jueves. 28.03.2024
ENTREVISTA

María Rodríguez: "Los hipotecados no son los que peor lo van a pasar"

La Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) cumple 25 años. Unas bodas de plata entre el consumidor y el mercado, en las que celebrar la paulatina importancia del primero sobre el segundo. Muchos años de trabajo y una figura omnipresente: María Rodríguez, la hasta ayer presidenta de CECU, y a día de hoy presidenta honorífica de la Confederación. Nueva Tribuna se acerca a la sede de la Confederación, donde su presidenta ha pasado una media de 14 horas de trabajo y donde ha vivido algunos de sus mejores momentos. María Rodríguez, nos habla de la crisis, plantea posibles soluciones y cómo no, hace balance del trabajo de CECU.
AGNESE MARRA / NUEVATRIBUNA.ES - 09.10.2008


Nueva Tribuna. Estamos en un momento especialmente frágil para el consumidor. Las hipotecas, la subida de precios de los alimentos, alquileres�. ¿Ustedes han notado más preocupación o han recibido más reclamaciones en estos últimos meses?

María Rodríguez. No hemos recibido reclamaciones ni quejas, la mayoría de la gente está en una situación de espera. La gente está previendo que pueden venir épocas difíciles, hacen restricción de gastos, bajan el consumo y esperan a que lleguen tiempos mejores. Lo único que hemos notado es que en las charlas informativas preguntan mucho sobre la vivienda, plantean supuestos de si se quedasen sin empleo, si les pueden desahuciar, perder su casa. Nos preguntan qué es lo que va a pasar, qué tipos de medidas puede haber. Pero hasta ahora todo el mundo habla en clave de futuro. En este año debemos de llevar 120.000 consultas a nivel estatal y sobre este tema habrá unas 800, con lo cual no se puede considerar relevante. Veremos que pasa más adelante.

NT. Y respecto al futuro. ¿Qué le parecería si España optara por lo que han hecho algunos Gobiernos europeos y lo que ha pasado en Estados Unidos: salir al rescate de los bancos con inyecciones monetarias desorbitadas?

MR. La situación económica que tenemos es complicada y viene derivada de la situación económica internacional, y para simplificarlo mucho, es consecuencia de las famosas hipotecas Suprime de Estados Unidos y de la falta de regulación de su mercado sin ningún tipo de garantías. Sin embargo los desahucios en Estados Unidos aquí no han llegado, y nunca serían los mismos. Es evidente que la situación estadounidense arrastra a otras economías y nos preguntamos hasta dónde nos va a afectar. Creo que en España no va a pasar nada parecido a las inyecciones monetarias de los bancos. Nosotros tenemos unos mecanismos de regulación como el Banco de España, el Banco Central Europeo o la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que funcionan como mecanismos de control. Nunca pasaríamos por la misma situación que Estados Unidos. Los únicos que se van a ver más perjudicados son aquellas personas con dinero en fondos variables de alta rentabilidad. Ellos mismos sabían que eran fondos de riesgo con un carácter fuertemente especulativo e igual que se gana mucho también se puede perder todo.

NT. ¿En CECU han puesto a disposición algún tipo de servicio de asesoría bancaria?

MR. No tenemos ningún servicio específico porque no hemos recibido muchas consultas ni reclamaciones. Es más una sensación de crisis que la crisis real que se nos pueda plantear. En los años 80 pusimos en marcha un servicio de asesoramiento sobre cómo poder negociar la reunificación de las deudas, ahora eso ya se hace, tenemos diferentes iniciativas parlamentarias que pueden ayudar.

NT. ¿Y desde CECU qué ayuda demandan para los consumidores?

MR. Hay una situación económica complicada y nosotros como organización ya veníamos demandando desde hace tiempo la elaboración de una Ley de Sobreendeudamiento, de tal forma que se pudieran poner mecanismos por parte del Estado y de las comunidades autónomas, para paliar estas situaciones. Experiencias hay, en la década de los 80 y de los 90, tanto la crisis en España como en otros países. El propio PSOE en la oposición, en la segunda legislatura del PP, había regentado un proyecto ley de sobreendeudamiento que en ese momento no fue aprobada. Sin embargo después de una legislatura de Zapatero y viendo la situación de la crisis, no estaría de más que se plantearan elabora un ley consensuada entre todos los grupos políticos.

NT. ¿En qué consistiría esta Ley?

MR. Lo fundamental es que se puedan renegociar condiciones, esto ya se puede hacer en los bancos, pero de un modo más institucionalizado, donde realmente no haya restricciones crediticias. En realidad ya hay diferentes iniciativas parlamentarias que pueden ayudar, lo que pasa es que habría que estructurarlas desde el punto de vista del consumidor. La gente necesita saber qué hacer, cómo hacerlo. Ahora está articulado de una manera más complicada porque una medida aparece en una ley, otra en un real decreto, y al final es más difícil hacérselo entender a la gente. Por eso no estaría de más que se fueran concentrando las diferentes medidas que se han ido sacando además de las otras que sean convenientes, de tal modo que aquellos que pasen por una situación económica difícil, tengan un instrumento al que poder acudir, y además está ahí, escrito en el Boletín del Estado de tal fecha.

NT. En la última semana se ha sabido que vuelve a subir el euríbor, las hipotecas aumentarán 700 euros anualmente. ¿Qué consejos podrán dar desde CECU?

MR. En estos momentos todos los que se hayan metido en la compra de un piso o incluso los que están alquilando van a pasar por un mal momento. Sin embargo los que están con un crédito hipotecario, a no ser que estén en sectores de riesgo como la construcción o la restauración, van a poder superar la crisis sin problemas. Los hipotecados no son los que peor lo van a pasar. Los que realmente peligran son aquellas personas que se han quedado desempleadas o que presumiblemente serán despedidos. El problema de la crisis es que todo va encadenado y ahora si no se venden coches pues eliminan plantilla. Los que estén en paro van a ser los que se encuentren con más dificultades para conservar su vivienda. Las demás personas, que mantengan su salario, no van a tener tantos problemas. Cuando uno se mete en una hipoteca se sabe que cada cierto tiempo te pueden subir o bajar el tipo de interés, se cuenta con ello. Las previsiones del euríbor es que empezarán a bajar, aunque a veces parece que el Banco Central Europeo se empeña en que no sea así, ahora estamos en una situación complicada con inflación alta y tipos de interés altos. Espero que los agentes sociales europeos presionen para que se consiga bajar los tipos.

Nueva Tribuna. En sus 17 años como presidenta habrá visto muchos casos y quejas. ¿Cuáles son los sectores más denunciados?

María Rodríguez. La gran parte de las reclamaciones se centran en los temas de vivienda, tanto compra como venta como alquileres, es lo que más preocupa a los consumidores, al menos es lo que más dudas produce. Después el sector de la telecomunicaciones, especialmente de las telefonías y por último los electrodomésticos. Los temas de las garantías de estos aparatos importan mucho.

NT. ¿Y los que menos preocupan al consumidor?

MR. Normalmente los sectores de textil, hostelería o automóviles apenas tenemos reclamaciones. Lo que sí es un dato curioso es que hasta el momento o salvo casos puntuales apenas había quejas de la sanidad pública y en los últimos dos años es un sector que está despuntando, pero todavía está muy lejos de tener una importancia de primer orden.

NT. ¿Recuerda algún tema que le diera especiales dolores de cabeza?

MR. Los conflictos que plantean más dificultades son los que vienen de una denuncia colectiva. Uno de los que nos dio más problemas fue la medicación del levothroid , la medicación para el tiroides. Su cambio de composición y los problemas que generó hizo que tuviéramos en torno a 80.000 reclamaciones de las que se pudieron resolver 5.000, muchos no tenían la suficiente documentación. El tema del Forum Afinsa fue tremendo, un montón papeles, miles de personas, las colas eran kilométricas, hasta tuvimos que alquilar un local exclusivamente para guardar información, lleno de expedientes. También hemos tenido temas complicados de vivienda que han generado muchos problemas con inmobiliarias. En general todo lo colectivo genera mucho movimiento.

NT. De las denuncias que reciben cuántas llegan a los Tribunales.

MR. De las reclamaciones muy pocas vana a los tribunales, un 1% más o menos. La justicia es muy lenta y pretendemos solucionar los problemas del consumidor lo antes posible, no pueden estar esperando años. Nuestra primera acción es la mediación. Una vez que ponen una reclamación, nos ponemos en contacto con el organismo denunciado y en el 90% de los casos se resuelve. Hay un porcentaje pequeño que no conseguimos resolver y lo llevamos al Sistemas Arbitral de Consumo que es un organismo de resolución extrajudicial que en un plazo más o menos de cuatro meses resuelven el problema, es muy ágil. Después hay un 1% que va a la vía judicial y el resto no se puede resolver, la mayoría de las veces por falta de documentación, aunque tengan razón no la puedes demostrar.

NT. ¿Cree que los españoles nos hemos acostumbrado a pedir ayuda a este tipo de organismos o más bien somos de los que nos quejamos y no tomamos medidas?

MR. Los españoles progresan adecuadamente. En los últimos años ha habido una evolución enorme. Creo que ahora hay mucha más sensibilidad. La gente cada vez es más consciente de sus derechos. A principios de los 80 lo que hacían era reclamar, ahora la gente consulta más que reclama, eso significa un cambio de mentalidad. Creo que las campañas públicas de las organizaciones de consumidores para concienciar a la sociedad de que tiene que conocer sus derechos, ha funcionado. Si no los conocen te llaman y preguntan. Ha habido un avance fundamental. Incluso la población inmigrante que al principio no reclamaba nada porque desconocían sus derechos, y a los que además han timado mucho, ahora llaman bastante y consultan sus dudas. En 1998 hicimos una campaña dirigida exclusivamente a este sector y creo que ha sido muy positiva. En estos momentos el volumen de consulta de los inmigrantes es el mismo que el del resto de la población.

NT. ¿Qué balance hace de sus 17 años de presidenta de CECU?

MR. Bueno ahora dejo la presidencia a nivel estatal porque ya estoy un poco cansada, pero me quedo con la dirección de CECU Madrid. Esta confederación es como un hijo. Me he pasado la primera década trabajando entre 14 y 16 horas diarias, en los últimos años he conseguido bajar a 14 o 12 horas, y a mis 53 años creo que es importante tener tiempo para otras cosas. Lo que pasa es que es un trabajo que te gusta, sabes que ayudas a la gente, no es un trabajo de oficina. Estar en CECU es casi un problema de conciencia social, uno intenta aportar en función de su capacidad y de experiencia en aquellos sitios donde puede hacer más. Cuando me incorporé éramos 2 personas a nivel estatal, ahora somos 30. Las organizaciones autonómicas se han multiplicado, y a nivel de la organización empezamos con 15 en todo el estado y ahora estamos cerca de 100. El balance de este tiempo es muy positivo, creo que hemos logrado lo que pretendíamos. Fuimos los primeros en hablar de temas como la responsabilidad social de las empresas, ya en los 90 nos lo planteábamos. Hemos sido partidarios de trabajar con otras organizaciones, que es lo que hoy se llama Trabajo en Red, y nuestra preocupación por el cambio climático se ha convertido en nuestro caballo de batalla de los últimos años. Realmente hemos ido consolidando un modelo de organización pegado al terreno y con una visión de futuro, y creo que eso es lo fundamental, resolver los problemas de la gente pero ir más allá de modo que se vea la figura del consumidor como un agente social con capacidad de influir.

María Rodríguez: "Los hipotecados no son los que peor lo van a pasar"