nuevatribuna.es
27 de mayo de 2010, 6:14
NUEVATRIBUNA.ES/ L.M. - 26.05.2010
No hubo acuerdo. El Diálogo Social parece abocado a un nuevo fracaso, tras la reunión de los máximos responsables de los sindicatos y la patronal. A las seis de la tarde, y después de una maratoniana reunión, la cita entre los líderes sindicales y de la patronal, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez y Gerardo Díaz Ferrán, que contó también con la presencia del Gobierno, concluyó sin resultados. Pese a todo, los agentes sociales reafirmaron su intención de seguir negociando hasta el lunes, cuando concluye el plazo dado por el Gobierno para alcanzar una reforma consensuada. A partir de entonces, el Gobierno entiende que tiene las manos libres para imponer su modelo de reforma. Si los sindicatos la consideran lesiva, la huelga general será inevitable, según auguran muchas voces.
Alejados de los focos, pero sin lograr escapar de la presión a la que se ve sometida la mesa del Diálogo Social, los representantes sindicales, del Gobierno y de la patronal fracasaron hoy en un nuevo intento por lograr una reforma de la normativa laboral española. Ni siquiera la presencia de Toxo, por CCOO, y Méndez, por UGT, ni tampoco la de Díaz Ferrán, por el lado patronal, consiguieron acercar posturas. La larga reunión, celebrada con el mayor secreto, concluyó a las seis de la tarde sin acuerdo.
Los sindicatos explicarán este jueves a sus los máximos órganos de gobierno los detalles de una negociación cuyo final se antoja hoy más negro. Por el momento, Comisiones Obreras se limitó a publicar una nota en la que reafirmaba su intención de apurar el plazo hasta el lunes. "Todos, Gobierno, patronal y sindicatos están obligados a un último esfuerzo para hacer posible el acuerdo", afirmaron.
Por su parte, el Gobierno también fue parco en palabras a la hora de explicar las causas del fracaso de una cita a la que el Ejecutivo presentó "un proyecto con seis reformas principales" para el mercado de trabajo. "Nosotros hablamos de reformas laborales, porque hay muchas", como reforzar los sistemas públicos de empleo u otras que tienen que ver con la austeridad, afirmó la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo.
Por la mañana, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, informó de que los "temas contractuales" aparecen como el principal escollo que frena la llegada de un acuerdo de esta nueva ronda del Diálogo Social, iniciada el mes de febrero, seis meses después de que los agentes sociales rompieran la negociación, en julio del año pasado.
La presente ronda negociadora se ha visto contaminada por las medidas antidéficit del Gobierno y afectada de alguna manera por las dudas en torno a la continuidad de Díaz Ferrán al frente de la CEOE.
Los principales escollos, reconocidos por el propio ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, son las modalidades de contratación y la rebaja de cotizaciones sociales, una aspiración que sigue manteniendo la CEOE aunque a menor intensidad, pues ya parece haber renunciado a que por ahora las cuotas empresariales a la Seguridad Social se rebajen hasta asemejarse a la media europea.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha seguido con atención el proceso de Diálogo aunque advirtió hoy que el Gobierno "está decidido" a impulsar una reforma laboral que permita mejorar la competitividad de la economía española, puesto que se trata de la reforma que "más puede" contribuir al crecimiento del país.
No hubo acuerdo. El Diálogo Social parece abocado a un nuevo fracaso, tras la reunión de los máximos responsables de los sindicatos y la patronal. A las seis de la tarde, y después de una maratoniana reunión, la cita entre los líderes sindicales y de la patronal, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez y Gerardo Díaz Ferrán, que contó también con la presencia del Gobierno, concluyó sin resultados. Pese a todo, los agentes sociales reafirmaron su intención de seguir negociando hasta el lunes, cuando concluye el plazo dado por el Gobierno para alcanzar una reforma consensuada. A partir de entonces, el Gobierno entiende que tiene las manos libres para imponer su modelo de reforma. Si los sindicatos la consideran lesiva, la huelga general será inevitable, según auguran muchas voces.
Alejados de los focos, pero sin lograr escapar de la presión a la que se ve sometida la mesa del Diálogo Social, los representantes sindicales, del Gobierno y de la patronal fracasaron hoy en un nuevo intento por lograr una reforma de la normativa laboral española. Ni siquiera la presencia de Toxo, por CCOO, y Méndez, por UGT, ni tampoco la de Díaz Ferrán, por el lado patronal, consiguieron acercar posturas. La larga reunión, celebrada con el mayor secreto, concluyó a las seis de la tarde sin acuerdo.
Los sindicatos explicarán este jueves a sus los máximos órganos de gobierno los detalles de una negociación cuyo final se antoja hoy más negro. Por el momento, Comisiones Obreras se limitó a publicar una nota en la que reafirmaba su intención de apurar el plazo hasta el lunes. "Todos, Gobierno, patronal y sindicatos están obligados a un último esfuerzo para hacer posible el acuerdo", afirmaron.
Por su parte, el Gobierno también fue parco en palabras a la hora de explicar las causas del fracaso de una cita a la que el Ejecutivo presentó "un proyecto con seis reformas principales" para el mercado de trabajo. "Nosotros hablamos de reformas laborales, porque hay muchas", como reforzar los sistemas públicos de empleo u otras que tienen que ver con la austeridad, afirmó la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo.
Por la mañana, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, informó de que los "temas contractuales" aparecen como el principal escollo que frena la llegada de un acuerdo de esta nueva ronda del Diálogo Social, iniciada el mes de febrero, seis meses después de que los agentes sociales rompieran la negociación, en julio del año pasado.
La presente ronda negociadora se ha visto contaminada por las medidas antidéficit del Gobierno y afectada de alguna manera por las dudas en torno a la continuidad de Díaz Ferrán al frente de la CEOE.
Los principales escollos, reconocidos por el propio ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, son las modalidades de contratación y la rebaja de cotizaciones sociales, una aspiración que sigue manteniendo la CEOE aunque a menor intensidad, pues ya parece haber renunciado a que por ahora las cuotas empresariales a la Seguridad Social se rebajen hasta asemejarse a la media europea.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha seguido con atención el proceso de Diálogo aunque advirtió hoy que el Gobierno "está decidido" a impulsar una reforma laboral que permita mejorar la competitividad de la economía española, puesto que se trata de la reforma que "más puede" contribuir al crecimiento del país.
