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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 20.2.2010

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha dejado claro, en un acto celebrado en Santander, que de no rectificar lo que los 'populares' creen que es "malo para España", no habrá ninguna posibilidad de pacto ya que lo contrario sería "liquidar la alternativa que necesita cualquier país democrático".

Para la reducción del gasto, Rajoy reclama una Ley de Estabilidad Presupuestaria, como la que funcionaba bajo los Gobiernos del PP y que "él (en alusión a José Luis Rodríguez Zapatero) derogó". También plantea una reducción en un 25% de los altos cargos de la administración y asegura que "lo que hay que hacer urgentemente es aprobar una Ley de Morosidad, para que se paguen las facturas, porque el problema es que nadie paga y además a nadie le dan crédito".

Sobre la reforma de las pensiones, pide que "vaya al Pacto de Toledo" y recuerda que para que el sistema sea "cada vez mejor" lo que tiene que haber es "más gente trabajando", al traducirse esto en el pago de cotizaciones y de impuestos y el ahorro en el seguro de desempleo.

En cuanto a los impuestos, critica las subidas, en particular de los vinculados al ahorro o al consumo, como el caso del IVA.

En definitiva, no parece que las exigencias del PP sean conciliables con la política del Ejecutivo ni que Rajoy esté dispuesto a ceder para alcanzar el pacto económico que Zapatero ha ofrecido a los partidos. En su opinión, lo que quiere el presidente es "ganar tiempo, esperar a que escampe, distraer la atención, huir de sus responsabilidades y pedir a los demás que nos callemos y no digamos lo que hay que hacer". Por eso, afirma que no necesita esperar al jueves (día en el que la comisión ministerial iniciará los contactos con las demás fuerzas políticas) y zanja la cuestión sin dejar algún resquicio a la negociación: "Nosotros sabemos lo que hay que hacer, se lo hemos trasladado al Gobierno, y si quiere que lo haga".

En un acto celebrado este sábado en Santander, Rajoy ha aprovechado para criticar al ministro de Fomento, José Blanco, que forma parte de la comisión, cuestionando los modos en los que se ha informado a la oposición de la propuesta de pacto y las maneras de uno de los miembros del órgano negociador que "arremete todos los días contra el presidente del partido al que invita".

Para Rajoy, el origen del problema sigue estando en que el Gobierno "no dijo la verdad, no tomó las decisiones adecuadas y cuando tomó decisiones, lo hizo en otra dirección". Según él, la falta de diagnóstico influyó en la adopción de medidas equivocadas y las políticas de gasto se traducen en un incremento de los intereses de la deuda, el segundo mayor gasto, tras el desempleo, en los presupuestos estatales.

Ha vuelto a apelar a la herencia de los gobiernos del PP para lamentar que tras "varias años viviendo de ella y de la inercia", Zapatero no se "dio cuenta" de los problemas como el endeudamiento de empresas y familias o el de la competitividad, aspectos sobre los que "no hizo nada" salvo "anunciar medidas y programas", hasta el punto de que "no hay precedente en la historia de España de alguien que haya anunciado tantos planes con menores resultados".


Rajoy descarta el pacto si el Gobierno no acepta sus exigencias frente a la crisis