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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.3.2009

Tras las reunión, en la que han participado entre otros el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, Barak Obama ha comparecido ante la prensa para explicar la importancia del plan y advertir, no obstante, de que no hará que el crédito fluya en los mercados de la noche a la mañana.

El elemento fundamental del plan es la compra de "activos tóxicos" por un importe inicial de hasta 500.000 millones de dólares (368.642 millones de euros) que podría alcanzar hasta un billón de dólares (737.342 millones de euros). El departamento dirigido por Tim Geithner explicó que este "Plan de inversión publico-privada en activos heredados" contará con financiación de la Reserva Federal (Fed) y de la Corporación de Garantía de Depósitos (FDIC), así como con participación del sector privado.

El Tesoro precisó que serán empleados entre 75.000 y 100.000 millones de dólares (55.323 y 73.773 millones de euros) procedentes del plan de rescate bancario (TARP), que, junto al capital aportado por inversores privados, proporcionará al programa la capacidad de adquirir hasta medio billón de dólares en activos "tóxicos" con la posibilidad de ampliar el programa hasta un billón de dólares.

LIMPIAR BALANCES Y REDUCIR LA INCERTIDUMBRE

Este nuevo programa de la Aministración de EEUU pretende maximizar el resultado de las operaciones para los contribuyentes, compartir los riesgos y beneficios del plan con el sector privado y, gracias al efecto de competencia entre operadores privados, evitar el pago de un sobreprecio por parte del Gobierno mediante el establecimiento de precios competitivos. En concreto, el programa contempla un primer ámbito de actuación mediante la compra de préstamos, lo que permitirá "limpiar" los balances de las entidades de créditos problemáticos y reducir la incertidumbre vinculada a estos activos. A este respecto, el Tesoro confía en atraer inversores privados como fondos de pensiones, aseguradoras y otros inversores a largo plazo que permitan la creación de fondos de inversión publico-privados que contarán con la supervisión y el asesoramiento del FDIC a la hora de comprar estos activos a los bancos.

Los inversores contarán con financiación patrimonial por parte del Tesoro y del sector privado, mientras que el FDIC proporcionará garantías para la deuda emitida por estos fondos público-privados a la hora de financiar la compra de activos. El Tesoro señaló que pretende proporcionar el 50% del capital patrimonial de cada fondo, aunque serán los inversores privados los que controlarán la gestión de los activos bajo una "rigurosa supervisión de FDIC". De este modo, el proceso de compra de estos préstamos seguirá una secuencia en la que los bancos primero deberán identificar los activos que desean vender, que serán adjudicados en subasta a la oferta más elevada, mientras que FDIC otorgará garantías de financiación.

Otro segundo campo de actuación del nuevo programa se refiere al segmento de valores y el objetivo del programa es reabrir los mercados para este tipo de activos, permitiendo a los bancos y otras instituciones financieras liberar capital y estimular la concesión de nuevos créditos. La Fed ampliará su programa actual de crédito para la financiación de compras de titulizaciones hipotecarias por parte de inversores para incluir titulizaciones de hipotecas residenciales (RMBS) y valores respaldados por activos (ABS) que no correspondan a agencias gubernamentales como Fannie Mae o Freddie Mac y que contaran con una calificación "AAA". "El proceso resultante de fijación de precios permitirá también reducir la incertidumbre que rodea a las instituciones financieras que poseen este tipo de activos, lo que posibilitaría que puedan captar nuevo capital", señala el Tesoro.

Obama califica de "crucial" su nuevo plan para la compra de activos tóxicos