Debido a la crisis económica, muchas empresas españolas se han lanzado a la aventura de explorar nuevos mercados en la búsqueda de negocio con el que paliar el estancamiento de nuestra economía doméstica. Y, para incentivar esa internacionalización, que hasta ahora estaba concentrada sobre todo en las grandes empresas, existen incentivos fiscales.
Uno de los menos conocidos es la exención de tributar para aquellos rendimientos percibidos por trabajadores desplazados por sus empresas al exterior, hasta un límite de 60.100 euros anuales
Uno de los menos conocidos es la exención de tributar para aquellos rendimientos percibidos por trabajadores desplazados por sus empresas al exterior, hasta un límite de 60.100 euros anuales. Esta es una realidad cada vez más frecuente, ya que muchas pequeñas y medianas empresas están enviando a parte de su personal en España para abrir mercado fuera.
Además, esta medida permite controlar mejor el flujo de emigración española, debido a que las personas que son desplazadas por sus empresas al menos tienen garantizado un puesto de trabajo.
Los Técnicos de Hacienda estamos a favor de este tipo de incentivos siempre y cuando las compañías no utilicen su actividad exterior para reducir de forma drástica su factura fiscal, eludiendo el pago de impuestos que le corresponde pagar en nuestro país, y que cada año ocasiona pérdidas multimillonarias a la Hacienda pública.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
