nuevatribuna.es
23 de febrero de 2009, 17:29
El secretario general del Grupo Socialista habla para Nueva Tribuna de las temas más candentes de la actualidad política. Se ha extractado una primera parte de la entrevista centrada en la dimisión del ministro Mariano Fernández Bermejo. En las próximas horas, los lectores podrán leer el resto de la charla.
Nueva Tribuna. ¿Cree que la dimisión de Bermejo era obligada?
Ramón Jáuregui. A mi me parece excesiva como gesto. Si se trata de analizarlo como respuesta a la inoportunidad de ese encuentro en una cacería o de las irregularidades frente a la licencia de caza, no me parece que deba motivar la dimisión de un ministro. En todo caso, Bermejo ha colocado muy alto el listón de la honestidad personal y ahora todas las miradas se dirigen hacia situaciones muchísimo más graves que se están produciendo en el PP y que se merecen una respuesta como mínimo semejante.
NT. Pero ha resultado un poco extraño y precipitado que hace cinco días, aquí en el Pleno, Bermejo dijera que no pensaba dimitir y que hoy lunes lo anuncie.
RJ. A mi me ha sorprendido pero supongo que es consecuencia de un análisis personal y de no dar coartada a toda la ‘teoría de la conspiración’ que se había articulado en torno a eso. Creo que Bermejo con su decisión ha liquidado las pretensiones de que el foco mediático estuviera mirando a lo colateral y no a lo principal que era la investigación de la Audiencia Nacional sobre altos cargos del PP en Madrid y Valencia.
NT. Pero hoy mismo ha salido Trillo diciendo que la dimisión no explica las connivencias entre Bermejo y el juez Garzón y que pedirán explicaciones al presidente Zapatero. Parece que no se han calmado las aguas�
RJ. Creo que esa es la conspiración. Es decir, hacer de un encuentro, insisto, casual, una circunstancia de la que se derive un ataque a la independencia del Poder Judicial, sin ninguna base, sin ningún indicio� Es una conspiración parecida a la que gestaron los mismos el 11-M.
”HA PODIDO INFLUIR LA TENSIÓN EN EL MUNDO DE LA JUSTCIA”
NT. ¿Cuál cree que ha sido el detonante principal, los problemas y enfrentamientos que ha habido con el mundo de la justicia o la cacería en sí?
RJ. No conozco las razones que el presidente (Zapatero) ha trasladado al ministro o que éste ha trasladado al presidente para tomar la decisión de dimitir. Interpreto que la tensión que se estaba produciendo en el mundo judicial no era un buen escenario para el trabajo en la modernización de la justicia. Y ha podido también influir en esa decisión. Quizá el propio ministro ha observado las dificultades de llevar a cabo una tarea consensuada en un camino en que las tensiones de los agentes (funcionarios, jueces�) estaban en un nivel de exacerbación muy poco aconsejable para un trabajo consensuado en la reforma de la justicia.
NT. En ese sentido es positiva según usted.
RJ. Claro que ha podido influir ese factor. Si a partir de ahí, esa tarea tan importante de modernizar la justicia que implica una urdimbre de consensos y de pactos de largo alcance se hace con otro protagonista será bueno.
CAAMAÑO, LA ANTÍTESIS DE BERMEJO
NT. Cree entonces que con Francisco Caamaño se recuperará el consenso.
RJ. Creo que Caamaño es una persona ideal para eso. Es un hombre con un enorme fundamento jurídico. Tiene una amplia tarea de gobierno. Es un hombre de un carácter particularmente dado al fair play y a la buena relación con los interlocutores; de una sensibilidad autonomista muy profunda y probablemente muy consciente de que su tarea implica una recuperación de relación con todos los agentes en el complejo mundo de la justicia.
NT. Su perfil entonces es radicalmente opuesto al de Bermejo.
RJ. Sí. Probablemente Bermejo ha aportado un grado de vehemencia a este tema que suele ser consecuencia de pertenecer al medio. A veces, más que una ventaja suele resultar un inconveniente, es como poner un médico para dirigir la sanidad.
Creo que la elección del nuevo ministro estaba muy bien pensada y probablemente al presidente le importa especialmente la recuperación de un marco consensuado con los protagonistas de la justicia en este país y que esto puede estar en la virtud que extraemos de la dimisión. Si está en el origen de la dimisión, no lo sé, pero que es una consecuencia positiva, sin duda.
Nueva Tribuna. ¿Cree que la dimisión de Bermejo era obligada?
Ramón Jáuregui. A mi me parece excesiva como gesto. Si se trata de analizarlo como respuesta a la inoportunidad de ese encuentro en una cacería o de las irregularidades frente a la licencia de caza, no me parece que deba motivar la dimisión de un ministro. En todo caso, Bermejo ha colocado muy alto el listón de la honestidad personal y ahora todas las miradas se dirigen hacia situaciones muchísimo más graves que se están produciendo en el PP y que se merecen una respuesta como mínimo semejante.
NT. Pero ha resultado un poco extraño y precipitado que hace cinco días, aquí en el Pleno, Bermejo dijera que no pensaba dimitir y que hoy lunes lo anuncie.
RJ. A mi me ha sorprendido pero supongo que es consecuencia de un análisis personal y de no dar coartada a toda la ‘teoría de la conspiración’ que se había articulado en torno a eso. Creo que Bermejo con su decisión ha liquidado las pretensiones de que el foco mediático estuviera mirando a lo colateral y no a lo principal que era la investigación de la Audiencia Nacional sobre altos cargos del PP en Madrid y Valencia.
NT. Pero hoy mismo ha salido Trillo diciendo que la dimisión no explica las connivencias entre Bermejo y el juez Garzón y que pedirán explicaciones al presidente Zapatero. Parece que no se han calmado las aguas�
RJ. Creo que esa es la conspiración. Es decir, hacer de un encuentro, insisto, casual, una circunstancia de la que se derive un ataque a la independencia del Poder Judicial, sin ninguna base, sin ningún indicio� Es una conspiración parecida a la que gestaron los mismos el 11-M.
”HA PODIDO INFLUIR LA TENSIÓN EN EL MUNDO DE LA JUSTCIA”
NT. ¿Cuál cree que ha sido el detonante principal, los problemas y enfrentamientos que ha habido con el mundo de la justicia o la cacería en sí?
RJ. No conozco las razones que el presidente (Zapatero) ha trasladado al ministro o que éste ha trasladado al presidente para tomar la decisión de dimitir. Interpreto que la tensión que se estaba produciendo en el mundo judicial no era un buen escenario para el trabajo en la modernización de la justicia. Y ha podido también influir en esa decisión. Quizá el propio ministro ha observado las dificultades de llevar a cabo una tarea consensuada en un camino en que las tensiones de los agentes (funcionarios, jueces�) estaban en un nivel de exacerbación muy poco aconsejable para un trabajo consensuado en la reforma de la justicia.
NT. En ese sentido es positiva según usted.
RJ. Claro que ha podido influir ese factor. Si a partir de ahí, esa tarea tan importante de modernizar la justicia que implica una urdimbre de consensos y de pactos de largo alcance se hace con otro protagonista será bueno.
CAAMAÑO, LA ANTÍTESIS DE BERMEJO
NT. Cree entonces que con Francisco Caamaño se recuperará el consenso.
RJ. Creo que Caamaño es una persona ideal para eso. Es un hombre con un enorme fundamento jurídico. Tiene una amplia tarea de gobierno. Es un hombre de un carácter particularmente dado al fair play y a la buena relación con los interlocutores; de una sensibilidad autonomista muy profunda y probablemente muy consciente de que su tarea implica una recuperación de relación con todos los agentes en el complejo mundo de la justicia.
NT. Su perfil entonces es radicalmente opuesto al de Bermejo.
RJ. Sí. Probablemente Bermejo ha aportado un grado de vehemencia a este tema que suele ser consecuencia de pertenecer al medio. A veces, más que una ventaja suele resultar un inconveniente, es como poner un médico para dirigir la sanidad.
Creo que la elección del nuevo ministro estaba muy bien pensada y probablemente al presidente le importa especialmente la recuperación de un marco consensuado con los protagonistas de la justicia en este país y que esto puede estar en la virtud que extraemos de la dimisión. Si está en el origen de la dimisión, no lo sé, pero que es una consecuencia positiva, sin duda.
