viernes. 29.03.2024
ALEMANIA EXIGE REFORMAS EN PENSIONES Y NEGOCIACIÓN COLECTIVA

La UE sopesa un plan de recompra de bonos

Los líderes europeos sopesan un plan de recompra de bonos para ayudar a los países periféricos a reducir su carga de deuda y poner fin así a la crisis de confianza que afecta a la eurozona.

nuevatribuna.es | 21.01.2011

De acuerdo con esta iniciativa, el fondo de rescate de 750.000 millones de euros creado en mayo prestaría dinero a Grecia, Irlanda u otros Estados miembros sometidos a la presión de los mercados para que puedan comprar sus propios bonos a inversores o al Banco Central Europeo (BCE), según explicaron fuentes comunitarias.

Con estas recompras, los Estados miembros adquirirían sus bonos a un precio inferior a su valor nominal, aplicando de hecho una quita a su deuda. Al mismo tiempo, reducirían su carga de deuda pendiente y rebajarían el tipo de interés.

Al tratarse de una operación voluntaria, los líderes europeos esperan no inquietar a los inversores, que temen medidas más drásticas como reestructuraciones forzadas o quiebras controladas.

De hecho, tanto Berlín como la Comisión Europea aseguraron este jueves que no están preparando la reestructuración de la deuda de Grecia.

Esta es la tercera de las opciones que manejan los líderes europeos para flexibilizar el fondo de rescate. En la actualidad, este fondo sólo puede utilizarse para rescatar a un país cuando ya no logra refinanciar su deuda en los mercados con un programa de 3 años. A cambio, el Estado miembro debe someterse a un duro ajuste diseñado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), como el que se aplica en Grecia o Irlanda.

Para evitar llegar a un rescate, los líderes europeos estudian otras dos opciones. En primer lugar, que el fondo de rescate pueda comprar la deuda emitida por los países con problemas, tomando así el relevo del Banco Central Europeo (BCE). La segunda opción es conceder líneas de crédito temporales preventivas.

Este tipo de ayudas, que han sido reclamadas por España, se concedería a los países que están cumpliendo sus objetivos de recorte del déficit público pero que siguen castigados en el mercado por falta de confianza. Y se evitaría el estigma de un rescate que implica quedar bajo la tutela de la UE y del FMI.

No obstante, Alemania sigue reclamando contrapartidas de los países periféricos para dar su visto bueno a esta idea y a otras medidas para flexibilizar el fondo de rescate, según publica la prensa europea.

Las autoridades alemanas exigen que estos países adopten un plan para mejorar su competitividad que incluya, entre otras medidas, el aumento de la edad de jubilación, la supresión de las cláusulas de revisión salarial y de las pensiones ligadas a la inflación, y la armonización de determinados aspectos de sus sistemas fiscales.

La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, aseguró el pasado martes que Alemania no ha pedido nuevos ajustes a España a cambio de ampliar el fondo de rescate.

La idea que parece abrirse paso es la de aumentar la capacidad de financiación del fondo de rescate pero sin incrementar su dotación de 750.000 millones de euros.

En estos momentos, la capacidad real de financiación del tramo intergubernamental del fondo (440.000 millones de euros) es de sólo 250.000 millones, según los cálculos del propio fondo, ya que necesita mantener reservas de capital para no perder su máxima nota crediticia. La solución consistiría en reforzar los avales de los Estados miembros para llegar efectivamente a 750.000 millones, pero sin modificar la cifra.

En todo caso, tanto Alemania como Francia rechazan acelerar el proceso y llegar a un acuerdo final en la cumbre de líderes europeos del 4 de febrero, tal y como ha pedido el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y como le gustaría a España, y prefieren esperar hasta finales de marzo para tener en marcha el plan completo.

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