Gestha calcula que invertir de media otros 6.246 euros puede generar un ahorro en la Declaración de 1.500 euros
Estamos ya en la cuenta atrás para finalizar 2016, pero todavía quedan algunos días en los que los españoles normalmente aprovechamos para hacer las habituales compras y salidas navideñas. Unos días que están marcados por un elevado gasto de dinero en comidas, cenas, regalos, adornos navideños, dulces… Si bien estos últimos días del año no solo están para gastar, pues también pueden ser aprovechados para ahorrar… de cara a la próxima Declaración de la Renta.
Son precisamente estos días los que pueden marcar la diferencia entre que la Declaración salga a pagar o a devolver. Por ello, desde Gestha recordamos que hay un buen número de deducciones que en muchas ocasiones son desconocidas por los contribuyentes, como por la afiliación a una ONG, a un partido político o a un colegio profesional, así como por aportaciones a un plan de pensiones.
APORTACIONES A UN PLAN DE PENSIONES
En este último caso, primero hay que tener en cuenta que la reforma fiscal redujo el límite de aportación permitido, de los 10.000 euros hasta los 8.000 euros actuales, siempre que no se supere el 30% de los rendimientos del trabajo y actividades económicas, independientemente de la edad. Con estas premisas, Gestha calcula que invertir de media otros 6.246 euros puede generar un ahorro en la Declaración de 1.500 euros, aunque esta cantidad depende de los ingresos del contribuyente y la comunidad autónoma en la que resida. No obstante, las estadísticas de declarantes del IRPF muestran que esta técnica para ahorrar en la Declaración es utilizada, sobre todo, por los ciudadanos con mayores ingresos.
En concreto, el 3% de los contribuyentes, que son los que tienen unos ingresos de más de 60.000 euros a los que el ahorro les supone el 45% de la aportación al plan de pensiones, si bien este porcentaje variará en función de la Comunidad Autónoma a la que pertenezcan. Esto se explica porque a igualdad de importes invertidos, la ventaja fiscal es de casi el doble para las rentas altas respecto a las medias. Por ejemplo, con 4.000 euros invertidos, un contribuyente con una renta de 16.000 euros logra un ahorro de 960 euros, mientras que otro con ingresos de 80.000 euros logra un ahorro de 1.800 euros.
El sistema actual del IRPF beneficia más a las rentas elevadas, una desigualdad que se acrecienta debido a la dualidad del IRPF, que actualmente beneficia a las rentas del capital sobre las del trabajo y actividades económicas, es decir, a las rentas más altas frente a las más bajas, algo que va en contra del artículo 31 de la Constitución, según el cual el sistema fiscal debe ser solidario y progresivo.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA
