miércoles. 24.04.2024
caixabank

Petróleo y menores desequilibrios macroeconómicos, dos vientos de cola que apoyan a la recuperación global. El crecimiento mundial sigue acelerándose en el tramo final de 2014. Con los datos de contabilidad nacional en la mano, prácticamente todas las economías de referencia han mostrado en el 3T tasas de avance que mejoran o igualan las cifras del trimestre precedente. Ciertamente, lo hacen a ritmos notablemente dispares, que van desde el vigoroso 1% intertrimestral de EE. UU. al decepcionante –0,4% de Japón, pasando por un apurado 0,2% en la eurozona.

Los pri­meros in­di­ca­dores del 4T apuntan en la misma di­rec­ción: ac­ti­vidad al alza

Ello de­bería per­mitir acabar 2014 con un cre­ci­miento global pro­medio del 3,3%, si­milar al de 2012, y ci­mentar un cambio de tercio más apre­ciable a me­dida que avance 2015, año para el que es­pe­ramos un avance del 3,9%. Esta senda se está viendo apo­yada por dos grandes vientos de cola, la ne­ce­sidad de llevar a cabo menos ajustes de­bido a la re­duc­ción de los des­equi­li­brios ma­cro­eco­nó­micos y el aba­ra­ta­miento del pe­tróleo (aunque ver­da­de­ra­mente el se­gundo sea un viento de cara para los ex­por­ta­dores de cru­do). Este úl­timo factor está siendo de­ter­mi­nante para man­tener la in­fla­ción con­te­nida, lo que a su vez fa­ci­lita que la re­cu­pe­ra­ción pueda re­for­zarse por la con­ti­nuidad de las po­lí­ticas ex­pan­sivas de mu­chos bancos cen­tra­les.

EE. UU. afianza su re­cu­pe­ra­ción y China ges­tiona de ma­nera ac­tiva una des­ace­le­ra­ción gra­dual

Las dos ma­yores eco­no­mías si­guen en las coor­de­nadas de meses an­te­rio­res, con la aten­ción cen­trada en la senda de cre­ci­miento de la ac­ti­vi­dad, pero a me­dida que ha ido avan­zando 2014 se han ido po­niendo de ma­ni­fiesto al­gunas ten­den­cias que van a ser im­por­tantes en 2015. En el caso es­ta­dou­ni­dense, la Reserva Federal dio por fi­na­li­zado su pro­grama de compra de bonos gra­cias al buen tono de los in­di­ca­dores de ac­ti­vidad y del mer­cado la­bo­ral. Aunque el mer­cado sigue des­con­tando que la Fed no su­birá el tipo de re­fe­rencia hasta me­diados de 2015, en EE. UU. se em­piezan a ma­nejar ele­mentos de dis­cu­sión más pro­pios de fases más ma­duras del ci­clo. Así, por ejem­plo, las actas de la Fed co­mienzan a re­flejar la in­quietud de al­gunos miem­bros sobre la evo­lu­ción pre­vista de la in­fla­ción.

También en China el dis­curso se mueve. Los buenos datos de cre­ci­miento del 3T (avance in­ter­anual del 7,3%) han per­mi­tido aparcar los te­mores de un «aterrizaje brusco» y han fa­ci­li­tado que el Ejecutivo em­piece a trans­mitir el men­saje de que un cre­ci­miento en la zona del 7% para 2015 sería asu­mi­ble. Con todo, y a fin de pre­venir que la ac­ti­vidad se des­lice de forma ex­ce­si­va­mente ace­le­rada hacia esta nueva senda de cre­ci­miento re­la­ti­va­mente más bajo, el banco cen­tral chino optó por re­bajar su tipo de re­fe­rencia hasta el 5,6%, un mo­vi­miento ines­pe­rado y de fuerte sig­ni­fi­ca­ción tras dos años sin cam­bios.

Las ci­fras de cre­ci­miento del 3T (del 0,2%, frente al 0,1% an­te­rior, en tér­minos in­ter­tri­mes­tra­les) han per­mi­tido alejar los riesgos de una ter­cera re­ce­sión pero han con­fir­mado un es­ce­nario poco atrac­tivo: la eu­ro­zona se va re­cu­pe­rando, aunque lo hace a un ritmo lento y con im­por­tantes di­fe­ren­cias entre paí­ses. Así, mien­tras España brilla en tér­minos re­la­ti­vos, Italia de­cep­ciona una vez más. En este con­texto de re­cu­pe­ra­ción mí­nima, la in­fla­ción sigue man­te­nién­dose en ni­veles ba­jos. Con todo, las pre­vi­siones que ma­ne­jamos apuntan a un pro­gre­sivo mejor tono de la ac­ti­vidad (y de su mano, una mayor in­fla­ción) en 2015, cuando la eu­ro­zona se be­ne­ficie de forma más apre­ciable del alza del co­mercio in­ter­na­cional (que ya está re­fle­ján­dose en las ci­fras de ex­por­ta­ción de la eu­ro­zona en su con­junto) y de la pau­la­tina re­cu­pe­ra­ción del cré­dito, im­pul­sado por las me­didas ex­pan­sivas del BCE, que han de si­tuar su ba­lance en un ta­maño equi­va­lente al que tenía en 2012.

La eco­nomía es­pa­ñola des­taca po­si­ti­va­mente en el con­texto eu­ro­peo. España va ca­mino de dis­frutar en 2015 de su mejor cre­ci­miento eco­nó­mico desde 2007 (según nues­tras pre­vi­sio­nes, el pró­ximo año el PIB avan­zará un 1,9%)

Los datos de con­ta­bi­lidad na­cional del 3T con­fir­maron que la eco­nomía creció un 0,5%, re­pi­tiendo el vi­go­roso tono del 2T, y es­pe­ramos que la ac­ti­vidad se man­tenga en ritmos de avance solo mo­de­ra­da­mente in­fe­riores en los pró­ximos tri­mes­tres. Como su­cede con el resto de la eu­ro­zona, la re­duc­ción del precio del pe­tróleo y el mejor tono ex­por­tador (España se be­ne­ficia sen­si­ble­mente de la de­pre­cia­ción del euro) serán ele­mentos fun­da­men­tales para ci­mentar la re­cu­pe­ra­ción.

Asimismo, en el caso es­pañol po­dríamos asistir a un cierto apoyo pro­ve­niente de una mo­de­rada re­la­ja­ción fiscal (la Comisión Europea ha aler­tado de un po­sible in­cum­pli­miento del ob­je­tivo de dé­ficit pú­blico para 2015, pero, a di­fe­rencia de los casos de Francia e Italia, no re­exa­mi­nará la si­tua­ción en mar­zo). Completa un pa­no­rama po­si­tivo el apoyo de la com­pe­ti­ti­vidad y los signos de es­ta­bi­li­za­ción que emite el mer­cado in­mo­bi­lia­rio. Aun así, habrá que prestar una es­pe­cial aten­ción a que la de­riva de la in­fla­ción baja no se con­so­lide, si­tua­ción que a su vez de­pen­derá, en no poca me­dida, de que la re­cu­pe­ra­ción de la eu­ro­zona se ma­te­ria­lice en los tér­minos pre­vis­tos.

Vientos favorables para un buen 2015