jueves. 18.04.2024

El Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ha admitido a trámite la querella contra Deutsche Bank presentada por dos prejubilados que acusan al banco de ocultar información esencial para comprender la inversión que contrataron, según consta en la querella notificada el 11 de abril, a la que ha tenido acceso nuevatribuna.es.

La querella se dirige contra Miguel Ángel Bustos, que ocupaba el cargo en 2005 de director del Centro de Asesoramiento del cliente de Banco Privada de la entidad. Además, señala a Deutsche Bank como responsable subsidiario o directo en los supuestos delitos de apropiación indebida y publicidad engañosa, además del delito mencionado de estafa.

La juez Almudena Abril admite a trámite la querella y ordena el inicio de diligencias previas para esclarecer unos hechos que ser constitutivos de delito. Los hechos se remontan al año 2005 cuando, según la querella, Elena Gallego y Carlos Amadeo Padin, dos prejubilados de la empresa Peugeot, confiaron todos sus ahorros, 79.000 y 111.000 euros, respectivamente, al directivo del banco para la compra de un producto que les prometía un interés anual del 5,625 por ciento, con la posibilidad de disponer inmediatamente de sus ahorros. En realidad, continúa la querella, el banco invirtió esa cantidad en Furstenberg Capital II GMBH, un producto compuesto por acciones preferentes de una caja alemana de segundo orden, sin fecha de vencimiento y que condicionaba la rentabilidad prometida a la obtención de beneficios. Además, en caso de impago, los inversores hubieran sido los últimos en cobrar, al ser un producto subordinado en la prelación del crédito.

Al enterarse de estas condiciones, los prejubilados reclamaron al banco que les devolviera su dinero e iniciaron un “rosario de reclamaciones” alegando que la entidad ocultó información vital para la total comprensión del alcance de su inversión. En su periplo, acudieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que emitió algunas consideraciones. “Consideramos que se actuó de forma incorrecta”, dictaminó el supervisor. “No ha quedado acreditado que Deutsche Bank le hubiera proporcionado información completa”, añadió. “Se produjo una actuación incorrecta por parte del Deutsche Bank al no disponer de información sobre el cliente que le permitiera” valorar su perfil como adecuado para venderle tal producto, señaló.

La querella pide además al banco que identifique a todos los clientes a los que colocó este producto para que puedan ejercer acciones como posibles perjudicados.

Los letrados que han interpuesto la querella, Juan Manuel Moreno-Luque y Antonio Panea, acusan al banco de un presunto delito de publicidad engañosa. “En este caso es más destacable lo que se oculta que los que afirma”, advierten al detallar los rasgos del producto en la querella. Entre estos rasgos destacan el “riesgo inherente” de la inversión. Además, los bonos no estaban emitidos ni respaldados por Deutsche Bank, añaden. En definitiva, y según afirmó la CNMV, la información suministrada por el banco no fue suficiente para que sus clientes se formaran un juicio completo sobre la inversión.

Respecto al presunto delito de estafa, la querella afirma que el directivo de Deutsche Bank “adornó lo que en realidad era deuda perpetua de una entidad desconocida, abusando de su condición de directivo del Deutsche, ofreciendo una ‘disponibilidad inmediata’ inexistente, y omitiendo paralelamente el riesgo inherente de la inversión”.

En cuanto al delito de apropiación indebida y administración desleal, la querella observa un ejercicio abusivo de la gestión de un patrimonio ajeno y “contumacia” en la actuación del banco, al negarse éste a restablecer el quebranto económico parar los dos prejubilados, a pesar de las advertencias de la CNMV.

Admitida a trámite una querella contra Deutsche Bank por estafa a dos prejubilados