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13 de septiembre de 2009, 12:20
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 11.9.2009
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, admitió que la subida del IVA es "una de las posibilidades" abiertas en estos momentos, tal y como dijo ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En una entrevista a RNE, Salgado recordó que la imposición indirecta en España es una de las más bajas de Europa, motivo por el que el Gobierno está barajando la posibilidad de acometer una eventual subida de los Impuestos Indirectos. "El Ministerio de Economía continúa examinando todas las figuras", señaló la vicepresidenta económica, aunque sí se han descartado algunas cosas, como los cambios en los tipos y las tarifas de las rentas del trabajo o la supresión de la ayuda de 2.500 euros por nacimiento. En su opinión, "no tiene sentido" la desgravación de los 400 euros en el IRPF.
Salgado explicó que los criterios por los que se regirá el Gobierno para acometer los cambios impositivos serán la eficacia, la equidad y justicia del sistema y la idea de que las modificaciones produzcan las menores distorsiones posibles en el crecimiento.
Por otra partem, la vicepresidenta económica señaló que para el año 2010 se reducirá el gasto público un 4,5%, aunque dejó claro que el Gobierno no va a disminuir el gasto social.
Sobre el dato del IPC que se ha conocido este viernes, la subida de ocho décimas en agosto, dijo que la tasa de inflación será "ligeramente positiva" a final de año. En la misma línea que lo dicho por Zapatero en el último pleno económico en el Congreso de los Diputados, Salgado señaló que "lo peor de la crisis ha pasado" y que España como el resto de países saldrá de la crisis económica en 2010, año en el que "comenzaremos a respirar".
En relación a las posibles dificultades de las entidades financieras, Salgado insistió en que el Gobierno ha contemplado "de forma general" iniciar un proceso de concentraciones, pero puntualizó que debe ser el Banco de España el que dirima la conveniencia o no de posibles operaciones bancarias. Subrayó que serán las propias cajas de ahorro las que marquen "el ritmo" de las integraciones, ya que ninguna tiene problemas graves y el proceso "no es urgente".
Salgado también respondió a una pregunta sobre el futuro de Opel e indicó que el fabricante debe reconocer que la factoría de Figueruelas (Zaragoza) es la más productiva de la empresa. "Cualquier solución accionarial debe reconocer esa realidad", insistió tras asegurar que no peligran los puestos de trabajo de la planta aragonesa una vez conocida la decisión de General Motors de vender Opel al fabricante austríaco-canadiense Magna.
NO LE HACE GRACIA BERLUSCONI
Por último, afirmó que no le hicieron gracia las explicaciones que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dio este jueves sobre sus declaraciones sobre la presencia femenina en el Ejecutivo de Zapatero. "Yo, durante la rueda de prensa, no me reía", dijo Salgado. Y añadió que la posición del Gobierno sobre este tema es bien conocida aunque "nuestro deber de cortesía hacia nuestro anfitrión nos impedía hacer algún comentario".
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, admitió que la subida del IVA es "una de las posibilidades" abiertas en estos momentos, tal y como dijo ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En una entrevista a RNE, Salgado recordó que la imposición indirecta en España es una de las más bajas de Europa, motivo por el que el Gobierno está barajando la posibilidad de acometer una eventual subida de los Impuestos Indirectos. "El Ministerio de Economía continúa examinando todas las figuras", señaló la vicepresidenta económica, aunque sí se han descartado algunas cosas, como los cambios en los tipos y las tarifas de las rentas del trabajo o la supresión de la ayuda de 2.500 euros por nacimiento. En su opinión, "no tiene sentido" la desgravación de los 400 euros en el IRPF.
Salgado explicó que los criterios por los que se regirá el Gobierno para acometer los cambios impositivos serán la eficacia, la equidad y justicia del sistema y la idea de que las modificaciones produzcan las menores distorsiones posibles en el crecimiento.
Por otra partem, la vicepresidenta económica señaló que para el año 2010 se reducirá el gasto público un 4,5%, aunque dejó claro que el Gobierno no va a disminuir el gasto social.
Sobre el dato del IPC que se ha conocido este viernes, la subida de ocho décimas en agosto, dijo que la tasa de inflación será "ligeramente positiva" a final de año. En la misma línea que lo dicho por Zapatero en el último pleno económico en el Congreso de los Diputados, Salgado señaló que "lo peor de la crisis ha pasado" y que España como el resto de países saldrá de la crisis económica en 2010, año en el que "comenzaremos a respirar".
En relación a las posibles dificultades de las entidades financieras, Salgado insistió en que el Gobierno ha contemplado "de forma general" iniciar un proceso de concentraciones, pero puntualizó que debe ser el Banco de España el que dirima la conveniencia o no de posibles operaciones bancarias. Subrayó que serán las propias cajas de ahorro las que marquen "el ritmo" de las integraciones, ya que ninguna tiene problemas graves y el proceso "no es urgente".
Salgado también respondió a una pregunta sobre el futuro de Opel e indicó que el fabricante debe reconocer que la factoría de Figueruelas (Zaragoza) es la más productiva de la empresa. "Cualquier solución accionarial debe reconocer esa realidad", insistió tras asegurar que no peligran los puestos de trabajo de la planta aragonesa una vez conocida la decisión de General Motors de vender Opel al fabricante austríaco-canadiense Magna.
NO LE HACE GRACIA BERLUSCONI
Por último, afirmó que no le hicieron gracia las explicaciones que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dio este jueves sobre sus declaraciones sobre la presencia femenina en el Ejecutivo de Zapatero. "Yo, durante la rueda de prensa, no me reía", dijo Salgado. Y añadió que la posición del Gobierno sobre este tema es bien conocida aunque "nuestro deber de cortesía hacia nuestro anfitrión nos impedía hacer algún comentario".
