viernes. 19.04.2024

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha vuelto a usar la sede parlamentaria para sacar pecho por el aumento de la recaudación tributaria que reflejan los datos del cierre del mes de agosto. Una subida que se ha situado, según sus datos, en el 5,4% en los ocho primeros meses del año y que, según ha destacado, se fundamenta en la mayor aportación realizada por las pequeñas y medianas empresas, tanto en términos de retenciones del IRPF a sus trabajadores como de pagos por IVA.

Montoro no sólo se ha limitado a expresar su satisfacción por este hecho, sino que se ha jactado de lograr que estamos en una “nueva etapa” en la que la recaudación crece gracias, también, a los pagos que realizan autónomos y trabajadores por cuenta propia.

Esta tendencia, lejos de ser satisfactoria, confirma la falta de progresividad del sistema fiscal español, como viene denunciando Gestha en los últimos años. Un modelo en el que las rentas medias y bajas soportan una carga fiscal demasiado elevada en el IRPF, mientras que las grandes fortunas tienen un peso testimonial en el Impuesto.

Además, si entramos en el detalle de la evolución de la recaudación tributaria, lo que se constata es un peso cada vez mayor del IVA. Según el último informe mensual publicado por la Agencia Tributaria, los ingresos crecieron un 10% en los siete primeros meses del año, superando los 35.700 millones de euros. Esta cifra es muy similar a la registrada en 2007, antes de que se produjera el hundimiento de la recaudación, lo que demuestra hasta qué punto se ha elevado la presión en este impuesto indirecto: el que más subidas ha sufrido en los últimos años.

También hay que tener en cuenta que, en un momento de tímida recuperación, el hecho de que el IVA sea el pilar sobre el que basar la reducción del déficit público (del -13% hasta julio) no es lo adecuado porque los tipos excesivamente altos de este tributo lastran el consumo y atacan la raíz del factor fundamental que históricamente ha sacado la economía española del atolladero: la demanda interna. Y en términos cualitativos, hace más regresivo al sistema tributario español, tendencia que será más acusada en los próximos años, ya que la reforma fiscal no reduce los tipos del IVA y, al mismo tiempo, rebaja la ya reducida presión de las rentas altas en el IRPF. Si a todo ello sumamos la menor tributación de las rentas del capital -y la reducción del Impuesto de Sociedades a las grandes empresas (que tributan a un tipo efectivo medio del 3,5%)- tenemos todos los ingredientes para un modelo fiscal injusto.

Por lo tanto, en lugar de centrar sus esfuerzos en conseguir que pequeñas empresas y familias de clase media paguen más impuestos, los Técnicos del Ministerio de Hacienda creemos que sería mucho más conveniente que la Agencia Tributaria intensificara la lucha contra el fraude, centrando la investigación y persecución del fraude en las grandes empresas y fortunas, que son responsables del 72% de la evasión total, muy por encima de pymes, microempresas y particulares, a pesar de que solo concentran el 20% de los esfuerzos del fisco, tanto en plantilla como en recursos.

Contesta Carlos Cruzado

Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Quién soporta el aumento de la recaudación fiscal en España de los últimos meses?