima por el partido.
Pese a admitir que la frase "no es muy afortunada", intentó justificarse comparándola con otras, y añadió que lo importante no es el mensaje sino que se haya vulnerado una libertad como es la de las comunicaciones. "Es intolerable que en un Estado de derecho alguien pueda violar tu correspondencia electrónica. Hemos luchado mucho en este país para que alguien puede vulnerarla", manifestó Sirera, que descartó que esto conlleve el inicio de una 'caza de brujas' hacia él por parte de la dirección.
Sirera respondió así a las declaraciones de la portavoz parlamentaria popular, Dolors Montserrat, que este viernes pidió la dimisión de Sirera, tras destacar que, si le hubiese pasado lo mismo, sería consecuente y dimitiría. "No pienso dimitir. No he hecho ni dicho nada en contra de mi partido. Lo que tenemos que hacer entre todos, desde dentro del partido, es trabajar conjuntamente para que deje de ser residual en Catalunya y se convierta en partido de gobierno", dijo.
Tras haber hablado con el secretario general del PP catalán, Jordi Cornet, Sirera sostuvo que la dirección ha entendido las explicaciones que dio porque "todo el mundo" conoce su opinión y su estima por el partido.
Pese a admitir que la frase "no es muy afortunada", intentó justificarse comparándola con otras, y añadió que lo importante no es el mensaje sino que se haya vulnerado una libertad como es la de las comunicaciones. "Es intolerable que en un Estado de derecho alguien pueda violar tu correspondencia electrónica. Hemos luchado mucho en este país para que alguien puede vulnerarla", manifestó Sirera, que descartó que esto conlleve el inicio de una 'caza de brujas' hacia él por parte de la dirección.
