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NUEVATRIBUNA.ES - 28.04.2010

“El tema de la contratación no está atascado”, afirmó hoy el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en el Congreso. Sin embargo, las declaraciones del ministro chocan con la verdadera situación que atraviesa la negociación entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos. Para los sindicatos, la contratación es un asunto mayor. Por eso reiteraron hoy su petición de más tiempo para alcanzar algún acuerdo en este sentido. Algo que el Gobierno no parece dispuesto a conceder, a pesar de la disposición sindical a firmar “mañana mismo” un acuerdo sobre el resto de materias que se hallan encima de la mesa tripartita.

Las prisas de Corbacho chocan, no sólo contra la exigencia sindical, sino contra la lógica, según afirman otros. No se puede implantar un cambio en el grueso de la normativa laboral –que afecta a la contratación- de la noche a la mañana, afirmaron expertos del grupo de economistas Fedea. Sirva de ejemplo lo ocurrido en Austria, donde los agentes sociales dedicaron siete intensos meses a cambiar su modelo de contratación y, en concreto, su sistema de indemnizaciones por despido.

Por el contrario, los sindicatos abogan por sacar adelante “en una semana” un primer bloque de medidas urgentes, entre las cuales destacan un plan de choque que favorezca la contratación de jóvenes y parados de larga duración, según recordó hoy Ignacio Fernández Toxo. Además, las centrales sindicales insisten en que la adopción del llamado modelo alemán de reducción de jornada en empresas con problemas –subvencionada con recursos públicos- permitiría “frenar la sangría de puestos de trabajo” que la crisis se está cobrando, en total dos millones de empleos en apenas dos años.

Los sindicatos ya no se muestran cerrados a debatir sobre el despido y a revisar a fondo el sistema de contratación, un sistema que la destrucción de empleo en esta crisis ha vuelto a poner en la picota. Sin embargo, los representantes de los trabajadores mantienen algunas ‘líneas rojas’, en contra de la posición empresarial, tendente a lograr alguna rebaja en los costes laborales.

En este sentido, Toxo volvió hoy a advertir a los empresarios que sus “exigencias desmedidas” sobre una rebaja de las cotizaciones a la Seguridad Social “complicarán” la negociación y harán imposible un acuerdo. Además, detalló que “sería contraproducente” que el Gobierno atendiera la demanda empresarial de rebajar las cuotas por contingencias comunes, según afirmó el líder de CCOO, antes de intervenir en el acto de celebración del Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo hoy miércoles en la sede del sindicato de Madrid.

Por su parte, el Gobierno ha desoído hoy de nuevo la petición sindical y ha llamado a aprobar en un par de semanas o tres una reforma que incluya medidas sobre la contratación, un asunto que los sindicatos desean aplazar. Así, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, después de reivindicar su papel en esta negociación –en detrimento del secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, que el último fin de semana se desmarcó de algunos de los asuntos que figuran sobre esta mesa- Corbacho afirmó hoy que “la negociación la lleva Trabajo” y no Campa, el número dos de Salgado a quien algunos sectores de la izquierda tildan de ‘neoliberal’.

Sobre este asunto, Toxo se despachó hoy, en el citado acto celebrado en Madrid. “Prefiero que se aclaren los tres”, afirmó en referencia a Campa, Corbacho y al mismísimo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. “Que nos digan qué es lo que quiere el Gobierno, para saber con quien estamos negociando y sobre qué bases”, concluyó. Un aviso a navegantes para un Ejecutivo embarrancado al intentar cuadrar un círculo cuyo centro se encuentra precisamente, no sólo en el coste del despido, sino también en la reforma del sistema de contratación.

La contratación atasca el diálogo social