jueves. 25.04.2024

La clave laboral

Zapatero aprobará el 16 de junio su reforma laboral. Los sindicatos recelan del Gobierno y afirman que éste esconde un abultado programa de recortes en su cartera. En él destaca la reforma del mercado de trabajo, un motivo suficiente como para detonar la que podría ser la primera huelga general de los últimos ocho años.
NUEVATRIBUNA.ES - 02.06.2010

El Gobierno aprobará el próximo 16 de junio la reforma laboral, haya o no acuerdo, según anunció hoy Zapatero, zanjando al menos la cuestión del plazo en esta larga discusión entre empresarios, Gobierno y sindicatos. Circulan rumores de que el Ejecutivo se limitará a plasmar en su decreto los contenidos sobre los cuales sí hay acuerdo entre patrones y obreros, dejando fuera la parte más polémica en la discusión sobre el mercado laboral.

En cualquier caso, el problema ahora es adivinar si la reforma que se apruebe finalmente servirá para contentar a los ‘mercados’ financieros, a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional. En principio, Zapatero ha escogido la fecha del 16 de junio para aprobar la reforma laboral con la idea de presentarse al día siguiente con los deberes hechos en el Consejo Europeo.

Zapatero enfila así el camino de la recuperación, con las tijeras, en una mano, y el Boletín Oficial del Estado, en la otra. Rota la ilusión de que se podría vadear la crisis sin merma de los derechos de los trabajadores, los sindicatos temen incluso que lo peor esté por llegar.

Toxo, líder de Comisiones Obreras, advertía hoy que el Consejo de Ministros tiene “en cartera” asuntos como el copago sanitario y farmacéutico, el recorte del gasto en desempleo, así como privatizaciones de empresas públicas. A decir de Toxo, Zapatero hará uso de la tijera en estos asuntos, según lo vayan demandando en Bruselas. En este sentido cabe destacar que la deuda española continúa en máximos. Y una nueva andanada contra la economía española, esta vez lanzada por el economista Nouriel Roubini, acreditado gurú que ahora prevé una oleada de impagos que dañará pronto la solvencia de la banca española.

Mientras tanto, CEOE parece entregada a pescar en río revuelto y lleva a la mesa del Diálogo Social propuestas imposibles de asumir por las huestes sindicales, afirman algunos. Hoy, Toxo dio a conocer dos de estas propuestas inasumibles, como extender el contrato de formación hasta los 30 años y menoscabar algunos derechos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores. Esta última pretende derivar hacia los convenios colectivos determinados derechos, como la fijación de la jornada y otros. Una vez fuera del Estatuto, y según la propuesta de CEOE, las empresas podrían además descolgarse fácilmente de su cumplimiento, asegura Toxo, en tareas hoy de preparación de la huelga general de funcionarios y también del paro general en todos los sectores en una asamblea con delegados sindicales en Madrid.

Esta doble revelación indica además cuál es el clima entre los negociadores en la recta final del largo proceso del Diálogo Social para abordar la reforma del mercado de trabajo. Muy reacios a este tipo de filtraciones, los sindicatos parecen con estas revelaciones dar ya por perdido el pacto con los empresarios. Ahora sólo cuenta la huelga general, admitió Toxo, quien avisó que los sindicatos no pueden arriesgarse a un fracaso en el primer paro general que tendrá lugar en los últimos ocho años.

Por si fuera poco, el recorte de salarios a los funcionarios ha abierto un camino que los empresarios se disponen a aprovechar. La primera en dar el paso fue la patronal del campo extremeña que hace un par de semanas dio la espantada y dejó plantados a los sindicatos, con el convenio sobre la mesa. “Ya tenemos otro conflicto”, advirtió Toxo, en caso de que otras patronales sigan el ejemplo de la extremeña, que quería una reducción de salarios como la del Gobierno, es decir, de un 5 por ciento.

En este escenario, UGT y CCOO quieren preservar su unidad de acción como algo precioso. Aun así, los dos sindicatos mayoritarios no ignoran algunas diferencias que ya han aflorado en el actual clima de conflictividad. El pasado 28 de mayo, UGT no secundó el paro de maquinistas convocado, entre otros, por Comisiones Obreras. Y también se resiste a convocar el próximo paro en Correos. Todo ello en un año en que, para mayor complejidad, están previstas elecciones sindicales.

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