martes. 23.04.2024

Será necesario crear 80 millones de puestos de trabajo durante los próximos dos años

A pocos días de la celebración de la celebración de la cumbre de mandatarios del G20, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado el “Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2011: Los mercados al servicio del empleo”, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT.

El informe muestra que la tasa mundial de desempleo se encuentra por encima de los 200 millones, cifra jamás registrada con anterioridad y alerta de que la economía mundial se encuentra al borde de una nueva y más profunda recesión del empleo.

El estudio indica que será necesario crear 80 millones de puestos de trabajo durante los próximos dos años para regresar a las tasas de empleo que existían antes de la crisis, si bien la reciente desaceleración del crecimiento sugiere que es probable que la economía mundial genere tan sólo la mitad de esta cifra.

El informe presenta un nuevo índice de “tensión social” que indica el descontento social por la falta de empleo: en más de 45 de los 118 países analizados, la tensión social está aumentando. Esta situación se está produciendo principalmente en Estados Unidos y demás economías avanzadas y en la región árabe, pero también en Asia.

El informe sostiene que la regulación del sistema financiero sigue siendo inadecuada y no cumple con el papel intermediario que de él se espera: proveer de crédito a la economía real.

El informe afirma que el adagio según el cual la moderación de salarios lleva a la creación de empleos es un mito y concluye invitando a adoptar una estrategia de recuperación integral basada en los ingresos, que ayude a estimular las inversiones y reducir las excesivas desigualdades de ingresos.

El Director de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto, ha declarado que “frente a este panorama tan sombrío, la OIT ofrece soluciones para evitar la caída del empleo: evitar la caída de ingresos, impulsar la inversión real mediante una reforma financiera y adoptar programas a favor del empleo financiándolos mediante una base imponible amplia”.

España, un caso excepcional

La OIT aboga por el diálogo social como mejor fórmula de implantar un nuevo modelo de crecimiento y reducir el descontento social

El informe constata que el “excepcional aumento” del desempleo en España “es consecuencia de la coincidencia de la crisis mundial y del agotamiento de un modelo de crecimiento desequilibrado”, dice en alusión al sector de la construcción.

En España, “el impacto de la crisis mundial en el mercado de trabajo ha sido mucho más fuerte que en la mayoría de los países de la UE. En el primer trimestre de 2011, la tasa de desempleo fue del 21,3 por ciento, es decir, más de 13 puntos porcentuales por encima de la de 2008, lo que constituye el aumento más espectacular entre las economías avanzadas”, subraya.

En este escenario, los jóvenes y los trabajadores con contratos temporales se han visto afectados de forma desproporcionada. El 45 por ciento de la población activa de entre 15 y 24 años se encontraba sin trabajo durante el primer trimestre de 2011, señala la OIT.

Para la OIT, el “desafío” de España pasa por “centrar la recuperación económica en los esfuerzos en materia de empleo, al tiempo que se lleva a cabo una transformación estructural del modelo de crecimiento con miras a reducir el descontento social”.

Entre las medidas que propone la Organización Internacional del Trabajo figuran un “plan de choque para mejorar las perspectivas de empleo de los jóvenes”; “un ajuste de las políticas en materia de educación, competencias profesionales y  formación al nuevo modelo de crecimiento”; “promover las políticas activas de empleo al tiempo que se presta apoyo adecuado a los desempleados”; y, por último, “continuar con los esfuerzos para reducir la temporalidad, promoviendo la  creación de más y mejores empleos”.

La OIT también recomienda “una mejor alineación del crecimiento de los salarios con el crecimiento de la productividad para fomentar la competitividad”, así como “revertir las limitaciones de la negociación colectiva en relación con las prácticas de fijación de salarios”.

Por último, la OIT aboga por el diálogo social como mejor fórmula de “implantar un nuevo modelo de crecimiento” y “reducir el descontento social”.

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