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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 24.5.2010

Estas cajas han firmado un protocolo de intenciones para integrarse en un Sistema Institucional de Protección (SIP), que se articula como un banco con sede en Madrid, encargado de las políticas de riesgos, tesorería, calificación crediticia, control interno y requerimientos regulatorios, para reforzar la solvencia y patrimonio de cada una de ellas.

La fusión 'fría o virtual' no es una fusión en términos estrictos porque las entidades integrantes mantienen su marca, su forma jurídica, su capacidad de decisión individual, así como su independencia económica. Sin embargo, se aprovechan de servicios comunes que, por un lado abaratan costes -servicios informáticos, mismas plataformas para la operativa financiera y productos similares- así como intercambian 'favores' en sus redes de oficinas y cajeros -por ejemplo, gracias a la creación del grupo cooperativo, será posible sacar dinero en un cajero de cualquier entidad incluida en el SIP sin pagar ninguna comisión-.

La operación de fusión de las cuatro cajas de ahorros dará lugar al tercer grupo financiero de cajas de España y el quinto grupo del sector financiero español, con un volumen de activos superior a 135.000 millones de euros, un volumen de negocio de unos 177.000 millones de euros, y un ratio de solvencia del 12,1%. Está condicionada, sin embargo, a la obtención de las autorizaciones necesarias por parte de los respectivos órganos de gobierno y autoridades competentes.

El nuevo grupo contará con una red comercial de 2.300 oficinas y una plantilla conjunta que ronda los 14.000 empleados, mientras que su cartera de participadas tiene un valor de 4.000 millones de euros en el balance agregado.

La nueva entidad tendrá un consejo de administración de doce miembros, presidida por Modesto Crespo, actual presidente de Caja Mediterráneo, y con Manuel Menéndez (presidente de Cajastur) de consejero delegado. Por su parte, Víctor Bravo (presidente de Caja Extremadura) será vicepresidente primero y Enrique Ambrosio (presidente de Caja Cantabria) será vicepresidente segundo.

Las entidades integrantes del grupo asumen un compromiso recíproco de solvencia de la totalidad de los recursos propios de cada entidad participante y de liquidez, mediante la creación de un sistema de tesorería global.

El SIP, que nace con vocación de duración indefinida y en el que las cajas pondrán en común el cien por cien de los beneficios, estará participado por Caja Mediterráneo en un 40%, al igual que por Cajastur (40%), mientras que Caja Extremadura y Caja Cantabria contarán con una participación del 11% y del 9%, respectivamente.

Los presidentes y directores generales de las entidades suscribieron este lunes un protocolo de intenciones que ha sido presentado al Banco de España y que será sometido a aprobación por los respectivos consejos de administración, con el fin de aprovechar las oportunidades que ofrece el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Una vez aprobado por los respectivos consejos de administración y tras la obtención de todas las autorizaciones administrativas pertinentes, se iniciarán las actividades para formalizar el grupo y el desarrollo del proyecto conjunto.

La agrupación de estas entidades presenta una diversificación de riesgos, tanto geográfica como sectorial, y una ausencia de solapamiento de clientes, lo que permitirá mayores oportunidades para empresas y familias en sus territorios de origen. La complementariedad de redes comerciales y oficinas supone un reforzamiento de la actividad en mercados relevantes como Madrid, Cataluña, Andalucía y Galicia, y uno de los factores positivos del acuerdo es que cada entidad participante mantiene su personalidad y niveles de empleo en sus redes naturales.

La CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria se integran en una 'fusión...