viernes. 19.04.2024

“La gran interrogante son las comunidades autónomas”. Así de tajante se mostró este lunes Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de la Competencia, ante las dudas en torno al estado de las finanzas autonómicas. En su opinión, España debe despejar el interrogante sobre las cuentas autonómicas y locales, a riesgo de pasarlo “muy mal” si fracasa en su empeño por contener los ‘números rojos’ a finales de 2011.

La advertencia de Almunia llega en vísperas de una nueva reunión de los Veintisiete este martes, en torno a dos asuntos. Oficialmente, los ministros de Economía buscan la forma de limar las diferencias sobre los nuevos mecanismos de control de los desequilibrios macroeconómicos. Sin embargo, el asunto del segundo rescate a Grecia ocupará a buen seguro un lugar destacado en la agenda de la nueva cita.

Alemania insiste en que el nuevo rescate a Grecia –que podría situarse entre 60.000 y 90.000 millones de euros- contemple el ‘copago’ por parte de los inversores. El método defendido por el Gobierno de la canciller Merkel es un canje voluntario de los bonos que vencen los próximos dos años por otros con vencimiento a siete años.

Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE), que aún preside Jean-Claude Trichet, prefiere una opción que no alarme a las agencias de calificación o ‘rating’. A juicio del emisor, la opción de Merkel sería interpretada como una suspensión de pago, con consecuencias apocalípticas, similares a la caída de Lehman Brothers. En septiembre de 2008, este banco de inversión norteamericano quebró y, con su caída, secó el mercado interbancario y otras instancias de intercambio financiero.

Control de los desequilibrios

Con fecha límite para su presentación de 20 de junio, el segundo rescate a Grecia comparte protagonismo en la agenda ministerial con otro asunto. Se trata del control de los desequilibrios macroeconómicos, una suerte de pacto de estabilidad y crecimiento ampliado, que vigilará otros asuntos del devenir económico de cada país, más allá de la deuda y el déficit públicos. Impulsado por Alemania, el plan presenta aún aristas.

Los Veintisiete tratarán de limar sus diferencias sobre cuál será el sistema de voto en el Consejo para aprobar las sanciones propuestas por la Comisión a los países que descuiden el nuevo sistema de indicadores. Este sistema de indicadores, por cierto, tampoco está definido por completo. Además, el Parlamento Europeo también reclamará nuevas competencias para poder convocar a los ministros de los países inmersos en un proceso de sanción.

España lo pasará "muy mal” si fracasa en el control del déficit