sábado. 20.04.2024

La partitura salarial puede cambiar de clave. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se ha mostrado este miércoles dispuesto a aceptar cambios en el sistema de fijación de salarios y ligar su evolución a la productividad. A cambio, los empresarios deberían aceptar la “cogestión”, es decir, dejar sitio a los trabajadores para que estos participen en la toma de decisiones, según exigió Méndez. La apuesta, vigente en Alemania, tiene sin embargo pocos visos de hacerse realidad en España. Al menos en el corto plazo.

Según Méndez, los empresarios se aprovechan de la debilidad del Gobierno para tratar de recuperar los beneficios perdidos La vinculación de salarios y productividad se mezcló hoy con otras dos citas marcadas en rojo. Los sindicatos retomaron el debate sobre salarios en la fecha elegida para protestar contra el Pacto del Euro Plus. Después de la manifestación de ayer martes en Luxemburgo, los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, trasladaron a Madrid la protesta contra el rumbo emprendido por Bruselas, en medio de la tempestad de la crisis de deuda soberana. Además, el Congreso validaba hoy la reforma de los convenios, aprobada en solitario por el Gobierno, tras la ruptura de las negociaciones entre los sindicatos y la patronal.

Méndez ofreció el pacto salarial a los empresarios en el transcurso de una asamblea sindical celebrada en Madrid. A diferencia de lo que ocurre en otros países, como Alemania, los empresarios españoles se han mostrado muy reacios a permitir que los representantes sindicales ocupen un sillón en las cúpulas empresariales. Si aceptaran, según dijo Méndez, los salarios podrían estrechar su ligazón con la productividad, según desean los empresarios y otros organismos, como el Banco de España. Actualmente la productividad ya se tiene en cuenta, junto a la inflación prevista y unas cláusulas que buscan garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores.

En su discurso ante los delegados, Méndez acusó a los empresarios de “amenazar” con no contratar. Según el sindicalista, los empresarios pretenden aprovechar la debilidad de “un Gobierno moribundo” para recuperar cuanto antes los beneficios perdidos por la crisis, a cuenta de las rentas de los trabajadores.

Por el camino de Thatcher

Toxo ha animado al Grupo Socialista a dar “un puñetazo encima de la mesa” y rebelarse contra el GobiernoPor su parte, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, intervino en la asamblea para cargar contra un Gobierno al que acusó de poner la “alfombra azul” para la llegada al poder de la derecha. Por eso, y horas antes de que el Congreso validara la reforma de los convenios, Toxo animó al Grupo Socialista a dar “un puñetazo encima de la mesa” y rebelarse contra las decisiones de un Gobierno “agotado”, dijo.

Fernández Toxo arremetió además contra el contenido de la norma convalidada en el Congreso. A su juicio, la reforma de la negociación colectiva no va a “arreglar” el paro. A continuación, el líder sindical recordó las políticas de la conservadora Margaret Thatcher en el Reino Unido. Según dijo, la británica redujo en los años ochenta la cobertura de los convenios al 25 por ciento de los trabajadores. Ante este panorama, Toxo deslizó a continuación una velada amenaza sobre una posible nueva huelga general. “Ya veremos qué hacemos. No nos hemos cansado con la ILP (Iniciativa Legislativa Popular)”.

Tras la asamblea,  los sindicalistas preveían trasladarse al Ministerio de Trabajo como parte de la jornada de movilización convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Con estas protestas, los sindicatos tratan de frenar los planes de austeridad emprendidos por los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Además, reclaman un cambio de rumbo en la política económica, y una Unión Europea social y solidaria.

Los sindicatos exigen ocupar un sitio en el gobierno de las empresas