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NUEVATRIBUNA.ES - 23.06.2009

El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordónez, defendió hoy la necesidad de reformar el mercado de trabajo, y, en particular, la negociación colectiva, tras animar al Gobierno y a las Comunidades Autónomas a rebajar el “gasto improductivo” para luchar contra el déficit de forma “enérgica”.

Ordóñez, quien calificó de “impresionante” la velocidad con que la economía española está corrigiendo sus “desequilibrios”, destacó hoy martes en el Congreso que la reforma laboral es una de las pocas bazas que le queda al Gobierno, una vez “agotada” la vía del recurso al déficit.

Tanto en los precios, como el déficit externo, la correción ha tomado una velocidad “impresionante”, enfatizó. Hasta el punto de que, en 2 años, el déficit externo “puede quedar reducido a la mitad”, añadió.

Sin embargo, el empleo es el gran pagano de esta crisis, afirmó Ordóñez, para quien, lo importante, es que, al salir del túnel, la economía aumente su potencial y su productividad.

“Todo lo que sea aumentar el crecimiento potencial y la productividad es crucial”, subrayó.

En esa salida de la crisis, las exportaciones serán claves. “Sera imprescindible contar con la demanda externa”, indicó. Si quieren exportar, las empresas necesitarán “aumentar su productividad” a través de “recortes” de márgenes y de precios, que los rebajen de forma “ostensible”, destacó.

La reforma laboral es una de las pocas bazas que le queda al Gobierno para afrontar la crisis, explicó, tras dar por “agotada” la vía del gasto público, una senda en que el esfuerzo desarrollado por el Gobierno ha sido de magnitud “mayor” que el de otros países del entorno.

Ordóñez insistió en que el Gobierno goza de un “margen amplio” para reformar el mercado de trabajo, “uno de los principales problemas” de la economía española, dijo, tras abogar por que las administraciones central y autonómica colaboren recortando el “gasto improductivo”.

Con la reforma laboral, el Gobierno evitaría que el problema del paro “se enquiste”, añadió, ya que los cambios facilitarían la creación de trabajo y un cambio “rápido” entre sectores de quienes han perdido su empleo.

Además, con la reforma de la negociación colectiva, las empresas podrían ajustar a la baja sus precios, añadió. Todas estas medidas, “contribuirían a evitar la destrucción de tejido productivo”, dijo.

Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en la comisión de economía del Congreso, Cristóbal Montoro, coincidió con Ordóñez en que “evidentemente” el Gobierno debe reformar tanto el mercado de trabajo como la negociación colectiva. De otro modo, “no ganaremos competitividad”, concluyó, tras aludir a la imposibilidad de recurrir a una devaluación de la moneda, después de la entrada en el Euro.

Para Montoro, el problema de España “es el endeudamiento exterior”, algo que el Gobierno “no ve”, afirmó. “Y ahora hay que hacer el ajuste”, aseveró.

Por su parte, el portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, coincidió en la necesidad de que el Gobierno lleve a cabo “reformas estructurales” de la economía, y citó entre ellas “la reforma del mercado de trabajo”, aunque dudó de que la materialice porque “es rehén”, en su opinión, “de algunos agentes sociales”.

“El Gobierno no piensa afrontar la reforma laboral”, afirmó también el portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, para quien el Ejecutivo “no ha buscado apoyos políticos” necesarios para llevar a cabo esas reformas.

Por último, la portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Economía del Congreso, Marta Gastón, exigió “respeto y confianza” para el Diálogo Social mantenido por empresarios, gobierno y sindicatos, “el marco donde debe tratarse este asunto”, añadió

EL GOBIERNO APROBARÁ EL VIERNES EL FONDO BANCARIO

Por otro lado, el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, negó que el Gobierno haya actuado con lentitud en la aprobación del Fondo de Restructuración y Ordenación Bancaria (FROB), que se aprobará previsiblemente este viernes, según confió el propio Ordóñez.

En su opinión, bancos y cajas necesitarán la ayuda del Gobierno debido a los problemas macroeconómicos surgidos en una “segunda oleada” de esta crisis. Mediante esta ayuda, las entidades podrán sobrevivir en un futuro mercado donde se competirá “por la financiación”, afirmó.

Sin embargo, Ordóñez defendió que la ayuda del Gobierno “no debe ser incondicional”, sino que “exige” que los bancos y cajas que la reciban aborden una reestructuración.

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