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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 19.8.2009

El presidente del Gobierno ha dejado abierta la puerta a una modificación de la fecha de inicio de este subsidio: "si hay que hacer alguna modificación, la haremos". También ha explicado que "con la evaluación que exige y el rigor que exige, estamos dispuestos, dialogando con los sindicatos, a hacer más eficaz la medida y la prestación, desde el punto de vista social, y que abarque al número de personas que lo puedan necesitar".

En rueda de prensa durante su estancia en Lanzarote, Zapatero ha salido al paso de las críticas vertidas contra el Gobierno por los requisitos exigidos para poder accedera a la ayuda. Según el Real Decreto que regula este programa, los beneficiarios de esta paga deberán haber agotado la prestación por desempleo o los subsidios entre el 1 de agosto de 2009 y el 15 de febrero de 2010. La medida se puso en marcha el pasado lunes y muchos desempleados se enteraron entonces de los requisitos para acceder a ella, lo que ha provocado protestas contra la exclusión de numerosos parados, víctimas de la crisis, y contra la falta de información por parte del Gobierno. El ministro de Fomento, José Blanco, aclaró el martes que el Ejecutivo se esforzaría por enmendar este error.

Según ha dicho hoy el presidente, "siempre surge la duda sobre dónde se pone el inicio de la prestación", pues se "plantea el problema de por qué antes y por qué después", a lo que ha añadido que el Gobierno pensó que "una posición razonable era el momento de la aprobación". Además, ha recordado que para situaciones de falta de ingresos existen las rentas de inserción que gestionan las comunidades autónomas. Con todo, Zapatero ha vuelto a insistir en que "hay que buscar un punto de convergencia social sobre la fecha" y que "el Gobierno tiene siempre la disponibilidad para evaluar y en su caso hacer una modificación de las características (de la ayuda)", por lo que está "dispuesto a contemplar todos los supuestos".

SE DESCONOCE EL NÚMERO DE BENEFICIARIOS

Dicho esto, ha recalcado, por un lado, que la medida aprobada supone un "gran esfuerzo económico para las arcas del Estado" (642 millones de euros), y, por otro, en que "es nueva y nadie puede determinar el número de beneficiarios", pese a que inicialmente, el Gobierno los cifró en 340.000 personas. "Debemos de tener todos la prudencia para hacer una evaluación definitiva del resultado", ha añadido antes de replicar a cuantos han lanzado sus dardos contra el Gobierno que "sería injusto y desenfocado que una medida de gran calado y esfuerzo fuera evaluada sólo por su entrada en vigor".

Concretamente, el presidente se ha dirigido al principal partido de la oposición que ayer mismo se sumaba al carro de las críticas contra la ayuda: "Tenemos que tener prudencia para hacer una evaluación definitiva" ha indicado el jefe del Ejecutivo antes de enviar un claro mensaje al PP: "Lo que me parece insólito es que aquellos que no han propuesto nada para los desempleados y quieren recortar subsidios pongan el grito en el cielo".

Tras estas explicaciones, Zapatero ha asegurado que la ayuda de 420 euros supone una "medida extraordinaria" y la primera de su naturaleza en la historia de la democracia en España. El presidente considera que el coste que pueda conllevar es "justo y necesario", al tiempo que comprensible por parte de los ciudadanos. En primer lugar, ha puesto en valor el gran desembolso que supondrá para las arcas públicas, de 642 millones de euros, y su vinculación a itinerarios formativos para que los parados puedan acceder cuanto antes un empleo. "Ese es el objetivo prioritario y para ello habrá una reunión el 26 de agosto para instrumentar la colaboración con las comunidades autónomas", ha concluido.

Las quejas fuerzan al Gobierno a replantear la ayuda de 420 euros para parados sin...