jueves. 28.03.2024
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Una de las medidas que pueden conseguir esta meta es la reducción de la dualidad fiscal del IRPF, que actualmente favorece la tributación de las rentas del capital frente a las del trabajo, así como aumentar el número de tramos de este impuesto

Nos encontramos a menos de diez días de acudir a las urnas para elegir al nuevo gobierno que nos representará durante los próximos cuatro años. En unas elecciones que se presentan como las más decisivas de los últimos años, la fiscalidad juega una baza muy importante.

Bien es sabido que en época electoral los impuestos son uno de los argumentos más recurrentes a la hora de intentar ganar votos, ya que es un aspecto muy sensible para el bolsillo del ciudadano. Por ello, Gestha ha querido dar a conocer a los distintos partidos políticos que concurren a estos comicios sus propuestas en materia fiscal para intentar construir entre todos un sistema impositivo que garantice los principios de generalidad, progresividad y equidad, que según nuestra Constitución deben inspirarlo.

Una de las medidas que pueden conseguir esta meta es la reducción de la dualidad fiscal del IRPF, que actualmente favorece la tributación de las rentas del capital frente a las del trabajo, así como aumentar el número de tramos de este impuesto.

También sería positivo modificar la Ley y Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva para incluir un límite máximo de participación en las SICAV de entre el 2% y el 5% del capital social, con el objetivo de evitar la elusión fiscal de las grandes fortunas a través del control de dichas entidades.

Asimismo, es necesario, en aras de la justicia fiscal que debe regir el sistema tributario, equiparar el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades de las más grandes compañías, que es del 6%, con el de las pymes, que tributan al 14,9%, lo que genera una enorme desigualdad entre grandes y pequeños. En este sentido, debería elevarse el tipo nominal en cinco puntos a las grandes corporaciones, a partir del millón de euros de beneficio.

Otras de las medidas fiscales que puede contribuir a lograr una sociedad menos desigual pasan por restringir la exención del 60% del rendimiento del capital inmobiliario en los alquileres de viviendas de lujo, a la vez que eliminar las reducciones de la base imponible por aportaciones a planes de pensiones, sustituyéndolas por una deducción de cuota, de forma que se mejora la progresividad fiscal.

Asimismo, desde Gestha aconsejamos la supresión definitiva del régimen fiscal especial para “impatriados”, conocido como Ley Beckham, así como la creación de un impuesto para las transacciones financieras en la UE –sobre la que ya hay un principio de acuerdo entre una decena de países europeos, entre los que está España, acerca de sus líneas generales- y un impuesto sobre la riqueza en el ámbito estatal.

Con este tipo de acciones y medidas, se estaría contribuyendo a un reparto más igualitario y progresivo de la carga impositiva, que paradójicamente es más pesada para los contribuyentes con menores ingresos y más suave para las rentas más altas, de manera que, junto a una asignación más equitativa de los recursos públicos, redundaría en la reducción de la desigualdad. 


Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Cómo se puede reducir la desigualdad a través de los impuestos?