jueves. 28.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / L.M. - 28.12.2009

Volver a casa por Navidad se ha convertido en algo imposible. La redoblada seguridad tras el atentado fallido en Detroit, la quiebra de Air Comet y el conflicto de los controladores han provocado largas esperas en los aeropuertos españoles, afectados además por la ola de frío que dificultó en toda Europa el transporte de viajeros. Ahora, con los controladores en pie de guerra, las dificultades se trasladan al tren, amenazado por una huelga a partir del próximo miércoles.

El atentado fallido en Detroit motivó el refuerzo de la seguridad en todo el mundo y provocó retrasos de hasta cinco horas algunos vuelos procedentes de Canarias. Allí, los pasajeros sufrieron con especial intensidad las redobladas inspecciones. Tras el intento de detonar una bomba por parte de un ciudadano nigeriano, los controles adicionales se centran ahora en los equipajes de mano de los viajeros.

En Estados Unidos, el miedo provocó este domingo la detención de un segundo ciudadano nigeriano. La alerta saltó en un vuelo de la misma compañía que la utilizada por Umar Farouk Abdulmutallab, el ciudadano nigeriano que intentó inmolarse el día de Navidad a bordo del aeroplano que le llevaba a Detroit procedente de Ámsterdam.

Tras el intento de atentado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ordenado la revisión de las normas de seguridad aérea, una medida que se ha reproducido en todo el mundo después del susto en el vuelo 253 de Northwest Airlines.

El mundo se pregunta cómo el estudiante nigeriano logró el jueves subir al avión un potente explosivo y un pequeño paquete de pólvora, que hubieran bastado para agujerear el fuselaje del avión justo en el momento de aterrizar, según apuntan fuentes de la investigación.

Por otro lado, Estados Unidos investiga el agujero en la seguridad que permitió al joven nigeriano acceder al avión a pesar de que su nombre figurara en una lista de sospechosos de terrorismo.

Nigeria se aprestó este fin de semana a reivindicar la seguridad de sus aeropuertos. Sin embargo, el gobierno nigeriano reconoció que el supuesto autor del atentado entró en el país de forma ilegal el pasado 24 de diciembre.

Ni siquiera la denuncia de su propia familia consiguió detener a Abdutallab. Hace dos meses, la familia del estudiante nigeriano alertó sobre sus posibles intenciones, tras haber perdido contacto con el joven sospechoso de pertenecer al grupo terrorista islamista Al Qaeda.

DESCONTROL TAMBIÉN EN EL TREN

El intento de atentado llevó a las autoridades españolas a redoblar los controles en los aeropuertos, que hoy se han visto afectados además por un conflicto laboral. Según AENA –el organismo que gestiona el tráfico aéreo español- los controladores aéreos provocaron hoy retrasos de cinco horas en algunos vuelos procedentes de Canarias. El organismo culpa a los controladores de negarse a hacer horas extras en una pugna laboral que ha llegado a cancelar seis vuelos en las turísticas islas de El Hierro y La Gomera.

El ministro de Fomento, José Blanco, explicó hoy que “los aeropuertos de Canarias tuvieron dos cosas, el temporal y una huelga encubierta de controladores aéreos que se dan de baja en el último minuto por enfermedad”. Blanco enmarcó la ‘huelga encubierta’ de los controladores en la pelea por rebajar las condiciones de un sector que el ministro calificó de “privilegiado” en el que quien menos cobra tiene un salario de “370.000 euros anuales”, lo que dificulta la competitividad de los aeródromos españoles, argumentó.

Al temporal, el miedo y los conflictos laborales se sumó además la quiebra de Air Comet –la aerolínea propiedad del presidente de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán- que dejó la pasada semana en tierra a miles de pasajeros, la mayoría inmigrantes latinoamericanos, amotinados en Barajas al grito de “Queremos volar”.

La quiebra de Air Comet obligó al Gobierno español a intervenir y a fletar vuelos que trasladaran a los pasajeros que habían confiado su vuelta a casa por Navidad al presidente de los empresarios españoles.

Por si fuera poco, el tren podría sumarse este miércoles al caos en el transporte aéreo de pasajeros, si prospera la huelga prevista por los controladores ferroviarios. Consultado por nuevatribuna.es, un portavoz de este colectivo confirmó hoy los paros parciales previstos para los próximos 30 de diciembre, 4 y 7 de enero.

Si no hay novedad hasta entonces, los controladores ferroviarios pararán entre las 9.00 y las 21.00 horas el próximo miércoles 30 de diciembre, y entre las 6.00 y las 9.00 y las 18.00 y las 21.00 horas de los próximos días 4 y 7 de enero.

Volar es un infierno