viernes. 19.04.2024

La preocupación por la clase política batió su récord histórico el pasado mes de mayo fulminando su máxima marca de la democracia, que databa de mediados de la década de los noventa, los conocidos como 'años de la crispación'. Así lo pone de manifiesto el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público este jueves, en el que también la inquietud por el paro llega a máximos y se sitúa en cotas similares a las de hace 15 años.

El trabajo de campo de este último barómetro del CIS se realizó entre los días 3 y 11 de mayo, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral, pero antes de que el Movimiento 15 de mayo diera lugar a protestas por toda España en contra de la situación política. El sondeo se basa en 2.482 entrevistas personales realizadas en domicilios de 238 municipios de 49 provincias y tiene un margen de error de más/menos 2 por ciento.

En concreto, el paro sigue en cabeza de los problemas nacionales con presencia en un 84,1 por ciento de los cuestionarios, mientras que la clase política, que es mencionada en el 22,1 por ciento de los sondeos se afianza en el tercer puesto. Entre ambas, los problemas económicos figuran con un 46,7 por ciento.

LOS POLÍTICOS, MÁS DE UN AÑO COMO TERCER PROBLEMA DE ESPAÑA

En vísperas de la proliferación de protestas de personas 'indignadas' por el funcionamiento de la democracia, la percepción de los políticos como una problema se ha anotado un nuevo récord histórico y suma ya 15 meses consecutivos como tercera preocupación nacional.

Hasta ahora su marca máxima se había fijado en septiembre de 1995, coincidiendo con la última etapa de Felipe González en el Gobierno y la dura oposición del PP de José María Aznar. En esta época de 'crispación', los políticos eran citados como un problema por el 21,5 por ciento de los entrevistados, exactamente el mismo porcentaje que sumó el pasado mes de abril.

El Gobierno y los partidos y a la corrupción y el fraude también aparecen ya entre los diez principales problemas del país. En concreto, el epígrafe dedicado al Ejecutivo y las formaciones políticas, repitió en mayo como séptimo problema, con un 5,4 por ciento de menciones, seguido de la corrupción, con un 5 por ciento.

También las cifras relativas a la incertidumbre sobre el empleo está en una de sus cotas más altas con un 84,1 por ciento de alusiones. La última vez que se llegó a estos niveles fue en octubre de 1997, cuando alcanzó el 85,3 por ciento. El récord se sitúa en 1985 y 1986 cuando se llegó a marcar un 94 por ciento.

EL PARO, UN LUSTRO EN LA CÚSPIDE

Desde esa época en las encuestas del CIS el primer puesto de esta lista lo ocupaban alternativamente el terrorismo y el paro, pero desde hace cinco años y medio el desempleo repite en la cúspide barómetro tras barómetro.

El CIS ha preguntado en esta ocasión también por las cosas que más temen los españoles y, en consonancia, con los principales problemas tanto objetivos como subjetivos queda claro que lo que más miedo da (al 35,5 por ciento) es quedarse sin dinero para atender sus necesidades básicas y las de su familia, mientras que el 32 por ciento teme quedarse en paro o que lo haga algún familiar.

De hecho, un casi ocho de cada diez españoles consideran que es muy o bastante probable que ellos o algún allegado se quede sin trabajo y cerca de la mitad ve factible que no tengan dinero suficiente para su mantenimiento y el de su familia.

BILDU INCREMENTA LA PREOCUPACIÓN POR EL TERRORISMO

Como cuarta preocupación repite la inmigración (11,2 por ciento), y en mayo el quinto puesto fue para el terrorismo, que, en pleno debate sobre la presencia de Bildu en las elecciones, subió casi 3,5 puntos respecto al mes anterior, al parecer en el 9 por ciento de los cuestionarios. La lista de completa con la inseguridad ciudadana que,  con un 7,2 por ciento, se coloca en sexto lugar.

La lista de problemas subjetivos, un mes más, sigue encabezada por el desempleo (45,5%), seguida de los problemas económicos (40%) y también en esta relación, aunque a una gran distancia, el tercer puesto es para los políticos. En abril éstos figuraban en el quinto puesto con un 5,6 por ciento, pero ese porcentaje de ha incrementado más de un punto, concretamente hasta el 6,7 por ciento. En cuarto lugar figuran las pensiones (6%) y el quinto es para la inseguridad ciudadana con un 5,2.

Las respuestas relativas a la situación política siguen evidenciando que casi para siete de cada diez entrevistados la consideran mala o muy mala, y sólo la considera buena o muy buena el 3 por ciento. Además, el 21 por ciento cree que dentro de un año, será peor y sólo el 12 por ciento confía en que haya mejorado para entonces.

En el caso de la coyuntura económica, la diferencia entre ambas posturas es aún mayor, ya que casi el 80 por ciento la juzga como mala o muy mala, frente al 2,3 que se atreve a calificarla como buena o muy buena. Con la vista puesta en 2012, el 30 por ciento afirma que la economía estará aún peor, mientras que hay un 16,7 por ciento que tiene cree que mejorará. 

La preocupación por el paro alcanza sus mayores cotas de la última década