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NUEVATRIBUNA.ES 22.05.2010

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, afirmó este sábado, tras la intervención de Cajasur por parte del Banco de España, que “la Iglesia ha estado dispuesta a perderlo todo con tal de salvar los puestos de trabajo” y Unicaja dilató casi indefinidamente la fusión que podría haber evitado el desenlace final.

En una entrevista concedida a Infocatólica, recogida por Europa Press, manifestó que la Iglesia no aceptó finalmente la fusión ante la “falta de garantía de que se conservaran todos los puestos de trabajo en su caja”. Aclaró además que los sacerdotes que estaban al frente de Cajasur son los mejores curas de su diócesis y nunca han buscado sus intereses personales.

Demetrio Fernández explicó que la Iglesia tenía en sus manos “un buen acuerdo, aunque recortado por exigencias de la negociación y todo eso lo ha considerado perdible con tal de respaldar a los trabajadores”. De este modo, cree que la Iglesia en Córdoba “podrá decir hoy y en el futuro que ha luchado de verdad por los puestos de trabajo, y no le ha movido ninguna otra ganancia, ni siquiera sus propios intereses”.

El obispo subrayó que la intervención del Banco de España en Cajasur se produce “a petición del mismo consejo de administración de la entidad Cajasur y no es una intervención del Banco de España por iniciativa del mismo, sino a petición de Cajasur”. Explicó que existía un protocolo de fusión firmado por Cajasur y Unicaja hace casi un año, y en la caja de ahorros cordobesa se deseaba firmemente consumar esa fusión, pero Unicaja la ha dilatado casi indefinidamente, hasta que el Banco de España por el bien de todos ha puesto un plazo, que ha expirado. “Cajasur no podía firmar la fusión a cualquier precio -añadió- y no cabía más alternativa que morir asfixiados o recurrir a la autoridad superior para que venga en nuestra ayuda, antes de que fuera demasiado tarde”.

Según dijo, la crisis de Cajasur se inserta en el contexto de la crisis económica mundial, y más concretamente en la crisis española. Las cajas tienen poco margen de maniobra porque están para ayudar socialmente, y cuando ha venido esta crisis tan fuerte se han tambaleado muchas cajas en España, no sólo Cajasur, apuntó. Además, quiso dejar claro que “Cajasur no está en quiebra ni tiene agujeros negros y está débil pero sana”, lo que ocurre es que se hacía necesaria la ayuda de otros, y se obligaba a la entidad a fusionarse con Unicaja.

De este modo, consideró que “la fusión se ha diferido hasta casi la asfixia, aunque Cajasur presentaba continuamente alternativas”, pero parece que “se nos quería llevar a la rendición final sin condiciones”. Así, señaló que ahora la ayuda del Banco de España “podrá reflotarla, y eso será un bien para Córdoba”.

Por otro lado, informó de que en el día de ayer se había llegado a acuerdos en tema de patrimonio y de la fundación para fines sociales, recortando las dotaciones acordadas, pero los patronos no estaban dispuestos a firmar la fusión si no había acuerdo laboral. El acuerdo laboral, que buscaba el bien de los empleados de Cajasur, había presentado varias alternativas, pero no fue aceptado y la fusión, por tanto, no ha sido posible.

En cuanto a si cree que es necesario depurar responsabilidades, el obispo respondió que las personas que ha conocido al frente de Cajasur le parecen plenamente competentes y “no han buscado sus intereses personales, ni ganarse un puesto de trabajo, ni enriquecerse a costa de Cajasur”, por lo que añadió que los patronos -seis representantes del Cabildo- son de los mejores curas que tiene la diócesis.

Finalmente, aclaró que la intervención del Banco de España sustituye a los directivos, según marca la ley, pero a nivel personal y profesional, “los directivos que ahora dejan sus cargos son de una gran solvencia personal y profesional”. Destacó que, “precisamente esa honradez personal y profesional es la que les ha llevado a solicitar la intervención del Banco de España, cuando ha impuesto un plazo fatal”.

ASPROMONTE DICE QUE SE HA ACTUADO CON LA MEDIDA MÁS GARANTISTA

Por su parte, el vicesecretario de Relaciones Exteriores de Aspromonte, Antonio Luis Cuesta, afirmó que Cajasur ha actuado “con la medida más garantista también para los trabajadores” después de que el consejo de administración descartara su fusión con Unicaja y aprobara solicitar ayuda al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), “como la salida más óptima y solvente para la caja”.

En declaraciones a Europa Press, Cuesta manifestó que esta situación “era lo previsible después del escenario de ayer” y añadió que es “una pena que el acuerdo laboral no saliera adelante”, pero cree que la entidad ha actuado de forma garantista ya que “no había certeza de que se pudiese llegar a un acuerdo laboral, que era condición inexcusable de la fusión”.

Según dijo, ahora se abre un “escenario incierto”, pero confía en que “una vez que se estabilice la entidad y gracias a que, pese a todos los vaivenes de un año, es capaz de atesorar y conservar una clientela fiel, habrá otras entidades financieras que puedan estar interesadas en Cajasur”. En ese caso, subrayó que “se abriría un nuevo periodo donde habría también una negociación laboral y donde también Aspromonte tendría un papel que jugar”.

El representante del sindicato, quiso dejar claro que han estado “defendiendo a los trabajadores, luchando por la fusión y haciendo todo lo que estaba en su mano, incluso un poco más, por defender a esta plantilla”, algo que aseguró que seguirán haciendo en los escenarios que vengan.

Por otro lado, Cuesta explicó que el motivo por el que el representante de Aspromonte en el consejo de administración votó a favor de descartar la fusión con Unicaja y solicitar ayuda al FROB fue porque vieron que “UGT y CCOO no eran capaces de llegar a un acuerdo con la representación empresarial en Unicaja”. Sin embargo, recordó que Aspromonte, a las 20,00 horas de ayer ya había concluido y tenía cerrado y pendiente de firma el acuerdo laboral en lo correspondiente a Cajasur.

Sin embargo, explicó que “UGT y CCOO entendieron legítimamente que deberían conseguir mejoras salariales para los compañeros de Unicaja, pero desgraciadamente eso es lo que en el último extremo ha dado lugar a toda esta cadena de acontecimientos”.

Cuesta precisó que Aspromonte entendía que habían hecho una “cesión en cuanto a las condiciones laborales que ahora mismo tienen los compañeros de Cajasur y se accedió, por ejemplo, a perder dos conceptos retributivos”. De este modo, afirmó que han hecho todos los esfuerzos y “en esa parte es donde se rompió todo por lo que cuando vimos que no era factible un acuerdo laboral, no nos quedaba otra solución que solicitar ayuda al único que en este momento podría hacerlo, que era el FROB”.

La Iglesia echa la culpa a Unicaja