sábado. 20.04.2024

Wall Street vuelve al despilfarro y Obama amenaza con un nuevo impuesto

Una vez superado lo peor de la crisis financiera, Wall Street se recupera de la depresión a golpe de talonario. Lejos han quedado los tiempos en los que los bancos gemían por recibir las ayudas del Estado para evitar el colapso.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 12.1.2010

Esas ayudas se concretaron en un rescate de 700.000 millones de euros que la Administración Obama no está dispuesta a echar en saco roto. Más aún cuando esas entidades han vuelto a las andadas repartiendo bonus de Navidad entre sus empleados tan abultados como los de antes de 2007, cuando aún estaban instalados en la euforia y apenas había algún síntoma de la que se les venía encima.

Ante la indignación generalizada que ha provocado el regreso al despilfarro, el gobierno de Barack Obama ha anunciado que estudia imponer un gravamen a los bancos para recuperar los fondos públicos usados, en 2008 y 2009, para rescatarlos. El impuesto estaría destinado a aliviar el enorme déficit fiscal en el que incurrió Washington para salvar su sistema financiero. Aunque la noticia está por confirmar, el enfado de la Casa Blanca con los banqueros queda patente en la declaración del portavoz Robert Gibbs: "Algunos en Wall Street siguen sin entender" (...) "El objetivo del presidente es asegurar que sean devueltos todos los aportes de los contribuyentes destinados al rescate financiero". Antes, la jefa del Consejo de Asesores Económicos de Obama, Christina Romer, había dicho que es "simplemente ridículo" que las entidades que fueron rescatadas paguen jugosos bonus a sus empleados. "Eso ofenderá a los norteamericanos. Me ofende a mí", añadió.

Se espera que la propuesta oficial esté incluida en el presupuesto para el período fiscal 2011 que la administración Obama presentará el mes próximo al Congreso.

Los bancos de Wall Street han empezado a recuperarse gracias, en parte, a la ayuda gubernamental: en el último año, registraron ganancias similares a las que precedieron a la crisis. Una parte sustancial de esta 'caja' irá destinada a las esplendorosas primas para sus directivos, según ha asegurado esta semana The New York Times. Algunas bonificaciones podrían alcanzar las "seis, siete y hasta ocho cifras". Por ejemplo, John Havens, jefe de la banca de inversiones de Citigroup, que recibió un rescate de 45.000 millones de dólares el año pasado, obtendrá un bonus de nueve millones de dólares. Se estima que Goldman Sachs pagará un promedio de 595.000 dólares a sus empleados en concepto de compensaciones por 2009. En tanto, los del banco de inversión JP Morgan Chase recibirán en promedio unos 463.000 dólares.

Los montos amenazan con desatar una vez más la ira de los contribuyentes. Y algunos banqueros temen que la Casa Blanca no permanezca indiferente ante el enfado y decida seguir el ejemplo de Gran Bretaña, impulando un impuesto sobre los bonus. El congresista demócrata por Ohio Dennis Kucinich ya lo ha propuesto en la Cámara de Representantes.

En otra iniciativa destinada a aplacar la ira de los ciudadanos, el fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, exigió ayer a los ocho principales bancos del país (Bank of America, Bank of New York Mellon, Citi, Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Morgan Stanley, State Street y Wells Fargo) revelar cuánto piensan gastar en bonus y cuánto hubrían pagado en compensaciones si no hubiesen sido rescatados. "Algunos bancos hicieron mucho dinero porque los contribuyentes les dieron mucho dinero", dijo Cuomo

Adelantándose al fastidio que podría estallar esta semana por los bonus y para suavizar las críticas, Goldman Sachs considera la posibilidad de pedir a sus ejecutivos que donen parte de sus pagos.

Wall Street vuelve al despilfarro y Obama amenaza con un nuevo impuesto