jueves. 28.03.2024

Sin embargo estos dramas humanos no tienen prácticamente repercusión en los mercados financieros o en la evolución del precio de la materia prima estrella que hace moverse las fábricas y los automóviles en todo el mundo: el petróleo.

Como muy bien indica el analista de IG, Daniel Pingarrón en su post del 25 de Noviembre, doce días después de los atentados parisinos y once del reinicio de los bombardeos sobre el llamado Estado Islámico de Francia y Rusia. “Subidas claras en las Bolsas europeas, superiores al 1%, en un movimiento de recuperación de las caídas de ayer, provocadas principalmente por las tensiones entre Rusia y Turquía tras el derribo de un avión de combate ruso por parte de las fuerzas turcas. Como dijimos, la duración del pánico en los mercados por asuntos relacionados con el terrorismo o las tensiones bélicas está siendo muy efímera, y así lo vuelve a demostrar la subida de hoy”. 

Terminamos el mes de Noviembre con precios del barril de petróleo OPEP de los más baratos de la historia, 40,58 $

Hay que  remontarse a Diciembre de 2008 para observar un precio inferior (38,60 $) o a Enero de 2005 (40,52 $) para encontrar un precio similar.

Este hecho indica que las tendencias de fondo, los movimientos estratégicos de aumento o disminución de la producción de los tres grandes productores mundiales Estados Unidos, Arabia Saudita y Rusia (que suponen cerca del 30% de la oferta), son los que marcan la pauta de la evolución del precio. Los países que siguen en el ranking, China, Canadá, Irán, Emiratos Árabes, Irak, México, Kuwait, Brasil y Nigeria aunque acomoden ligeramente su producción a la marcha del mercado no consiguen grandes variaciones. 

La teoría más extendida acerca de las causas del bajo precio del barril en la actualidad se fundamenta en la posición defendida por Arabia Saudita en la reunión del 27 de Noviembre de 2014 en Viena, donde de forma explícita se negó a bajar su nivel de producción con el objetivo de expulsar del mercado a las empresas y países con altos costes de producción. Arabia Saudita, con el apoyo de las otras monarquías de El Golfo, impuso la decisión de mantener inalterada la producción del cartel, fijada en 30 millones de barriles diarios. El argumento empleado para justificar la medida era que la OPEP necesitaba hacer frente al aumento de la producción ajena al cártel, especialmente a la de Light tight oil (LTO) en Estados Unidos, y que la solución a los bajos precios era, paradójicamente, permitir que estos continuaran cayendo, para así forzar la retirada del mercado del petróleo de fracking, y de otros con elevados costes de producción. Se trataba, en suma, de retirar la “subvención” que los precios altos suponen para la extracción de los petróleos más caros y de dejar que el mercado se corrigiera por sí solo. Una decisión que, sin duda, marca un cambio radical en la política del cártel, que lanzaba a los mercados la señal de que la OPEP (en realidad Arabia Saudita) estaba más interesada en el mantenimiento de su cuota de producción que en la defensa de un determinado precio del barril. 

Otra explicación más geopolítica es la expresada por Stanley Simon Malinowitz, director del Observatorio de Economía Internacional del Centro de Investigación sobre el Desarrollo (CID), perteneciente a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia que apoyándose en informaciones propias indica que en Septiembre de 2014, John Kerry, Secretario de Estado de Estados Unidos, se reunió con el Rey Abdullah y el Príncipe Bandar. Según varias fuentes, en esta reunión se acordó la política petrolera de Arabia Saudita con el propósito explícito de generar el rápido y fuerte descenso de los precios

Los motivos geopolíticos tienen que ver principalmente con los efectos sobre Rusia e Irán. Para los Estados Unidos, es una forma de llevar los conflictos con estos dos países a la guerra económica, no declarada y (por ahora) sin intervención militar.  Para ambos países el desplome del precio de petróleo está generando una crisis económica por el gran peso de las exportaciones del crudo en sus economías. En el caso de Rusia, la política petrolera va de la mano con las sanciones económicas por parte de los Estados Unidos y sus aliados en la Unión Europea. Las tensiones tienen que ver con el conflicto sobre el control de la parte oriental de Ucrania disputada entre Rusia y el gobierno golpista de Ucrania (apoyado por los EE.UU. y la UE), la expansión de la OTAN con bases militares estadounidenses en los países vecinos de Rusia y el proyecto ruso de construir un gaseoducto para llevar gas natural a Europa sin pasar por Ucrania sino más al sur.

Con respecto a Irán, existen conflictos marcadamente visibles con Estados Unidos sobre su programa nuclear y conflictos menos perceptibles sobre la influencia regional y el control sobre los flujos de petróleo y gas. 

Sean unas u otras las causas el hecho objetivo es que la mayoría de los analistas y expertos de este mercado predicen un mantenimiento de los precios en la horquilla de los 40 o 50 $ para el 2016.

La Agencia Internacional de la Energía, (AIE) en su último informe presentado el 10 de Noviembre considera el mantenimiento de precios para 2016 y un paulatino aumento hasta 2020  a los 80 $. En su amplio informe elaborado con vistas a la actual Cumbre del Clima de Paris, considera que seguirá habiendo un incremento de las energías renovables y un agotamiento de la producción del gas de esquisto en Estados Unidos, debido a los incrementos de coste en su producción.

Por otra parte Kaleff Rivera, analista de xDirect, considera que si bien Siria produce y exporta muy poco petróleo la preocupación de los mercados mundiales es que el conflicto pueda ampliarse a Oriente Medio con un posible contagio a países como Irak o Irán, si bien el precio sólo se modificaría en los primeros meses de acciones militares, permaneciendo estable en un rango que oscile entre los 40-45 $ el barril de West Texas.

A esto contribuye que según las últimas informaciones en 2015 el mayor productor mundial de petróleo será Estados Unidos, que superará a Arabia Saudita y Rusia y se acercará a la autosuficiencia energética, reduciendo su necesidad de compra a los países de la OPEP.

Precio del petróleo y conflictos armados