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2 de septiembre de 2010, 12:26
NUEVATRIBUNA.ES - 01.09.2010
Con el corazón dividido. Así afrontan los afiliados a UGT la convocatoria de huelga del próximo 29 de septiembre. “Una inmensa mayoría” de los militantes del sindicato son también afiliados al PSOE, reconoció hoy su secretario regional en Madrid, José Ricardo Martínez. Pero no sólo la huelga contra el gobierno socialista ha escindido el corazón sindical. Además, en Madrid, los preparativos del paro se mezclan con el proceso de primarias que vive el partido socialista, y que también rozó hoy a la organización sindical.
El sindicato se encuentra inmerso en la preparación de la huelga convocada contra la reforma laboral y otras medidas de ajuste del Ejecutivo socialista. Falta menos de un mes y el sindicato convocó hoy miércoles una asamblea con delegados en la Casa del Pueblo de Madrid. A la reunión asistieron el líder de UGT, Cándido Méndez, y el propio Martínez, entre otros. A su llegada, Martínez fue abordado por los periodistas que le preguntaron por la cesión de un local a Tomás Gómez para presentar su candidatura el próximo domingo, un gesto que el aparato socialista -enfrentado a Gómez- ha interpretado como un nuevo signo de rebelión. Martínez se limitó a contestar que los socialistas vienen utilizando el local de forma “habitual” para sus comités regionales. La sorpresa llegó después cuando, tras explicar que UGT observaría una “exquisita neutralidad”, Martínez deseó finalmente que “gane el candidato que tenga más posibilidades de ganar las elecciones a la Comunidad de Madrid”, un argumento que se viene utilizando para defender la segunda candidatura, la de Trinidad Jiménez, que goza del beneplácito del aparato socialista en Ferraz.
LA HUELGA CONTRA EL PSOE
Pero no sólo el proceso de primarias divide el corazón de los militantes de UGT. La convocatoria de una huelga general contra el Gobierno socialista también provoca dudas entre los afiliados al sindicato, dudas que hoy se esforzó por despejar el líder del ramo de Servicios, José Miguel Villa, quien defendió que los afiliados de UGT son “capaces de hacer la huelga a un Gobierno que nos perjudica. Y luego ya veremos a quien se vota”. “Tenemos que estar en los piquetes el día 29”, reiteró. “Si no ganamos la huelga, el Gobierno no girará su política”, sentenció.
Por su parte, Cándido Méndez, tras asistir a una reunión de la Ejecutiva del sindicato, rechazó la oferta lanzada por Zapatero desde Japón donde el presidente pidió retomar el diálogo con las organizaciones sindicales tras la huelga. “Después de la huelga del 29, tiene que haber una rectificación en la política del Gobierno”, replicó Méndez desde la asamblea. “Porque así no se puede combatir la crisis”.
Más tarde, Méndez se refirió a lo que llamó “el desplome en la valoración política de Zapatero” . Según el líder de UGT, las malas notas de Zapatero y Rajoy tienen una “lectura” clara y es que “el pueblo español” no quiere que se combata la crisis “a la derecha, o más a la derecha”, aseguró.
LA POLÍTICA DEL “MEDIO MUERTO”
Más tarde, el líder sindical reiteró su llamada a “seguir con la política de estímulo económico” y comparó la política de ajuste europea con un “medio muerto” al que, por error, entierran boca abajo y “cuanto más escarba, más ahonda en el foso”.Así, continuó, Europa es el “gran centro del consumo mundial” puesto que sus empresas “dependen del consumo interno”, al igual que las españolas, dijo, tras criticar la esperanza puesta en las exportaciones por parte del Gobierno español en sus planes de salida de la crisis.
El líder sindical aseguró que la reforma laboral del Gobierno “no va a acabar con la dualidad” entre fijos y temporales sino que, con esta reforma, “se ha consolidado para siempre jamás el contrato temporal”, aseguró. En su opinión, el sistema impositivo español beneficia “de manera descarada a las capas altas de la sociedad”. “La inmensa mayoría de los empresarios españoles tributan al fisco como mileuristas”, añadió. Un obrero industrial español paga al Fisco un 73 por ciento en relación con un sueco, dijo, mientras que “un rico” español paga un 48 por ciento en relación con uno sueco. “No podemos gastar menos porque vamos a gripar la economía”, criticó tras demandar una reforma fiscal.
Con el corazón dividido. Así afrontan los afiliados a UGT la convocatoria de huelga del próximo 29 de septiembre. “Una inmensa mayoría” de los militantes del sindicato son también afiliados al PSOE, reconoció hoy su secretario regional en Madrid, José Ricardo Martínez. Pero no sólo la huelga contra el gobierno socialista ha escindido el corazón sindical. Además, en Madrid, los preparativos del paro se mezclan con el proceso de primarias que vive el partido socialista, y que también rozó hoy a la organización sindical.
El sindicato se encuentra inmerso en la preparación de la huelga convocada contra la reforma laboral y otras medidas de ajuste del Ejecutivo socialista. Falta menos de un mes y el sindicato convocó hoy miércoles una asamblea con delegados en la Casa del Pueblo de Madrid. A la reunión asistieron el líder de UGT, Cándido Méndez, y el propio Martínez, entre otros. A su llegada, Martínez fue abordado por los periodistas que le preguntaron por la cesión de un local a Tomás Gómez para presentar su candidatura el próximo domingo, un gesto que el aparato socialista -enfrentado a Gómez- ha interpretado como un nuevo signo de rebelión. Martínez se limitó a contestar que los socialistas vienen utilizando el local de forma “habitual” para sus comités regionales. La sorpresa llegó después cuando, tras explicar que UGT observaría una “exquisita neutralidad”, Martínez deseó finalmente que “gane el candidato que tenga más posibilidades de ganar las elecciones a la Comunidad de Madrid”, un argumento que se viene utilizando para defender la segunda candidatura, la de Trinidad Jiménez, que goza del beneplácito del aparato socialista en Ferraz.
LA HUELGA CONTRA EL PSOE
Pero no sólo el proceso de primarias divide el corazón de los militantes de UGT. La convocatoria de una huelga general contra el Gobierno socialista también provoca dudas entre los afiliados al sindicato, dudas que hoy se esforzó por despejar el líder del ramo de Servicios, José Miguel Villa, quien defendió que los afiliados de UGT son “capaces de hacer la huelga a un Gobierno que nos perjudica. Y luego ya veremos a quien se vota”. “Tenemos que estar en los piquetes el día 29”, reiteró. “Si no ganamos la huelga, el Gobierno no girará su política”, sentenció.
Por su parte, Cándido Méndez, tras asistir a una reunión de la Ejecutiva del sindicato, rechazó la oferta lanzada por Zapatero desde Japón donde el presidente pidió retomar el diálogo con las organizaciones sindicales tras la huelga. “Después de la huelga del 29, tiene que haber una rectificación en la política del Gobierno”, replicó Méndez desde la asamblea. “Porque así no se puede combatir la crisis”.
Más tarde, Méndez se refirió a lo que llamó “el desplome en la valoración política de Zapatero” . Según el líder de UGT, las malas notas de Zapatero y Rajoy tienen una “lectura” clara y es que “el pueblo español” no quiere que se combata la crisis “a la derecha, o más a la derecha”, aseguró.
LA POLÍTICA DEL “MEDIO MUERTO”
Más tarde, el líder sindical reiteró su llamada a “seguir con la política de estímulo económico” y comparó la política de ajuste europea con un “medio muerto” al que, por error, entierran boca abajo y “cuanto más escarba, más ahonda en el foso”.Así, continuó, Europa es el “gran centro del consumo mundial” puesto que sus empresas “dependen del consumo interno”, al igual que las españolas, dijo, tras criticar la esperanza puesta en las exportaciones por parte del Gobierno español en sus planes de salida de la crisis.
El líder sindical aseguró que la reforma laboral del Gobierno “no va a acabar con la dualidad” entre fijos y temporales sino que, con esta reforma, “se ha consolidado para siempre jamás el contrato temporal”, aseguró. En su opinión, el sistema impositivo español beneficia “de manera descarada a las capas altas de la sociedad”. “La inmensa mayoría de los empresarios españoles tributan al fisco como mileuristas”, añadió. Un obrero industrial español paga al Fisco un 73 por ciento en relación con un sueco, dijo, mientras que “un rico” español paga un 48 por ciento en relación con uno sueco. “No podemos gastar menos porque vamos a gripar la economía”, criticó tras demandar una reforma fiscal.
