viernes. 29.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.6.2009

José Tomás realizó estas manifestaciones a su salida del juicio por su despido de la empresa Forever Young que se celebró ante el Juzgado de lo Social número 8 de Madrid, y durante el que tres ex trabajadores corroboraron que el "sastre" nunca se encargó de elaborar facturas como las que, según obra en la instrucción del "caso Gürtel", probarían que la presunta red corrupta de Francisco Correa habría regalado trajes a medida al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.

El "sastre" se mostró "cien por cien" convencido de que el "caso Gürtel" fue la "excusa" para justificar su despido que utilizó el propietario de Forever Young, Eduardo Hinojosa, al que ligó con la trama corrupta tres indicar que una de sus hijas trabajó un año como becaria en Easy Concept. "La metí yo", explicó.

Además, acusó al empresario de confeccionar junto al portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, una denuncia contra él que, tras ser publicada, "no aparece por ningún juzgado de Madrid". En esta línea, su defensa argumentó durante el juicio que Tomás fue despedido para poner fin al blindaje de su contrato y para ser utilizado como "chivo expiatorio" de cara a las "posibles consecuencias fiscales a las que podría enfrentarse la empresa".

El "sastre", que ocupaba en realidad el cargo de director de sucursales de Forever Young, solicita una indemnización de 232.500 euros en concepto de las 31 mensualidades que le faltaban por cobrar en el contrato blindado de cinco años que firmó en 2006. La empresa, a través de la sociedead Castellana Inmuebles y Locales, justifica el despido en que falseó facturas y dejó un agujero financiero de más de 500.000 euros: 446.660 en concepto de devoluciones de productos que no se justificaron y 60.309 por créditos a clientes que se quedaron sin cobrar.

FACTURAS FALSAS

Durante el juicio, un ex director de sucursal de la empresa Forever Young aseguró que los imputados Álvaro Pérez, "El Bigotes", y Pablo Crespo le pidieron falsear dos facturas para la empresa Servimadrid, investigada por formar parte del presunto entramado corrupto que lideraba el empresario Francisco Correa.

Durante su declaración, Antonio del Fresno, director de una de las tiendas de la cadena hasta noviembre de 2008, recordó que en dos ocasiones "El Bigotes" y Crespo pidieron que les hicieran facturas a nombre de Servimadrid, una de las empresas involucradas en la trama de Correa, y que en ambos casos solicitaron que se incluyera como concepto el de "tejidos" en lugar del de "trajes a medida".

Sin embargo, no dio "importancia" a esta petición porque, según dijo, ambos eran "clientes de confianza" y solían acudir en compañía de Correa a las subastas que organizaba el propietario de Forever Young, Eduardo Hinojosa. Además, indicó que José Tomás no dio la "instrucción" para hacer esta operación porque, entre otras cosas, "no sabe facturar".

Según explicaron Del Fresno y otras dos cajeras de la tienda, la elaboración de este tipo de facturas corría a cargo del responsable financiero de la empresa, que no compareció durante el juicio ya que su testimonio únicamente fue solicitado por la defensa de Tomás, que renunció a él en vista del desarrollo de los acontecimientos.

ERRORES EN LA CONTABILIDAD

Hinojosa, sin embargo, aseguró que la contabilidad interna de la empresa corría a cargo de Tomás, al que advirtió de los errores en la numeración de las facturas en diciembre de 2008. De igual modo, aseguró conocer a Álvaro Pérez de "tres o cuatro días" y a Correa de "una comida". "No he vuelto a hablar con ellos nunca jamás", aseguró.

Su letrado defendió que el despido se produjo después de que, mientras declaraba ante Garzón, Tomás solicitara al abogado de la empresa unas facturas de Orange Market, lo que les hizo "descubrir que había facturas falsas".

En contra de la versión del "sastre" también declaró una empleada que actualmente ocupa el cargo de directora de otra de las sucursales de la empresa, que aseguró que éste "siempre incumplía las normas de devolución" a pesar de que había recibido un cursillo para hacerlo correctamente. En todo caso, aseguró no saber "si hacía o no facturas".

Sin embargo, el letrado de Tomás, Luis Zumalacárregui, defendió que los errores de contabilidad que se le atribuyen se habrían cometido antes del plazo de 60 días establecido por el Estatuto de los Trabajadores para considerar la procedencia del despido. Tomás, por su parte, indicó durante la vista que Forever Young "jamás daba facturas a nadie salvo que se las pidieran" y aseguró que él nunca se encargó de esta labor, como sostiene la empresa.

"A la Justicia no se la puede engañar"