jueves. 28.03.2024

La FADSP denuncia en que el establecimiento de copagos no se hace a coste cero sino que tiene muchos costes de transacción, costes que se ocultan

La gestión del cobro de los copagos en medicamentos a los pensionistas madrileños ha vuelto a poner en evidencia la “incompetencia” de los responsables de la Consejería de Sanidad de Madrid.

Así lo denuncia la Federación de Asociaciones Defensa Sanidad Pública (FADSP), que recuerda que inicialmente se ha cobrado el 10% de los medicamentos, dejando la devaluación de las cantidades pagadas en exceso a una normativa que todavía no se ha producido.

A partir de septiembre se estableció una “cartilla de racionamiento”, una cartulina que los pensionistas debían de recoger mensualmente en los centros de salud y los farmacéuticos sellar cada vez que se dispensaba un medicamento hasta alcanzar el tope establecido (8,18 o 60 €).

Los inconvenientes del sistema estaban claros: el coste de las “cartillas” (estamos hablando de unos 18 millones de cartulinas anuales), los problemas de gestión (en los centros de salud las colas mensuales) y en las farmacias el sellado de los medicamentos dispensados. Además los posibles extravíos de la “cartilla”, y el hecho de que algunas farmacias cobran integro el 10% del último medicamento a pesar de que sobrepase el tope establecido.

Pero, además el asunto se ha hecho mas “abracadabrante” –señala FADSP- porque en octubre la Comunidad de Madrid ha sustituido las “cartillas de racionamiento” mensuales por un documento en papel (denominado documento de dispensación) que se da en los centros de salud y que tiene la ventaja de un formato que permite su uso durante 3 meses.

Y ¿que ha sucedido con las cartulinas anteriores?, pues simplemente que unos cientos de miles, quizás millones de ellas se almacenan en los centros de salud de la región, como puede verse en la fotografía y que acabaran en la basura, mientras tanto continúan expuestos los carteles que publicitan las "cartillas de racionamiento" para mayor confusión de los usuarios (ver foto). “Un verdadero despilfarro del presupuesto sanitario público”.

¿Qué costes ha tenido esta operación? La FADPS estima que auque es desconocido resulta bastante elevado, y además “no se descuenta de los supuestos ahorros del copago que tan triunfalmente han sido aireados por el Ministerio de Sanidad”.

La asociación insiste en que “el establecimiento de copagos no se hace a coste cero sino que tiene muchos costes de transacción, costes que se ocultan, y que como en el caso de las cartulinas que ahora hay que desechar es seguro que benefician los negocios de alguien”.

La gestión de los copagos: otro ejemplo de incompetencia y despilfarro