viernes. 19.04.2024

Fitch, otra agencia bajo sospecha y cercada por las demandas, baja la nota a España

La agencia de calificación ha rebajado el rating de España en un escalón, de 'AAA' a 'AA+', con perspectiva "estable" por los efectos que tendrá en el crecimiento de la economía a medio plazo el proceso de ajuste de la deuda privada y externa.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 28.5.2010

El rating es una calificación elaborada por empresas especializadas para valorar a los emisores de deuda según su solidez financiera, su capacidad de pago a diferentes plazos de tiempo (largo y corto), y su vulnerabilidad ante teóricos cambios del entorno exterior. La triple A es la máxima calificación crediticia que se puede recibir en el largo plazo. La deuda que la posee se considera que goza de una calidad extrema puesto que tiene una mínima sensibilidad a un entorno adverso. Una posición por debajo, se encuentra la AA+, para productos de calidad superior con una escasa sensibilidad a un entorno adverso.

Fitch estima que el proceso de ajuste económico será más "difícil y prolongado" para España que en otras economías con triple 'A'. Asimismo, indica que aunque el reequilibrio de la economía española avanza de manera firme, la falta de flexibilidad del mercado laboral y el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros entorpecen el ritmo de ajuste de la economía.

De esta forma, Fitch sigue la estela de Standard & Poor's, que el pasado 28 de abril rebajó el rating del reino de España a 'AA' con perspectiva negativa. Moody's es la única agencia internacional de rating que mantiene la máxima calificación para la deuda soberana española.

En este punto, conviene recordar que la imagen y credibilidad de las tres agencias -Moodys, Standard & Poors y Fitch- ha sufrido un duro golpe durante la crisis financiera y que, según se supo el pasado día 10, actualmente se encuentran bajo la amenaza de una oleada de demandas, empezando por la del organismo regulador de la Bolsa de EEUU, por haber engañado cuando calificaron de manera alta los productos financieros nulos. A la demanda de la SEC se acumulan las procedentes de cajas de pensiones y otros inversores.

Moodys ha intentado defenderse alegando que "la violación de las normas por parte de los inversores no significa que esas normas sean falsas y engañosas". Pero lo único cierto es que en todos los casos las agencias de calificación son acusadas de engañar o al menos de actuar negligentemente cuando calificaron de manera alta productos financieros que más tarde confirmaron su nulidad.

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