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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 28.7.2009

Alfredo Pérez Rubalcaba, que hoy cumple 58 años, ha acudido a la sede del gobierno madrileño para firmar un convenio de colaboración en materia de seguridad. Pero toda la atención se ha centrado en Esperanza Aguirre y en las descalificaciones que ayer lanzó contra el presidente del Gobierno. La presidenta regional ha asegurado que va a llamar a José Luis Rodríguez Zapatero para pedirle disculpas por haberle llamado "sindicalista retrógrado" tras la ruptura del diálogo social.

Aguirre ha dicho que no cree que "sindicalista sea ningún insulto, pero si a alguien le ha molestado", ha añadido, "pido disculpas".

Cuando se le ha preguntado si su grupo parlamentario en el Asamblea de Madrid estaría dispuesto a reabrir la comisión de investigación sobre el espionaje tras la imputación de tres asesores de la Consejería de Interior, ha contestado con una evasiva: "nosotros somos los primeros interesados en que si alguien ha hecho algo incorrecto", ha señalado, se tomen las medidas oportunas.

Por su parte, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha negado a la presidenta de la Comunidad de Madrid que desde su equipo se estén produciendo filtraciones a los medios de comunicación en el caso Gürtel y ha afirmado que pone la mano en el fuego "diez veces" por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, seguro de que no ha hecho filtración de ningún tipo "en su vida".

Rubalcaba ha comenzado su intervención en la rueda de prensa posterior a la reunión con Esperanza Aguirre con un pequeño lapsus, ya que cuando ha querido decir "firmar", se le ha escapado un "filtrar". En cuanto los periodistas le han preguntado por el caso Gürtel, ha aprovechado para explicar que él mismo ha dado garantías a la presidenta madrileña de que no tiene nada que ver con las informaciones que están apareciendo sobre la trama corrupta relacionada con personas del PP. "Hemos hablado de las filtraciones, le he dado una explicación a la presidenta, que me ha aceptado, y ya le he dicho que no, que la policía no es y punto y final", ha subrayado el ministro.

Preguntado por si pone la mano en el fuego por todo su equipo, Rubalcaba ha empezado advirtiendo de que "poner la mano en el fuego" para políticos "experimentados siempre tiene su dificultad" pero que, sin embargo, no se lo tiene que pensar dos veces a la hora de ponerla por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, al que el PP ha pedido que declare por las supuestas filtraciones: "Ahora, como ha habido una denuncia y el denunciado está delante de mí, digo que por mi secretario de Estado y porque no ha filtrado en su vida un papel y mucho menos un papel declarado secreto, pongo diez veces la mano en el fuego".

En cuanto al convenio firmado por Rubalcaba y Aguirre, contempla tres puntos: la Consejería de Sanidad atenderá a presos en las cárceles, la creación de una unidad adscrita a la Comunidad de Madrid con 80 policías nacionales y la puesta en marcha de diversas obras, como la construcción de comisarías.

"Cumpleaños feliz"