nuevatribuna.es
1 de mayo de 2009, 6:43
NUEVATRIBUNA.ES - 01.05.2009
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha dicho hoy que la patronal busca "ajustar cuentas" con los trabajadores y "chantajear" al Gobierno, con actitudes más propias de un "lobby". Así se ha pronunciado en una entrevista en la Cadena Ser, coincidiendo con la celebración del 1� de Mayo, en la que también ha estado el líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.
Con más de 4 millones de parados, ambos coinciden en señalar que la solución no está por la reforma del mercado de trabajo ni de abaratar los despidos con un recorte de derechos como pide la CEOE y los sectores de la derecha ultraliberal. Los empresarios pretenden que los trabajadores "paguen, por los cuatro costados, las consecuencias de la debacle provocada por el capital especulativo", ha denunciado Méndez.
El dirigente de la Unión General de Trabajadores se ha mostrado muy duro con los empresarios, cuyas propuestas �ha dicho- buscan "por activa y por pasiva que los trabajadores y sus organizaciones se lancen al conflicto". También acusa a la CEOE de ignorar que la banca en España ha "inflado" la "burbuja" inmobiliaria "intoxicando a miles de familias, hipotecándolas de por vida, sobrevalorando sus bienes". En este sentido Toxo exige a la banca que vuelva a ser el “cauce” para la financiación de las empresas y las familias.
Toxo y Méndez esperan que el próximo debate sobre el estado de la Nación �“un acontecimiento crucial” en estos momentos, dijo Méndez- sirva para sellar un pacto de legislatura por el empleo con el compromiso expreso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para la mejora de las prestaciones sociales para los desempleados y para dinamizar el modelo productivo.
En opinión de Toxo, España necesita un cambio en el modelo de crecimiento y para ello es necesario que se dé un nuevo impulso a la concertación social, hasta ahora “fracasada” por las “pretensiones empresariales”. Sobre las medidas acordadas en el G-20 no se muestra muy optimista al entender que “todavía están descoordinadas e inconexas”, por lo que "no parece fácil ver el final del túnel", ha dicho.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha dicho hoy que la patronal busca "ajustar cuentas" con los trabajadores y "chantajear" al Gobierno, con actitudes más propias de un "lobby". Así se ha pronunciado en una entrevista en la Cadena Ser, coincidiendo con la celebración del 1� de Mayo, en la que también ha estado el líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.
Con más de 4 millones de parados, ambos coinciden en señalar que la solución no está por la reforma del mercado de trabajo ni de abaratar los despidos con un recorte de derechos como pide la CEOE y los sectores de la derecha ultraliberal. Los empresarios pretenden que los trabajadores "paguen, por los cuatro costados, las consecuencias de la debacle provocada por el capital especulativo", ha denunciado Méndez.
El dirigente de la Unión General de Trabajadores se ha mostrado muy duro con los empresarios, cuyas propuestas �ha dicho- buscan "por activa y por pasiva que los trabajadores y sus organizaciones se lancen al conflicto". También acusa a la CEOE de ignorar que la banca en España ha "inflado" la "burbuja" inmobiliaria "intoxicando a miles de familias, hipotecándolas de por vida, sobrevalorando sus bienes". En este sentido Toxo exige a la banca que vuelva a ser el “cauce” para la financiación de las empresas y las familias.
Toxo y Méndez esperan que el próximo debate sobre el estado de la Nación �“un acontecimiento crucial” en estos momentos, dijo Méndez- sirva para sellar un pacto de legislatura por el empleo con el compromiso expreso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para la mejora de las prestaciones sociales para los desempleados y para dinamizar el modelo productivo.
En opinión de Toxo, España necesita un cambio en el modelo de crecimiento y para ello es necesario que se dé un nuevo impulso a la concertación social, hasta ahora “fracasada” por las “pretensiones empresariales”. Sobre las medidas acordadas en el G-20 no se muestra muy optimista al entender que “todavía están descoordinadas e inconexas”, por lo que "no parece fácil ver el final del túnel", ha dicho.
