viernes. 19.04.2024

700 parlamentarios de todo el mundo respaldan la creación de la tasaCrecen las voces a favor de la ‘tasa Tobin’, el impuesto sobre las operaciones financieras internacionales. Si hace unos días fueron 40 diputados españoles los que expresaron su apoyo a esta iniciativa contra la pobreza, este miércoles el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció nuevas claves para entender el proceso que podría acabar en la implantación de un impuesto capaz de recaudar hasta 300.000 millones de euros, en principio destinados a la lucha contra las desigualdades.

El presidente español avanzó este miércoles, en el transcurso del Debate sobre el estado de la Nación, que “será difícil” que el nuevo impuesto logre implantarse a no ser que el G-20 se implique en conjunto en su puesta en marcha. Así, Zapatero defendió que el área de aplicación se extienda a los países más industrializados del mundo, incluyendo los emergentes, y no solo a la Unión Europea (UE).

Sin embargo, el proceso de aceptación de la tasa ideada en los años ochenta por el economista estadounidense James Tobin parece discurrir por otro lado. Al parecer, son los países de la UE los que están apostando por introducir, en solitario, la tasa pensada en un principio para gravar los movimientos especulativos de divisas. Acuciados por la falta de fondos, los Veintisiete buscan recursos para fortalecer el presupuesto europeo. Nada hay decidido hasta el momento. Se barajan incluso varias opciones, como gravar la expedición de billetes de avión o tomar los fondos que genera el comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.

Acuciados por la falta de fondos, los Veintisiete buscan recursos para fortalecer el presupuesto europeoLa UE está barajando implantar la tasa a fin de reforzar la gobernanza económica del área económica. Hasta el financiero George Soros se ha decantado por esta solución. El famoso especulador, que amasó su fortuna apostando contra la libra y otras monedas en los años 90, opina que la UE está obligada a mejorar su base fiscal conjunta. En caso contrario, advierte, existe el riesgo de que algún país se vea forzado a abandonar el euro.

700 parlamentarios respaldan la tasa

Intermon Oxfam, junto a organizaciones como Attac, los sindicatos e incluso los ‘indignados’ del 15M, forma parte del amplio movimiento social favorable a la tasa. Según la organización, 700 parlamentarios de todo el mundo respaldan la creación de la tasa. En España, 40 diputados de todo el espectro político -salvo el PP, que todavía no se ha pronunciado-, entre los que destacan nombres como los de Aitor Esteban y Pedro Aspiazu (PNV), Delia Blanco y Jesús Caldera (PSOE) o Nuria Buenaventura (ICV), han apoyado la iniciativa.

El investigador austriaco Stephan Schummeister calcula que la tasa recaudaría unos 300.000 millones de euros, gravando un 0,05 por ciento sobre las operaciones financieras internacionales. Según Intermon Oxfam, su implantanción “haría pagar a los especuladores de alto riesgo que se lucran jugando con el capital”.

Se pretende gravar el intercambio de divisas, derivados financieros y emisiones de bonos, realizados al contado y a futuroLa responsable de Gobernabilidad y Sector Privado del Departamento de Campañas y Estudios de Intermon Oxfam, Susana Ruiz, detalla las características de la tasa. En principio, se aplicaría sobre las operaciones realizadas por “grandes instituciones que trabajan en el intercambio de divisas, derivados financieros y emisiones de bonos, realizados al contado y a futuro”, afirma.

El peligro de la fuga de capitales

Para sus detractores, la tasa provocaría una huída de grandes grupos financieros hacia algún lugar libre del impuesto. Sin embargo, Ruiz niega esa posibilidad y argumenta que el Reino Unido viene aplicando una tasa del 0,25 por ciento sobre la compraventa de acciones. “Eso no ha hecho que haya una fuga de actividad bursátil”, concluye.

Por su parte, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, resaltó hoy algunos problemas en este sentido. “Nos encontramos con reticencias de los emergentes y de los Estados Unidos, más allá del color de la Administración”, ha dicho el presidente español en el Congreso. En su opinión, la tasa, para ser efectiva, tendría que aprobarse en todo el G-20, el grupo de países más industrializados, incluyendo los emergentes. “No hay alternativa, salvo avanzar en esta dirección”, destacó.

Además del temor de los emergentes a perder inversiones, el Reino Unido ha sido tradicionalmente uno de los enemigos acérrimos de gravar el movimiento internacional de capitales. El peso del sector financiero en el PIB británico, el principal mercado financiero de Europa, obliga a su Gobierno a ir con pies de plomo. No en vano, ha sido el diario británico ‘Financial Times’ el primero en dar la voz de alarma sobre los movimientos en la UE a favor de la tasa. Según el diario, la Comisión Europea (CE) hará una “propuesta ambiciosa” a este respecto durante la próxima cumbre del G-20 en Corea, afirmó Andreas Schwarz, miembro del gabinete responsable de elaborar los presupuestos comunitarios.

Zapatero lamenta la falta de apoyo entre los emergentes a la tasa Tobin