viernes. 19.04.2024

La idea de Alberto Ruiz-Gallardón es que las personas que, por vivir y dormir en la calle, hacen un "uso privativo" del espacio público puedan ser trasladadas incluso a la fuerza a hospitales o recursos asistenciales, un punto fundamental para implementar una medida de este tipo, ya que según ha reconocido el propio alcalde de Madrid nadie tiene "la autoridad moral" para echar a alguien de la calle a costa de "expulsarlo a otro espacio público porque no hay un sistema para acogerlo".

"Es un debate para toda España. Tenemos que aprobar una ley estatal que establezca que, cuando hay recursos públicos gratuitos y suficientes, sea obligatorio abandonar la vía pública. Estoy absolutamente a favor de eso. Es necesario un debate profundo sobre los usos de la vía pública", ha señalado Gallardón.

"Tenemos que aprobar una ley estatal que establezca que, cuando hay recursos públicos gratuitos y suficientes, sea obligatorio abandonar la vía pública", dice el alcaldeY ha insistido en que "hace falta una reflexión sobre la compatibilidad" de los usos de la vía pública que dé prioridad al "uso mayoritario que reclaman los residentes, sobre todo en el centro" de la capital, si bien ha matizado que esto "no puede hacerlo el Ayuntamiento, sino el Estado" y ha asegurado que "hay muchos alcaldes de diferentes colores políticos que están de acuerdo".

En cualquier caso, ha reconocido que ésta no es materia para la actual campaña electoral municipal y autonómica porque precisa de una normativa estatal, pero ha asegurado que pedirá a su partido que incluya algún compromiso en esta línea en el programa con el que el PP concurra a las generales de 2012.

Además, ha considerado fundamental que los ayuntamientos cuenten con un marco legal que les permita regular los usos que se hacen del espacio público, no sólo en lo relativo a indigencia, sino también a comportamientos delictivos o que perturban la convivencia vecinal, como sucede con el ruido de los botellones.

Por último, el primer edil ha recordado que actualmente en Madrid "el sin techo que sigue durmiendo en la calle lo hace por su voluntad, no por necesidad, porque incluso en los momentos más extremos -como en el invierno- no ha habido ni una sola solicitud que (el Ayuntamiento) no haya podido contestar".

"El problema es que ahora que hemos cumplido el objetivo social no tengo una ley que me ampare para obligar a una persona que está en la calle a desplazarse contra su voluntad", ha zanjado.

“ES UN DESPRECIO”, DICE LISSAVETZKY

El candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, no ha tardado en responder a la propuesta del alcalde y ha considerado “absolutamente inaceptable la demagogia y la manipulación de las que Gallardón ha hecho gala esta mañana al proponer que el Gobierno cree un mecanismo para sacar de la calle a las personas sin techo.

Para Lissavetzky “es intolerable que con absoluto desprecio a la dignidad de las personas, Gallardón asegure que muchos de los ‘sin techo’ lo son por voluntad y no por necesidad y quiera excluirlos más de lo que ya lo están por la escasez de políticas sociales y la reducción en el gasto de prestaciones y servicios sociales del Ayuntamiento a la ciudadanía más desfavorecida”.

Lissavetzky: “Este planteamiento me trae recuerdos de la Ley sobre vagos y maleantes"Considera, asimismo, inaceptable que la débil inversión y apuesta por las políticas sociales desde el ayuntamiento derive ahora en desviar la responsabilidad hacia el Gobierno de la nación. “Es inaceptable –ha dicho- que ahora, porque le molesta ver gente necesitada por la calle pida que se elabore una Ley estatal que le permita ‘limpiar Madrid’,  que le autorice a obligar a los ‘sin techo’ a retirarse de la vía pública, asegurando con total cinismo que el Ayuntamiento cuenta con recursos sociales suficientes para atender a esas personas”.

Para el candidato socialista el actual Gobierno Municipal debería buscar soluciones para la reinserción, para la inclusión social de todos los ciudadanos y ciudadanas de Madrid, incrementando las políticas contra la pobreza, la marginación y la exclusión.

Lissavetzky asegura que no reconoce a Gallardón en esta deriva radical. “Este planteamiento me trae recuerdos de la Ley sobre vagos y maleantes que no hacía otra cosa que encarcelar a los pobres, en lugar de trabajar por la inclusión social y luchar contra la pobreza, no contra los pobres”.

Para Lissavetzky esto se puede arreglar con políticas de ayudas, prestaciones y servicios sociales, que ayuden y proporcionen medios a este grupo de población, algo que Gallardón ha reducido desde el Ayuntamiento, como ha hecho disminuir muchas de las subvenciones a las ONG que se ocupaban de esta población marginada y desfavorecida. 

Gallardón ha dado un giro preocupante a su discurso, más propio de posiciones radicales que de un político moderado como se ha presentado hasta ahora. “Ese radicalismo –ha concluido Jaime Lissavetzky- es pura demagogia electoral y en este caso, un insulto hacia la dignidad y los derechos humanos de muchas personas que no dejan de serlo porque nada posean”.

Gallardón no quiere mendigos