viernes. 19.04.2024

El expresidente del Gobierno Felipe González ha defendido cambios en el modelo de negociación colectiva en línea con el modelo alemán, que liga la evolución de los salarios a los beneficios de las empresas. Por su parte, los sindicatos expresaron hoy su temor a las sorpresas que depare la "ruleta parlamentaria" y pidieron a los empresarios "reabrir" las conversaciones en torno a la reforma de los convenios.

González ha apostado por buscar mecanismos que permitan ligar, por encima de un mínimo, los salarios a la productividad y avanzar hacia la descentralización de la negociación colectiva. "No solo es deseable, es inexorable, buena, es el elemento básico", ha señalado González en los desayunos de Europa Press, donde ha recordado que es la ganancia de competitividad lo que más debe importar en la negociación colectiva.

González ha explicado que negociar colectivamente las condiciones para sectores tan amplios de la economía en situaciones tan diversas es "sencillamente irreal". "Hay que acercar el acuerdo, el pacto de las condiciones de trabajo a la unidad empresarial concreta", ha subrayado.

En este sentido, ha insistido en la necesidad de descentralizar la negociación colectiva para ligarla a la realidad de las empresas y ha apostado por buscar mecanismos que liguen los salarios a la productividad. "La productividad, a igualdad de retribución, la define el trabajador que menos produce, punto. Esto es la condición humana", ha indicado.

A su parecer, hay que "corregir" esta situación porque la apuesta española no puede ser la de los "salarios baratos", sino que se tiene que centrar en producir "competitivamente" en condiciones de "excelencia", algo que se consigue a través del esfuerzo en productividad e innovación.

"Esa es la verdad, es lo que defiendo y lo que debería ser el objetivo de la negociación colectiva", ha indicado, tras asegurar que cada elemento de la reforma que no se ajuste a estas condiciones resultará "contradictorio".

González, además, ha recordado que el modelo alemán, que liga la evolución de los salarios a los beneficios de las empresas, "no es un mal modelo" y está funcionando bien porque las empresas recogen la evolución del ciclo económico.

El expresidente socialista ha asegurado que los dirigentes sindicales son conscientes de la situación, aunque no tienen margen para decirlo. De hecho, ha indicado que hace dos años uno de los dirigentes de los sindicatos mayoritarios le dijo que estaba de acuerdo con él en un 120 por ciento, aunque no podía decirlo públicamente.

La "ruleta parlamentaria" puede deparar "más sorpresas"

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha advertido de que la ausencia de pacto en la reforma de la negociación colectiva puede derivar en "graves consecuencias" para la economía, por lo que ha exigido "reabrir" las conversaciones con los empresarios para modificar los convenios.

"Es necesario volver a pactar temas", indicó Ferrer en unas jornadas sobre el 'Nuevo marco para las relaciones laborales' organizadas por Unidad Editorial, en donde avisó de que el rechazo de los agentes sociales a la reforma decretada por el Gobierno puede generar un "problema". "No habrá flexibilidad interna sin acuerdo", sentenció.

En las mismas jornadas, el responsable de Seguridad Social de CCOO, Carlos Bravo, también se mostró tajante: "La reforma de la negociación colectiva tiene pocas posibilidades de ser eficaz".

En este sentido, recordó que los cambios sobre los convenios dependen en última instancia de los agentes sociales para materializarse, por lo que también insistió en que el desarrollo de la reforma requiere de acuerdos que "a día de hoy no están tejidos".

El preámbulo despierta sospechas

Para Ferrer, resulta "sorprendente" la inclusión de un arbitraje obligatorio de forma transitoria, así como la mención a vincular salarios y productividad que aparece en el preámbulo de la reforma, tras su convalidación en el Congreso.

Al respecto, el sindicalista de UGT temió que la "ruleta parlamentaria" pueda deparar "más sorpresas preocupantes", como la "arcaica" pretensión de recuperar la negociación colectiva desde el punto de vista territorial, con el mantenimiento de la prevalencia de los convenios autonómicos.

Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, se ha mostrado "optimista" y ha apuntado que intentará "convencer a todos" los grupos para lograr "mejorar" la reforma de la negociación colectiva en el trámite parlamentario del decreto sobre dicha reforma.

En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Rosell ha recordado que la CEOE "ya dijo desde el principio que la reforma de la negociación colectiva aprobada era desequilibrada y desproporcionada y no era buena para las empresas españolas".

Por ello, ha indicado que, a pesar de las declaraciones del Gobierno sobre el margen de maniobra para efectuar cambios, verán si en el trámite parlamentario "somos capaces de perfeccionarla". En ese sentido, ha recordado que los empresarios son "siempre optimistas e intentarán convencer a todos "de qué es lo que hay que hacer" en ese sentido.

Asimismo, preguntado por los anuncios de movilización efectuados por algunos sindicatos, Rosell ha asegurado que el camino de la CEOE "no es el de la confrontación" porque España saldrá de la crisis "con diálogo, con esfuerzo y con trabajo". "No salimos con manifestaciones que no llevan a ninguna parte", indicó.

Ligar salarios a beneficios, no a productividad