viernes. 19.04.2024

La Conferencia de la ONU sobre la Crisis Financiera Mundial será invisible

AGNESE MARRA
El encuentro tendrá lugar entre el 1 y el 3 de junio y tiene como objetivo ofrecer soluciones globales ante el impacto brutal de la crisis. Sin embargo esta reunión no es el mediático G-20 y los estados europeos boicotean el encuentro enviando a las delegaciones de más bajo nivel. ¿Quién decide cuáles son las reuniones importantes?
NUEVATRIBUNA.ES-20.05.2009

A pesar de que algunos consigan ver “brotes verdes” en las economías europeas o norteamericanas, la crisis financiera mundial continúa dejando consecuencias devastadoras, especialmente en los países en desarrollo. Curiosamente son éstos países los que no tienen la oportunidad de poder participar y decidir medidas al respecto, por no pertenecen al codiciado G-20, donde es tan difícil encontrar una silla.

Buscar soluciones globales, puntos de encuentro que sirvan para reducir el impacto de la crisis a una amplia parte del mundo, es el objetivo de la Conferencia de la ONU sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y su Impacto en el Desarrollo que se celebrará entre el 1 y el 3 de junio en Nueva York.

Esta reunión se perfila como un encuentro esperanzador del que salir con proyectos precisos para determinados países en desarrollo, mientras que los estados desarrollados parecen no darle tanta importancia. La mejor muestra de ello, es que estos últimos enviarán delegaciones del menor nivel posible, cuando los países en desarrollo quieren llevar a sus presidentes y ministros de Economía.

Desde el Banco del Tercer Mundo denuncian un “boicot” a un encuentro fundamental para los países más frágiles en el que los estados más ricos parecen no estar muy interesados. El embajador de San Vicente y las Granadinas, advirtió el pasado 28 de abril, que los países en desarrollo quieren evitar que esta reunión se transforme “en otra conferencia de la ONU cuyo resultado es simplemente la convocatoria a otra conferencia. Nosotros queremos ver productos específicos y volver a casa con resultados específicos para informar”.

Pero el mayor riesgo que corre esta conferencia es el que sea completamente ignorada tanto por jefes de estado europeos como por los medios de comunicación. En este sentido desde el Banco de Tercer Mundo se ha iniciado una campaña para que diversas ONG y ciudadanos particulares envíen una carta para que los presidentes de gobierno de todos los países acudan a este encuentro.

CRISIS SOCIAL

Ecologistas en Acción es la ONG que representa a España en esta acción social: “La ONU es un foro único en el que generar la apropiación, los conocimientos y el apoyo político general necesario para proporcionar soluciones globales. Por eso es muy importante el Gobierno español participe al más alto nivel”, explica a nuevatribuna.es un miembro de la ONG.

Desde la ONG señalan que ya no se puede hablar sólo de una crisis financiera, sino que hay que empezar a tener en cuenta que hay una “crisis social que no para generar pobreza. Para precisar dan algunos datos: “Según el Banco Mundial, como resultado de la crisis económica global, otros 53 millones de personas más viven con menos de 2 US-$ al día. Estos se suman a los 130-155 millones de personas que la crisis alimentaria y de combustibles arrastraron a la miseria en 2008, el 70% de las cuales son mujeres. Además, la Organización Mundial del Trabajo prevé que 51 millones de hombres y mujeres pierdan sus empleos en 2009. Es urgente que los líderes se reúnan y no piensen sólo en las economías desarrolladas”, denuncian desde Ecologistas en Acción.

Esta ONG participa con otras 23 organizaciones en la campaña a favor de la próxima Conferencia de la ONU. “Necesitamos el apoyo de los líderes políticos, no podemos dejar que esta reunión sea ignorada”, dicen desde el Banco del Tercer Mundo.

Las principales premisas para el encuentro serán claras, aquí mostramos las reivindicaciones más importantes:
  • Los bancos deberían servir los intereses de la gente y no debería haber ayuda pública para los bancos que no sirvan al interés público. Esto significa entre otras cosas, que los bancos rescatados deberían ponerse bajo control democrático y se les debería prohibir la financiación de empresas o proyectos que destruyan el medio ambiente y no respeten los derechos humanos, incluyendo los derechos laborales.
  • Los bancos deben operar con control democrático, responsabilidad y transparencia. Así la dirección de las entidades debería ser legalmente responsable por los impactos sociales, ambientales y de derechos humanos de los proyectos que financian.
  • Impedir la evasión de impuestos y cerrar los paraísos fiscales: más impuestos en servicio del interés público. Esto incluye la obligación a los empresas multinacionales de informar de todas sus transacciones país por país, los costes laborales y el número de empleados, los costes financieros, los beneficios antes de impuestos, las provisiones para impuestos y los impuestos pagados, y la inversión en valores tangibles.
  • Cerrar el casino y detener la banca en la sombra. Lo que incluye la prohibición de los fondos de alto riesgo (hedge funds), los fondos Private Equity, así como todas las instituciones altamente especulativas y apalancadas. Las prácticas financieras altamente especulativas, tales como las ventas short selling deberían prohibirse igualmente. Del mismo modo se debe prohibir la especulación con la energía, materias primas, vivienda, tierra y divisas extranjeras.

  • El G-20 y los cuerpos internacionales sin transparencia no hacen la gobernación económica global democrática.
  • La construcción de un sistema económico alternativo debería basarse en principios de solidaridad, igualdad, sostenibilidad social y ecológica que incluya el trabajo decente y el derecho universal de acceso a servicios públicos. Así deberá haber paquetes de estímulo económico para apoyar la transformación ecológica de la economía; paralización de todas las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio, así como de todas las negociaciones comerciales, y parar la privatización de servicios esenciales; cancelar toda la deuda externa ilegítima de los países del Sur; y reducción urgente del comercio internacional y de los flujos de capital transnacional y de la inversión extranjera directa.

La Conferencia de la ONU sobre la Crisis Financiera Mundial será invisible