viernes. 29.03.2024
RUIZ-MATEOS SE REÚNE CON EL RAYO

Los trabajadores de Nueva Rumasa podrían convertirse en acreedores

Los sindicatos anuncian que pelearán por las 5.000 personas en plantilla. Otras 5.000 personas están, además, afectadas, tras confiar sus ahorros a los Ruiz-Mateos. Según los consumidores, estos inversores serán los últimos en cobrar, si el grupo no logra superar la actual mala situación financiera.

| Ruiz-Mateos dice que es "solvente"
| "Absoluta intranquilidad" entre la plantilla

nuevatribuna.es | 18.02.2011

Comisiones Obreras (CCOO) ha informado de que va a pedir a los trabajadores de Nueva Rumasa en Baleares que soliciten al Juzgado de lo Mercantil que les inscriba como acreedores de la empresa, con el fin de reclamar las nóminas que se les adeudan, según han informado fuentes sindicales.

El sindicato ha tomado esta determinación después de conocer que Nueva Rumasa solicitó este jueves el 'preconcurso' de acreedores para sus empresas Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa (Apis y Fruco), Quesería Menorquina y Rayo Vallecano, con lo que abre una "nueva etapa de reestructuración" que, según la familia Ruiz-Mateos, garantizará "su viabilidad futura y el cumplimiento de la totalidad de sus compromisos".

Estas diez sociedades, que concentran gran parte de los 700 millones de euros de deuda bancaria del grupo, se han acogido al procedimiento especial de la Ley Concursal, que concede un plazo de hasta cuatro meses para negociar con los acreedores a fin de evitar la suspensión de pagos y que blinda a las empresas ante cualquiera entidad que pretenda instar un concurso de acreedores necesario. Los principales acreedores son Banco Santander y Banesto.

Para CCOO, esta solicitud es "una maniobra" de los propietarios de la empresa para "evitar" las solicitudes de embargo. El sindicato ha explicado que la solicitud del 'preconcurso' es un procedimiento al que la empresa recurre para tratar de llegar a un acuerdo con sus acreedores para negociar una solución a su deuda.

Es por ello, que el sindicato va a pedir a los trabajadores que se inscriban como acreedores, para reclamar el pago de las nóminas que se les adeudan.

En esta línea está trabajando también la Federación Agroalimentaria de UGT, que busca "la vía jurídica" que le permita personarse en los procesos que ha abierto Nueva Rumasa al amparo de la Ley Concursal, con el propósito de que los trabajadores cobren los salarios atrasados y de garantizar que las medidas que se adoptan permiten el mantenimiento de la actividad y del empleo.

DOS AÑOS CON RETRASOS EN NÓMINAS

UGT asegura que las empresas de Nueva Rumasa "hace ya dos años que se retrasan en los pagos a empleados y a proveedores, lo que suponía falta de materia prima para las fábricas que implicaba el bloqueo de la producción".

Además, la organización sindical anuncia su intención de solicitar que se suspenda la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Clesa hasta que no se aclare la "realidad económica" del grupo.

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de la confederación sindical de CCOO, Ramón Górriz, ha exigido este viernes en Getafe una investigación sobre el tipo de políticas empresariales como las de Nueva Rumasa.

"Contestando a las declaraciones de hoy del dueño de Nueva Rumasa, a Dios rogando y con el mazo dando", ha manifestado Ramón Górriz en la sede de CCOO de Getafe previa a una asamblea de delegados sindicales de la zona sur de Madrid.

Según el secretario de acción sindical, esta situación se veía venir por los avisos tanto de los propios trabajadores y secciones sindicales, como de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o por el impago de las cuotas de la Seguridad Social.

Asimismo, ha indicado que se estaba haciendo una política totalmente contraria a los intereses generales de los trabajadores y ha añadido que van a pelear "por salvaguardar esos 5.000 empleos, que pone en peligro la situación de Nueva Rumasa".

RUIZ-MATEOS SE REÚNE CON LOS JUGADORES DEL ‘RAYO’

Mientras tanto, el empresario José María Ruiz-Mateos ha convocado en su domicilio al entrenador del Rayo Vallecano, José Ramón Sandoval, y a una representación de la plantilla encabezada por el capitán Míchel, para informarles de la situación del grupo Nueva Rumasa, diez de cuyas empresas –entre ellas el equipo de fútbol- se han acogido al ‘preconcurso’ de acreedores.

Por su parte, el jefe de prensa del club de fútbol, Fernando López, ha informado de que hasta el momento las nóminas de los jugadores y de todos los empleados del Rayo Vallecano han sido abonados por la familia Ruiz-Mateos "con normalidad".

Una situación muy distinta se vive entre los trabajadores de Cacaolat, según informa CCOO, que ha explicado que se reunió días atrás con la familia Ruiz Mateos cuando los miembros de la plantilla empezaron a tener problemas para cobrar sus salarios. La plantilla de Cacaolat-Letona, que pertenece al grupo Clesa, no descarta hacer movilizaciones para reclamar que la empresa garantice su continuidad.

LOS INVERSORES, LOS ÚLTIMOS EN COBRAR

La falta de liquidez en Nueva Rumasa afecta también a un grupo de inversores –más de 5.000 personas, según las estimaciones del propio Ruiz-Mateos- que confiaron sus ahorros a la compañía. A su situación se han referido distintas fuentes, entre ellas, el presidente de Adicae, Manuel Pardos, quien ha advertido a los pequeños inversores de Nueva Rumasa que si la empresa entra finalmente en concurso de acreedores no tendrán prioridad de cobro frente a las entidades financieras, los trabajadores y la Administración pública.

Pardos lamentó la "imprudencia" de los cerca de 5.000 pequeños inversores que depositaron mínimos de 3.000 euros en pagarés de Nueva Rumasa, aunque celebró que el número de afectados sea "menor" que el de fraudes similares que se han producido en España.

Al respecto, el presidente de Adicae añadió que la situación de Nueva Rumasa es "la crónica de una muerte anunciada", y señaló que si los pequeños inversores se conforman con acudir al proceso concursal "no sacarán nada", ya que sus créditos serán considerados ordinarios sin prioridad de cobro.

En este sentido, el diputado del PP, Jaime García-Legaz, recordó la "preocupación" de su partido, y trasladada al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, por la emisión de títulos por parte de Nueva Rumasa. "Un elemento nos hacía estar preocupados y era sospechoso: los pagarés daban un tipo de interés del 10% cuando los tipos de mercado son del 2%, 3% o 4%", ha indicado.

"Todavía no se han dejado de pagar los bonos pero hoy hay 5.000 familias que no van a dormir", ha exclamado el diputado del PP.

Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha afirmado que "el Gobierno hizo todo lo que estaba en su mano" para prevenir a los inversores sobre los riesgos de los productos de inversión ofrecidos por Nueva Rumasa.

Tras el Consejo de Ministros, Salgado recordó a este respecto que se cambió la legislación, obligando a que este tipo de emisiones se tuvieran que realizar a través de un intermediario financiero, y que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) realizó hasta siete avisos para que los posibles inversores se informaran respecto a las emisiones ofrecidas por Nueva Rumasa.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha recibido consultas de dos inversores particulares que han suscrito emisiones de pagarés y participaciones de sociedades de Nueva Rumasa, después de que el grupo de la familia Ruiz-Mateos haya solicitado el procedimiento preconcursal para diez de sus empresas.

El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, garantizó el jueves que cumplirá sus compromisos con los más de 5.000 inversores que han confiado en la compañía con la suscripción de pagarés o de participaciones. "Si no pudiera satisfacer esa obligación y no tuviera fe, me pegaría un tiro", dijo.

Los trabajadores de Nueva Rumasa podrían convertirse en acreedores