jueves. 28.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO

Cuando parecían superados todos los obstáculos para que Rodrigo Rato asuma la presidencia de Caja Madrid después de más de un año de batallas políticas y judiciales, los socialistas han dado un último golpe en la mesa y amenazan con impugnar el proceso de renovación de los órganos de la entidad financiera.

La razón de fondo hay que buscarla en el acuerdo alcanzado este verano con Ignacio González (entonces firme aspirante a sustituir a Miguel Blesa) por el cual el PSM se garantizaba dos consejeros y una vicepresidencia en el Consejo de Administración. El pacto pende de un hilo tras la inicial negativa de Rato de cumplirlo ya que su oferta inicial no pasa de dos puestos para los socialistas en dicho órgano.

Lo que sí ha conseguido el ex gerente del FMI es aplacar a los sindicatos UGT y CCOO con los que se ha comprometido a respetar su actual representación después de la retirada de los recursos presentados por los ayuntamientos de Madrid y Barcelona lo que ha llevado a la jueza que lleva el caso a levantar la suspensión cautelar del proceso.

En el acto de conmemoración del aniversario de la Carta Magna celebrado en la sede del Gobierno regional, los secretarios generales de CCOO y UGT Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez instaron a Rato a alcanzar un acuerdo que incluya a todas las fuerzas políticas y sociales con representación, también al PSM.

Martínez subrayó que ambos sindicatos mantienen una postura unívoca conjunta y consideran que la postura “lógica, deseable e incluso exigible” supone que el futuro presidente cuente con el respaldo de todos.

Por su parte, López consideró que hoy mismo sería “perfectamente posible un consenso de los dos grandes partidos”. “¿Cómo vamos a estar los sindicatos, entidades representativas e impositores y no van a estar los dos grandes partidos en el gobierno de la Caja?”, se preguntó.

Pero la llamada al consenso de los dos sindicatos no sirvió para que Tomás Gómez ceda en su pretensión de que se respete el acuerdo alcanzado con Esperanza Aguirre. El líder de los socialistas madrileños aseguró que la presidenta de la Comunidad es la que tiene que instar a Rato “a que respete el consenso del mes de julio”, al tiempo que éste se haya mostrado dispuesto a ser elegido presidente sólo con los votos de PP, Izquierda Unida, COMFIA y los independientes, excluyendo a los sindicatos y al PSOE.

“Parece que Rodrigo Rato tiene todo el interés del mundo en romper el consenso, un consenso al que se llegó desde el gobierno autonómico, desde la institución. Yo creo que cuando la institución llega a un acuerdo es de obligado cumplimiento, y desde luego, eso es la seriedad, e indica la dignidad de una institución”, planteó Gómez.

En este sentido, lanzó un aviso a navegantes: “Si no es así, si no hay consenso en Caja Madrid, si alguien queda fuera del consenso, pues no va a haber elección del presidente de Caja Madrid porque probablemente habrá un proceso de recursos judiciales”. “Eso sería malo para Caja Madrid, malo para los madrileños y desde luego no creo que sea el objetivo que tenga Rato de entorpecer, distorsionar y crear problemas donde no los había”, argumentó.

De hecho, el PSOE ha solicitado a la comisión electoral de Caja Madrid que advierta “de manera urgente” a todos los sectores que deben nombrar a sus representantes en la asamblea general de la entidad en el actual proceso electoral, que los designados no pueden repetir en sus cargos y no serán elegibles si llevan ya 12 años en la entidad, por tratarse de un “plazo improrrogable” previsto en la ley.

En el mismo acto Aguirre se mostró convencida de que el PSOE no se quedará fuera del acuerdo. “Estoy convencida de que también el Partido Socialista, como la UGT y como los sindicatos de banca, o los impositores, los ayuntamientos y la Asamblea de Madrid estarán en el acuerdo”, dijo en declaraciones a los medios.

No obstante, el asunto no está nada claro toda vez que Gómez haya lanzado su último órdago: o tres consejeros o habrá recurso de impugnación ante los tribunales, lo que podría paralizar aún más el proceso. Fuentes socialistas denuncian las intenciones de Rato de configurar una mayoría absoluta en el Consejo de Administración (14 de los 22 miembros) aún a costa de dejar en la cuneta a muchos aguirristas, de los que ni siquiera “se fía”, señalan algunas voces.

La cosa puede complicarse aún más si Rato no termina por ceder ya que el PSOE puede presentar su propia lista a la Asamblea donde la votación es secreta, razón por la que no estaría asegurada la elección de Rato.

Fuentes sindicales dicen no entender el empeño del ex vicepresidente del Gobierno por aterrizar en Caja Madrid con mayoría absoluta ya que, como ha sido habitual durante el mandato de Blesa, el presidente ha pactado con unos o con otros en cada uno de los movimientos de la Caja que han requerido ser votados, recuerdan.

Gómez no cede y amenaza con recurrir